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El patrimonio de todos

Ministros y altos funcionarios de cultura de los países miembros del Grupo de los 77+China se reunie­ron la pasada semana en el Pala­cio de Convenciones de La Habana para debatir sobre el rol del arte y el patrimonio cultural de los pueblos en la reafirmación de las identidades nacionales y el diálogo universal. A la sesión final asis­tió Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Cen­tral del Partido y Presidente de la República.

 

Las tradiciones de un pueblo son patrimonio de la humanidad toda. Foto: Alejandro Ernesto

No es un tema adjetivo. En tiempos de una auténtica avalan­cha de productos provenientes de los centros hegemónicos de la lla­mada industria cultural, el acervo de los pueblos es garantía de so­beranía y reafirmación de valores esenciales.

Hay una estrategia de impo­sición, con claras lógicas mercan­tilistas —y de dominación geopo­lítica—; pero es indispensable entender la cultura como bien pú­blico global. Para eso es necesario articular mecanismos y alternati­vas de cooperación.

De eso se habló en La Habana. Otros temas fueron la dimensión social y económica de la cultura, además del papel de las economías creativas y las industrias cultura­les en los países en desarrollo.

Y en el contexto del Congreso Internacional de Patrimonio Cul­tural, que se extendió hasta el pa­sado viernes también en la capital cubana, se abordó la gestión inte­gral del patrimonio cultural y la contribución del turismo dedicado a ese ámbito al desarrollo sosteni­ble en los menos desarrollados.

La convocatoria fue importan­te, se contó con la presencia de re­presentantes de 57 Estados, a los que se sumaron 18 de manera vir­tual.

El ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso, señaló que la humanidad asiste a un panora­ma plagado por una crisis multi­sistémica que impacta en todos los sectores de la vida social y econó­mica, entre ellos el cultural.

Y denunció que en Cuba el principal obstáculo para el desa­rrollo de la nación caribeña es el bloqueo económico, financiero y comercial que mantiene Estados Unidos desde hace más de 60 años.

Para Cuba promover la cultura como bien público mundial y dere­cho humano trascendental es una prioridad.

El subdirector de Cultura de la Unesco, Ernesto Renato Ottone, en un mensaje grabado para la cita, instó al G77+China a unirse a la propuesta de establecer un obje­tivo definido y estructurado dedi­cado a la cultura como parte de la Agenda 2030 de Desarrollo Soste­nible.

La agencia Prensa Latina se hizo eco también de la inter­vención del director del Centro de Patrimonio Cultural, Lazare Assomo, quien llamó la atención sobre la precariedad social y eco­nómica que dejó la pandemia de COVID-19 y el impacto que pro­vocó en la financiación del sector de la cultura.

El funcionario se refirió ade­más a la importancia de la creativi­dad y de la promoción de las mani­festaciones artísticas como fuentes de resiliencia y solidaridad.

 

Homenaje a grandes de la cultura

El Congreso Internacional de Pa­trimonio Cultural rindió tributo a figuras esenciales de la cultura cu­bana, muy ligados a la promoción del acervo de la nación: la escul­tora Marta Arjona Pérez, el pin­tor Servando Cabrera Moreno, y el geógrafo y espeleólogo Antonio Núñez Jiménez, quienes este año cumplen los centenarios de sus na­cimientos.

La cita reunió a expositores de México, Brasil, El Salvador, Chile, Angola y de varios países de la re­gión del Caribe insular.

En el Museo Nacional de Bellas Artes, sede del Congreso, se orga­nizaron distintas sesiones de tra­bajo que contribuyeron a reclamos urgentes y realizaciones puntuales para la protección patrimonial.

Una idea centró los debates: el patrimonio cultural es un pa­trimonio de toda la Humanidad, más allá de las singularidades de cada nación. Se impone entonces la necesidad de articular accio­nes, pues la pérdida de monu­mentos y tradiciones de un pue­blo en particular es una pérdida para todo el mundo.

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