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Ministerio de Economía y Planificación: Que los cambios económicos sean en beneficio de la población

La recuperación dinámica del turismo y de otros sectores productivos, ubica al país en una mejor situación para una mayor celeridad en la recuperación de nuestra economía que, para este 2023, proyecta un crecimiento en el entorno del 3 %.

 

Foto: Susana Antón/ Granma

 

De forma general, trascendió en el balance anual del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), presidido por Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y primer ministro, la economía cubana se desenvuelve en un contexto de encarecimiento de insumos y con una insuficiente recuperación de los ingresos en divisas.

En el encuentro, donde también estuvo presente Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Económico-Productivo; Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular del ramo, presentó las prioridades para este año.

Señaló que estas se concentran en avanzar en la estabilización macroeconómica del país; conducir la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (PNDES) hasta el 2030 y los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución.

También se proponen consolidar la restructuración del mecanismo de asignación de divisas de la economía y el proceso de descentralización de competencias a los territorios; así como avanzar en la transformación integral de la empresa estatal socialista.

El MEP proyecta conducir el proceso de creación de nuevos actores económicos, alcanzar una gestión eficiente del proceso inversionista y dinamizar los procesos de investigación en función de las prioridades y objetivos del año.

A esto, precisó, se le suman las cuestiones negativas que afectaron el desempeño económico en el 2022, entre ellas la dolarización parcial en las relaciones entre las empresas y de estas con el sector no estatal; la inflación minorista; el acceso centralizado a las divisas de sectores exportadores; la inserción efectiva de los nuevos actores económicos; y los resultados negativos del sistema empresarial estatal.

Actuar desde el gobierno

«No podemos dejar de reconocer, decir y denunciar que, entre todos los impactos que han conducido a la situación del país, el bloqueo tiene una incidencia definitoria», aseguró Marrero Cruz.

Precisó que la estabilización macroeconómica es el programa que debe ser la clave y el hilo conductor en el desarrollo de la nación, al tiempo que llamó a hacer cosas diferentes para lograr los niveles de recuperación proyectados.

Sobre los actores económicos, ratificó la validez de esa decisión desde sus inicios con las transformaciones consiguientes, «pero aún quedan distorsiones que hay que corregir para seguir desarrollando estos actores con su participación activa dentro de la sociedad», dijo.

El Jefe de Gobierno señaló la importancia de concretar la creación de un Instituto y una dirección general para la atención y coordinación de los actores económicos.

Marrero Cruz expresó que, de conjunto con Finanzas y Precios, se trabaja en el desarrollo de propuestas de estímulos fiscales a aquellos actores que se dediquen a producir bienes e importar materias primas para realizar encadenamientos con la empresa estatal socialista.

Se refirió a la inflación que existe en el país y al incremento sostenido de los precios, los cuales son en algunos casos abusivos e impactan de forma directa en la población.

Ratificó la voluntad gubernamental de que la empresa estatal socialista sea el principal actor de la economía y que, a pesar de la situación nacional, el país mantendrá el principio de seguir priorizando los programas sociales.

Estabilización macroeconómica, condición necesaria para el crecimiento

Gil Fernández destacó que uno de los principales problemas que enfrenta en la economía es la insuficiente disponibilidad de divisas, asociado a la pandemia de la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.

Precisó que el Programa de Estabilización Macroeconómica persigue el objetivo de restaurar los equilibrios macro de la economía cubana, a fin de garantizar un entorno favorable que propicie el crecimiento económico, el desarrollo y el proceso de construcción socialista.

El mismo, explicó, tiene definido varios bloques de trabajo: la reforma fiscal, la recuperación del equilibrio monetario, la planificación y coordinación macroecónomica, el desarrollo de los mercados y las relaciones monetarios mercantiles, el incremento de la entrada de divisas, la desdolarización y convertibilidad de la moneda nacional y la mitigación de los impactos sociales.

Todo esto, agregó, lleva a un diseño de gobernanza macroecónomica, donde se redefinirá el funcionamiento del Comité de Coordinación, dotándolo de los instrumentos de análisis técnicos necesarios y de la capacidad para la toma de decisiones con respecto a las políticas macro.

Los especialistas profundizaron en la necesidad de avanzar en todos los frentes al mismo tiempo. «Ahí está el reto de lo que debemos hacer».

Reiteraron que es prioridad el uso de instrumentos económicos y financieros en la asignación de recursos y fortalecer las interconexiones entre los esquemas aprobados y la industria nacional, defendiendo el principio de no importar lo que podemos producir en el país.

En el 2023, señala el informe presentado, se reforzará el papel del MEP en la conducción del PNDES –catalogado por el primer ministro como novedoso–, pues debe existir una mayor conexión entre el plan anual y las metas y objetivos aprobados en la proyección.

En lo respectivo a la planificación anual, debe continuar avanzándose en un proceso que permita mayor flexibilidad y capacidad adaptativa a los nuevos contextos en los que se desenvuelve la economía nacional, transformando los mecanismos tradicionales de planificación y regulación, combinando su carácter centralizado con la descentralización.

Por otra parte, para avanzar en la transformación integral de la empresa estatal socialista y lograr su desempeño efectivo como actor principal en la producción de bienes y servicios, se ha previsto el desarrollo de dos tareas fundamentales durante el 2023: iniciar la clasificación de las empresas estatales y presentar la propuesta de Ley de Empresa.

El cambio que se demanda del MEP, dijo Gil Fernández, debe mantener los principios que aseguren más equidad, justicia social y beneficio a la población.

(Tomado de granma.cu)

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