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Cargando...Los hombres y mujeres de las batas blancas han enfrentado situaciones complejas en los últimos tiempos, no solo en el quirófano, sino también en los salones de reuniones que por estos días están en efervescencia con la realización del proceso de la Segunda Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Salud (SNTS).
Por el corazón de la geografía de la provincia de Ciego de Ávila, que es su céntrica localidad nombrada Ciro Redondo, comenzó esa cita en sus estructuras municipales, donde los participantes le tomaron el pulso a unos planteamientos remitidos a reconsulta y otros con pronóstico reservado por su condición de insólitos.
De las inquietudes revaluadas se derivaron compromisos para mejorar el funcionamiento de la organización, principalmente en lo relacionado con la asistencia a los activos por parte de los secretarios generales de las secciones sindicales, el pago a los aniristas por el impacto de sus innovaciones, el reconocimiento a los destacados mediante el sistema de condecoraciones y títulos honoríficos, entre otras cuestiones que requieren de terapia administrativa y sindical.
Otros asuntos que reclaman intervenciones no quirúrgicas, sí esmerada atención, están relacionados con los dos Consultorios evaluados de mal su estado constructivo y el bajo peso al nacer, indicador con «sobrepeso» aún en el Programa de Atención Materno Infantil que hoy goza de vitalidad, pero concluyó en estado de cuidado el pasado año.
El caso que más llama la atención, incluso, con pronóstico de solución reservado, es el de la clínica estomatologia Raúl Ortiz Ávila que no puede abrir todas sus consultas porque se alojaron en su falso techo unos murciélagos, los cuales por su tiempo de permanencia y en contra de la voluntad de los trabajadores y los pacientes, pueden convertirse los animalitos en afiliados a la sección sindical.
Pese a este problema inaudito y de moroso final, el proceso de las Conferencias Municipales del Sindicato de la Salud tuvo un feliz inicio en tierra avileña por el territorio de Ciro Redondo, donde se defiende la obra más sensible y sagrada que es la salud del pueblo.
