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Thaba: Con las miras en el horizonte (+Fotos)

El director de la Empresa Talabartería Thaba, Segundo Linares Ramírez, sueña con satisfacer en más de un 70 % la demanda de mercado del país. “Todo ello transitará por la forma en que seamos capaces de mover los financiamientos para producir”.

 

“Se puede echar para adelante trabajando todos juntos y buscando alternativas”, subrayó Segundo Linares Ramírez, director de la Empresa Talabartería Thaba. Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

No obstante, las buenas intenciones, reconoció que hoy muchas empresas importan artículos, con un costo en divisas, que Thaba pudiera hacer. En tal sentido mencionó las tiendas recaudadoras de divisas. “Si ese financiamiento se destinara a la industria nacional podríamos tener continuidad productiva y seguirnos desarrollando”.

Con una vasta gama de surtidos, Thaba se dedica fundamentalmente a la producción de artículos de talabartería;  desde mochilas, merenderos, bolsos, jabas, maletines, carteras, sombrillas, hasta medios de protección, como guantes de trabajo, kits de soldador, polainas y guantes especializados de dos tipos (mano-caña, mano-mocha) que se emplean en la zafra azucarera, la entidad más demandante de sus renglones.

La empresa produce para satisfacer la demanda de la población y de organismos, como Salud Pública, la Aviación, el Turismo (Mintur), entre otros, para lo cual establece relaciones de trabajo y producciones cooperadas.

Este año por ejemplo —comentó el director— no teníamos financiamiento para el Ministerio de Comercio Interior (Mincin), pero a partir de  gestiones realizadas logramos destinar una buena cuantía (más de 20 millones de pesos) para este organismo, lo que nos va a permitir terminar con una venta aceptable.

Explicó que Thaba estuvo “a punto de morir” en el año 2020. “Realmente fue un año muy difícil, pues a partir de la implementación de la Tarea Ordenamiento quedamos en una situación muy desfavorable, prácticamente sin materias primas en inventarios. Tuvimos que empezar de cero y gracias a la actividad de mercadotecnia, y de un grupo de compañeros, empezamos a buscar opciones de financiamiento.

“Eso es lo que nos ha permitido —agregó— evitar el éxodo de trabajadores, ya que muchos se marchan cuando no ven perspectivas. Hoy contamos con alrededor de mil 400 en todo el país. Tuvimos más fuerza laboral, pero el golpe recibido en el 2020 y en el 2021 nos afectó mucho. En la actualidad seguimos buscando financiamiento; este año vamos a cerrar con indicadores económicos aceptables, tanto productivos como financieros”.

Medios de protección: variados y específicos

En relación con los medios de protección, Segundo manifestó que emplean dos vías para adquirir las materias primas: la producción nacional y las importaciones. Estas últimas “muy complicadas” actualmente por el bloqueo.

 

Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

“Resulta difícil lograr un buen encadenamiento en el extranjero con las navieras, los barcos, los fletes, los precios. ¡Hay tantos problemas!, por eso le damos gran importancia a la producción nacional, ya que en la medida que esta crezca la industria nacional tendrá mayores aseguramientos y más estabilidad productiva”.

Mencionó un grupo de empresas que les facilitan materias primas a Thaba, como Tenería y Pieles, Alquitex, Desembarco del Granma, Bellotex, entre otras. “Estos suministros son insuficientes, porque estas entidades también transitan por dificultades financieras”.

 

Efraín Yera Sánchez, director de Mercadotecnia y Comercialización en Thaba. Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

Sobre el asunto argumentó Efraín Yera Sánchez, director de Mercadotecnia y Comercialización. “Thaba, al igual que otras entidades, trabaja en función de la demanda de los organismos que incluye, además, los medios de protección.

“Al grupo AzCuba, por ejemplo, le proporcionamos todo tipo de guantes de trabajo, dentro de los cuales hay especificidades.  A partir de la labor del equipo de Mercadotecnia con nuestros clientes fuimos a los campos de caña, nos entrevistamos con los cañeros y nos dimos cuenta que sus guantes deben ser especiales.

“Entonces desarrollamos uno específico para ellos, incluso diferente para ambas manos. El guante que agarra la mocha es de lona, suave, con felpa para que quede cómodo. Además, tiene que llegar hasta el antebrazo, porque el cañero usa manga larga y él mete la manga dentro del guante para protegerse.

“Pero el que abraza la caña debe ser más duro, porque la hoja de la caña es tan filosa que corta el guante. Para este caso desarrollamos uno de piel natural segunda capa, con remaches en la parte de la palma de la mano e, igualmente, cubre el antebrazo”.

Thaba fabrica diferentes tipos de guantes, pero para enfrentar la situación de la COVID-19 desarrolló uno multiuso, de látex, que lo ha utilizado mucho el Mintur.

 

Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

En el caso del Ministerio del Interior, nuestro país —acotó Efraín—se gastaba más de un millón de euros para la adquisición de medios de protección, desde los mordedores que usan los diferentes tipos de canes, teniendo en cuenta las especialidades para los cuales se emplean (olor, ataque, defensa).

Con Thaba hace alrededor de cinco años emplearon 130 mil dólares, y no han necesitado realizar otra compra, pues al parecer la calidad fue buena. “Es decir, fabricamos medios para disímiles organismos y en función de sus necesidades”, enfatizó.

Materias primas, el Talón de Aquiles de Thaba

Según el director de Thaba, todos los medios de protección que la empresa hace se comercializan, tienen aceptación y están certificados con las normas que exige el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. “Tenemos mucha demanda y, a veces, no podemos satisfacerla por un problema de financiamiento.

“El guante de trabajo es el más solicitado. La empresa tiene una capacidad anual para producir entre 600 mil y un millón, y  realmente lo que hacemos son 250 mil, 300 mil pares, a partir del financiamiento gestionado. La dificultad es la materia prima, el Talón de Aquiles de la Empresa”.

 

Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

 

Por su parte, Efraín señaló que Thaba le posibilita a los organismos que efectúen el pago durante un período de 30 días, aunque algunos deben hacerlo antes, y esta es precisamente la mayor dificultad que afrontan. “Es decir son entidades que no tienen dinero, pero necesitan la producción. También, lamentablemente, hay organismos que no priorizan los medios de protección. Eso es una guerra que tenemos”.

Resaltó que las capacidades productivas de la empresa están preparadas para hacer cualquier producto. “Digamos, la mochila — no ahora en estos tiempos que ha habido un desbalance por el tema de la COVID-19— que en condiciones normales del curso escolar debemos tener listas a partir de mayo alrededor de 100 y 150 mil mensuales, porque las madres empiezan a comprarla con anterioridad.

“Ya en los meses de julio y agosto —continuó— vendemos sobre las 350 mil mochilas cada mes. La demanda es grande. En el caso de las que se destinan a las tiendas tenemos que buscar el pre-financiamiento, ya sea a través de un préstamo bancario o con las utilidades que vamos logrando”.

Perspectivas, sueños…

Segundo y Efraín tienen sueños por cumplir, quizás la experiencia acumulada y el hecho de tener un gran sentido de pertenencia por Thaba le permitan soñar despiertos.

Producir todas las mochilas que demanda el país es un anhelo permanente. “Sería muy bonito que se pudiera asignar una mochila a cada estudiante”, acotó  Segundo.

 

Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

Para el próximo año Thaba prevé crecer en cuanto a las ventas a la población. En tal sentido, y gracias a la apertura que ha hecho el país, hoy trabajan en el montaje de una tienda minorista que debe inaugurarse en diciembre venidero en la barriada de Palatino, en el municipio del Cerro.

Ambos están conscientes que la empresa estatal socialista puede desarrollarse y tener beneficios. “Se puede echar para adelante  trabajando todos juntos y buscando alternativas”, manifestó Segundo.

Recuadro

La Empresa Talabartería Thaba (del grupo de la Industria Ligera, del Ministerio de Industrias) es una entidad autofinanciada, que cuenta con 11 unidades empresariales de base (ueb), 4 de ellas dedicadas a la producción y el resto a los servicios. Tienes talleres productivos en Pinar del Río, Artemisa, La Habana, y Las Tunas.

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