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Armando Johnson: Entre la sorpresa y la realidad

Debemos ser franco desde la primera línea. La designación de Armando Johnson como director de los equipos Cuba para el Clásico Mundial del 2023 y a todos los eventos internacionales hasta el 2024 sorprendió al 99 % de peloteros, entrenadores, especialistas y aficionados.

Armando Johnson (Foto: Boris Luis Cabrera)

No fue una carta sacada bajo la manga porque el mentor pinero es bien conocido por sus años de experiencia y resultados, pero para un puesto como el que ocupará transita de la sorpresa a la realidad. Hay que dejar también por sentado que la Federación Cubana de Béisbol (FCB) cumple con lo recogido en su aprobada estrategia: elegir un mánager para el conjunto nacional de los que actuaron en la Serie Nacional, el cual no podrá dirigir en la venidera campaña.

Según lo explicado en entrevista televisiva por Juan Reinaldo Pérez Pardo, Presidente de la FCB y comisionado nacional, se valoraron hasta el último minuto varios nombres. ¿Qué marcó la diferencia con otros nombres como Carlos Martí, Armando Ferrer, Eriel Sánchez, Pablo Civil y Pedro Jova por solo citar los más visibles en cuanto a premios en casa?

Reitero que no existe duda sobre los conocimientos técnicos y relaciones humanas de Mandy Johnson para armar equipos competitivos. Ahí está su historia con la primera medalla para la Isla de la Juventud en series nacionales (bronce en 1999), así como podios internacionales en categorías juveniles.

La inquietud tampoco estriba en si lo merecía o no, pues todos los directores eran elegibles y su trabajo en la 62 serie (al regresar tras un periodo de inactividad) fue muy destacado, aunque no le alcanzó para incluir a la Isla de la Juventud en los play off.

Desde ahora sabemos que él no será el culpable de una actuación que se antoja bien difícil: avanzar del grupo inicial en el Clásico Mundial y recuperar las coronas centroamericana y caribeña en San Salvador, y panamericana en Santiago de Chile.

Para eso hay variables más altas como la conformación del equipo con jugadores de aquí y otros que se desempeñan en ligas profesionales; armar un cuerpo técnico actualizado en preparación deportiva, sabermetría y otras tendencias; así como elaborar un correcto diseño de topes preparatorios y un entrenamiento ajustado a lo que se hace hoy en el mundo beisbolero.

Desde lo personal y a sabiendas de que no era lo recogido en la mencionada estrategia de la FCB, hubiera preferido al frente del equipo nacional a Alfonso Urquiola o Germán Mesa por razones de probada experiencia en ligas profesionales con podios y reconocimientos masivos. Para los directores de nuestras Series nacionales dejaría las Series del Caribe, torneos en Holanda u otros por invitación o las categorías sub-23, sub-18 y sub-15 como viene haciéndose ahora.

Siempre ha resultado polémico en Cuba la nominación del responsable que armará una alineación, tomará decisiones en cada juego y cargará siempre con las culpas de la derrota y el anonimato de las victorias en la mayoría de las ocasiones. Sobre esa ingratitud también se levantan nuestros managers por años.

Para Johnson queda ahora nuestro respaldo porque ya pasó de la sorpresa a la realidad. Nos parece que mantenerlo al frente del equipo sub-23 para el mundial venidero era más consecuente que esta promoción.

Sin embargo, en espera de algún comentario oficial y las primeras impresiones o líneas de trabajo que ejecutará el pinero, lo más urgente pasa por la Liga Elite (único certamen antes del Clásico y los Juegos Centroamericanos y del Caribe), que ya levanta más de una roncha en cuanto a posibles ausencias y la testarudez de mantener nombres no aceptados por buena parte de la afición.

Johnson lo debe saber igual. Y al compromiso contraído le asaltarán muchas preocupaciones como es lógico. Todos ponderamos además su excelente química para comunicarse con los peloteros y hacer team work. ¿Bastará con eso? Ojalá, aunque no lleguen las preseas o Copas, logre devolver una selección Cuba alegre, divertida y cuya única presión sea jugar con desenfado y virtuosismo. Con eso tendrá garantizado el aplauso de este pueblo.

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