Cargando...“Ninguno de nosotros sabe más que todos nosotros juntos”, sentenció el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez al abordar el papel del movimiento sindical en la solución de los problemas económicos y sociales que enfrenta el país.
Al intervenir en el pleno del Comité Nacional del Sindicato de Trabajadores de Energía y Minas (SNTEM), el también Primer Secretario del Comité Central del Partido, razonó sobre la importancia de hacer política mediante la labor sindical para conseguir la participación activa de los trabajadores en la toma de decisiones.
Para conseguir ese propósito resaltó la necesidad de tomar en cuenta la cultura y la historia de la nación cubana, su ética y valores, que deben partir en primer lugar del antimperialismo, para poder entender las causas de los fenómenos que nos afectan.
La solidaridad, la defensa de lo que es realmente justo, el vínculo permanente con los trabajadores, constituyen otros principios que resaltó el mandatario, como parte de la lógica socialista que el movimiento sindical debe defender.
Díaz-Canel apuntó que en la empresa estatal debe funcionar la democracia socialista, con la existencia de espacios y ambientes suficientes, propiciados por las administraciones, para que los trabajadores puedan decir lo que piensan, criticar, proponer soluciones que se incorporen a los planes, y luego participar en su implementación y control.
“A veces en las asambleas sindicales los administrativos solo dicen los indicadores que les conviene, y el sindicato no puede permitir eso”, censuró el máximo dirigente político, quien ponderó la necesidad de la mayor transparencia administrativa.
Explicó que el trabajo sindical debe contribuir a desmontar la lógica imperialista para destruir la Revolución mediante la asfixia económica, la cual busca producir un descontento popular que no identifique el origen de las dificultades y responsabilice al Estado y el gobierno, para así poder cambiar el sistema político.
El Presidente se preguntó hasta dónde habría llegado Cuba sin el bloqueo estadounidense impuesto por más de seis décadas y recrudecido en los últimos tres años en medio de una pandemia, si en esas condiciones tan difíciles la Revolución ha logrado avances sociales que no poseen otros países de mayor desarrollo económico.
“El capitalismo busca salida a sus problemas con guerras”, dijo en referencia a la actual crisis bélica en Europa, con un impacto muy negativo en los precios del mercado internacional, lo cual para la Isla se combina además, con las más de 300 medidas de Trump que la actual administración de Estados Unidos mantiene en vigor, entre ellas la injustificada inclusión de Cuba en la espuria lista unilateral de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.
Señaló igualmente otras agresiones contra el país que forman parte de esa enorme campaña de descrédito hacia la Revolución cubana, tales como la demonización de las nobles misiones de ayuda médica, el incumplimiento de los acuerdos migratorios para estimular un éxodo masivo, los obstáculos para adquirir combustibles y equipamiento para las termoeléctricas o hasta el oxígeno en medio de la Covid-19.
“El objetivo es hacer que la gente se sienta mal y lo asocie con insuficiencias nuestras”, advirtió, sin negar que muchas cosas es posibles hacerlas mejor.
El papel de los trabajadores del SNTEM también fue resaltado por Díaz-Canel, quien calificó al sector como uno de los de mayor importancia para la economía.
Al respecto, exhortó a abordar el tema energético con mayor intencionalidad y análisis más integrales, sobre la base de la innovación científica y tecnológica.
Abundó además en la estrategia para la recuperación de la capacidad de generación eléctrica del país, a partir de incrementar los mantenimientos, realizar nuevas inversiones e impulsar del empleo de fuentes renovables de energía.
Una mayor participación de las mujeres y los jóvenes dentro de esas industrias fue otro de los planteamientos del mandatario, que también indicó construir y reparar viviendas para los trabajadores, laborar en parcelas de autoconsumo para producir alimentos con destino a los comedores obreros y la venta a las familias, entre otras acciones que pueden mejorar la satisfacción laboral.
En similar línea de pensamiento, el secretario general de la CTC, Ulises Guilarte De Nacimiento, había insistido durante el debate sobre la importancia de hacer evaluaciones más precisas desde la óptica sindical sobre las oportunidades que ofrece la mayor autonomía otorgada a las empresas estatales.
El también miembro del Buró Político del Partido informó que se destinará un nivel de recursos financieros para próximamente producir tres mil transformadores que mejoren la red eléctrica, y conminó a aprovechar mejor la actual alza de los precios del níquel, cuya producción física se incumple.
En las condiciones de ese feroz bloqueo, el Sindicato debe contribuir al análisis sobre cuánto más se puede hacer para elevar la eficiencia, que se traduzca en mayores ofertas de bienes y servicios, para así incidir en la actual inflación y valorizar el salario, argumentó el máximo dirigente sindical.
Durante el pleno, los sindicalistas expusieron las dificultades con que se trabaja en estos momentos en no pocos de sus colectivos, aunque resaltaron la disposición de los trabajadores en la búsqueda de soluciones y alternativas productivas para mejorar los parámetros técnicos y las utilidades de sus respectivas empresas.
“Ahora ya no recibimos los elogios que la población nos ha dado cuando hemos enfrentado las consecuencias de los ciclones, pero damos la cara y tratamos de llevar la información oportuna para que la insatisfacción sea lo menos posible”, apuntó Alejandro Desdín Hidalgo, secretario general del buró sindical de la Empresa Eléctrica de Las Tunas.
Ignacio Medrano Fernández, director de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas, explicó la complejidad de las labores para resolver las interrupciones en la generación, que en gran medida se minimizan por la capacidad que tiene el país de fabricar más del 70% de las partes y piezas de una termoeléctrica.
“No estamos contentos, cada máquina que sale del sistema constituye un nuevo reto para nuestros más de 4 mil trabajadores en ocho provincias, que trabajan las 24 horas cuando se produce una avería”, expresó.
Al concluir el pleno, en el cual participaron también el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés y el Ministro de Energía y Minas Liván Arronte Cruz, fue reconocido con la Distinción Ñico López el compañero Emilio León Barroso, jefe de equipo de contingencia de la Empresa de Transporte de Hidrocarburos y derivados por Ductos, quien lideró el montaje de las bombas de enfriamiento del sistema contra incendio en la base de supertanqueros de Matanzas.
También resultó estimulada con el sello 80 Aniversario de la CTC la compañera Gladys Pérez Diéguez, dirigente sindical por más de 20 años, ocho de ellos en el secretariado nacional del SNTEM.
