Icono del sitio Trabajadores

Los sindicatos como parte de la solución

Por Yolanda Molina Pérez

¿Qué hacer desde los sindicatos para estimular la producción, revertir los indicadores negati­vos en las empresas con pérdidas, contribuir a la creación de empleos y ser protagonistas de la actualización del modelo económico cubano?

Promover la utilización de los recursos endógenos en la producción de bienes y ofertas de servicios, así como estimular la creatividad, son prioridades para el movimiento sindical. Foto: Pedro Paredes Hernández

Esas fueron las interrogantes que marcaron el diálogo que sostuvo Ulises Guilarte De Naci­miento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la Central de Trabaja­dores de Cuba, con dirigentes de la organiza­ción, en Pinar del Río.

Durante el encuentro se interesó por cono­cer las experiencias positivas, incluso cuando todavía no arrojan los resultados esperados, pero se avizoran soluciones y hay participación colectiva en la toma de decisiones.

El acompañamiento que se ofrece a las nue­vas formas de gestión, especialmente a las mi­cro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), el impacto de estas en la creación de empleos y la necesaria motivación a sus trabajadores para que se afilien, fue otro tema ampliamente de­batido ante el pronosticado incremento de tra­bajadores en el sector no estatal.

Recalcó la importancia de que el sindica­to forme parte de los consejos de dirección y el papel que les corresponde desempeñar en este espacio, donde son los representantes de la asamblea.

Con más de 20 empresas que reportan pér­didas en el primer semestre del año, una dis­minución de la incorporación al empleo con respecto al año precedente y varias entidades que ni siquiera generan los ingresos suficientes para el pago de salarios, es harto evidente que todos los actores que tributan a la economía están urgidos de un accionar más oportuno y efectivo.

Sin duda los sindicatos deben y pueden ser agentes de cambio, pero para ello la organiza­ción ha de revitalizarse desde la base, despo­jarse de rutinas que les impiden asumir el pro­tagonismo que les compete en un país donde predomina la propiedad social sobre los medios de producción, lo que les confiere a los trabaja­dores la condición de dueños.

Hay ejemplos que demuestran cuánto se puede lograr, desde convertir la actual crisis energética en una fortaleza, al elaborar carbón, hasta encadenamientos de empresas con traba­jadores no estatales que importan los insumos para determinada prestación de servicios; pero no se avanza por igual en todos los sectores o escenarios.

Algunos con situaciones más complejas que en otros, lo cierto es que la flexibilización otor­gada al sector empresarial estatal tiene una insuficiente implementación, lo que limita el aprovechamiento de oportunidades que gene­rarían ingresos, lo que también se revierte en salario y beneficios para el colectivo.

Entre los asuntos pendientes de los sindica­tos está lograr que se utilicen sistemas de pago que beneficien en mayor grado a los directos a la producción, asimismo impulsar el empleo de la modalidad de trabajo a distancia y otras al­ternativas que tributen a mejorar los indicado­res de eficiencia.

Fortalecer el funcionamiento de la or­ganización es llevarla a la primera línea de combate en la batalla más importante que se libra hoy en Cuba, la económica, y en ello Pi­nar del Río todavía cuenta con potencialida­des por explotar.

Compartir...
Salir de la versión móvil