Cargando...Todavía estamos en los días en que pueden ocurrir incrementos casos de dengue en el país, lo cual es un hecho recurrente por esta etapa del año, y del cual existen experiencias de cómo enfrentar y controlar la situación.
Si bien Cuba ha logrado sortear los peligros de la letal pandemia con vacunas propias, la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti también puede provocar la muerte.
Por esa razón, el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda insiste:
en la importancia de prestar atención ante el más mínimo signo de alarma que pueda aparecer, sobre todo entre el tercer y el séptimo días de los primeros síntomas, como son vómitos reiterados, edema o hinchazón, dolor abdominal intenso, irritabilidad, somnolencia y sangrado.
No debemos confiar la tarea del enfrentamiento el mosquito vector a una institución, ni siquiera a varias, pues se trata de un asunto que debe considerarse como que atañe a todos. Al respecto, el titular de Salud considera:
Y en ese propósito nos corresponde a todos actuar con responsabilidad en el control vectorial, tanto en las comunidades como en los centros laborales, para evitar la proliferación del mosquito. La autorresponsabilidad individual y familiar también es clave para contener la propagación de esta enfermedad.
En ese tema, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, llamó a:
cumplir las medidas sanitarias del Minsap para evitar la propagación de la Covid-19 y el dengue.
Y agregó:
El autofocal, el pesquisaje diario, el lavado de las manos, eliminar el enyerbamiento y la acumulación de agua, no permitir la entrada al centro de estudiantes y trabajadores con fiebre u otros síntomas, son medidas que debemos aplicar permanentemente
En resumen: no podemos descuidarnos ante el causante de la enfermedad pulmonar de la Covid-19 aunque el tamaño del SARS-CoV-2 es tan insignificante que cuando mayor cantidad del nuevo coronavirus había en el mundo, todos cabían sobradamente en una cuchara.
Tampoco podemos bajar la guardia ante el insecto que si bien es capaz de enmascararse entre otros tipos de mosquitos, no solo causa irritación por la picazón y los zumbidos, sino también puede provocar muertes.
Pudiéramos considerar que el actuar colectivo ante el Aedes aegypti puede ser tan eficaz con las vacunas contra la pandemia, pues es posible lograrlo mediante una acción tan sencilla y barata como impedir el acceso a las aguas donde pueda desovar.
No es nada complejo destruir las condiciones en que el mosquito pueda depositar sus huevos, lo que sí resulta más complicado es despertar la voluntad de todos para hacerlo, y es algo que se puede.
Si ese insecto no encuentra cómo reproducirse, tampoco habrá dengue ni las otras enfermedades que transmite.
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De acuerdo, las evidencias y enseñanzas son contundentes. El bloqueo yanqui y la sumisión de sus seguidores lacayos; de silenciosos y asustados cómplices en círculos empresariales nos sigue limitando en insumos que antes adquiriamos favorecidos por «la distribución socialista internacional del tarabajo» de donde provenían muchos insumos para librar campañas masivas del Estado. Ahora, bajo nuevos escenarios se exige más del esfuerzo comunitario e individual cuestión que es comprensible; igual hacemos con pedir lucha de contingencia en la actividad en centros de laborales.
Pero, por qué no estimular a algunas de nuestras «pimes» que ocupen ese espacio vacio de nuestro mercado para ofertar instromentos y aparatos tradicionales en nuestras viviendas para la lucha contra vectores. Hasta cuando debemos importar ese tipo de intrumentos de apoyo familiar.
Gracias.
el animal más letal del mundo es el mosquito, responsable de la muerte de más de 725.000 personas cada año. El dengue hemorrágico sin tratamiento causa la muerte hasta en el 50 por ciento de los casos. Los cuatro serotipos de dengue circulan a lo largo del país. La infección por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir. En Las Tunas el tratamiento adulticida en casos de personas sospechosas se limita solamente a aplicar el llamado bloqueo que consiste en fumigar la vivienda del sospechoso y una o dos viviendas al lado cuando se sabe que la hembra del mosquito Aedes aegypti puede volar varias cuadras e infectar a más personas, por lo tanto le técnica del bloqueo que se aplica es ineficaz y eso se ha probado en mi barrio en Casa Piedra, ya que en una cuadra donde hay enfermos por dengue y se aplica el bloqueo no detiene la trasmisión, pues a los pocos días siguen apareciendo más caso. Para detener la infección hay que aplicar una radioavatida en toda la manzana y más allá o sea en el reparto completo como se hizo en el año 2002. Movilizar a los reservistas para crear brigadas de fumigación, incorporar a las empresas estatales en esta batalla. La lucha contra este vector es costosa, pero hay que evitar a toda costa que la enfermedad se propague.
De acuerdo, las evidencias y enseñanzas son contundentes. El bloqueo yanqui y de sus seguidores lacayos o de silenciosos y asustados complices en círculos empresariales nos sigue limitando en insumos que antes adquiriamos favorecidos por «la distribución socialista internacional del tarabajo» de donde provenían muchos insumos para librar campañas masivas del Estado. Ahora, bajo nuevos escenarios se exige más del esfuerzo comunitario e individual cuestión que es comprensible; igual hacemos con pedir lucha de contingencia en la actividad en centros de laborales.
Pero, por qué no estimular a algunas de nuestras «pimes» que ocupen ese espacio vacio de nuestro mercado para ofertar instromentos y aparatos tradicionales en nuestras viviendas para la lucha contra vectores. Hasta cuando debemos importar ese tipo de intrumentos de apoyo familiar.
Gracias.