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Vamos Campeón, otra vez con el corazón

Siempre recuerdo como un gesto de especial delicadeza su llamada telefónica tras la presentación del libro Medallas al Corazón. “Yoelito, gracias por invitarme, la pasé muy bien. Yo soy tu amigo”. Por supuesto, le corregí de inmediato: “Alberto, el agradecido soy yo, porque para mí es un honor que tú me consideres dentro de tus amigos”.

Cuando Juantorena hizo lo que ningún otro atleta ha podido imitar en Juegos Olímpicos: ganar 400 y 800 metros en una misma edición, tenía espendrú y zancadas de  dos metros y 74 centímetros. Corría con ropa deportiva marca Batos y este periodista apenas tenía un año de nacido.

Esas carreras las ví por vez primera cuando a los 10 años del acontecimiento vi a mi abuela llorar de emoción con la repetición de las dos vueltas óvalo y la descripción antológica de Héctor Rodríguez: “ahí viene Juantorena con el corazón…” Tiempo después lo conocí y me regaló una de las entrevistas más fabulosas en mi carrera periodística.

Pero desde este viernes 12 de agosto, precisamente 40 años después de otra hazaña: el remate de película con el que dio el oro del relevo 4×400 a Cuba en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, una noticia tiene en vilo a los amantes del deporte en Cuba y a muchos en el mundo: la salud del bicampeón olímpico Alberto Juantorena.

Ingresado en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí y reportado de crítico estable hasta este domingo, el Presidente de la Federación Cubana de Atletismo pasa por una carrera inesperada y otra vez parece escucharse la voz de Héctor. Solo que ahora no tiene rivales a su alrededor, no mueve las piernas y los ojos tampoco expresan alegría.

A los 71 años de edad, Juantorena es un símbolo del deporte cubano y de aquella generación atlética que fundaba un país desde hazañas cotidianas. En el 2021 estuvo invitado en el periódico TRABAJADORES para premiar a unos concursantes con un par de zapatillas firmada por él. Aprovechamos para escucharles vivencias poco conocidas sobre su relación con los rivales cuando corría y los consejos que siempre le dio Fidel.

En aquella oportunidad había salido de un catarro y se cuidada con esmero de la Covid-19, que ahora lo sorprendió tras participar en el campeonato mundial de atletismo. Los médicos, sus amigos y toda Cuba estamos al tanto de cada parte como ese familiar cercano que ayer saludamos y hoy está lleno de aparatos para salvarle la vida.

Solo una frase desde la admiración puedo decirle ahora a mi amigo: “vamos campeón, otra vez con el corazón, vamos campeón…”

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