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Voleibol cubano regresó a donde siempre debió estar

El pulso fue tremendo, entre otras cosas porque chocaron dos selecciones de gran nivel, que a pesar de tener algunos matices de juego diferenciados, estaban unidas por un sueño en común: clasificar a la Liga de Naciones de Voleibol (antes Liga Mundial).

Pero apuntemos lo que debió encabezar este trabajo y a partir de ahí dialogar. Cuba resistió al ejercicio de supervivencia que le planteó Turquía y plantó su bandera en la Copa Challenger, que tuvo como sede a Corea del Sur.

Los parciales de 25-17, 23-25, 25-20 y 25-20 demuestran que la porfía fue larga, interesante y a ratos muy equilibrada, muestra del formidable nivel que exhibieron ambos finalistas durante la justa.

Toda buena orquesta tiene solistas dignos de reverenciar. En el equipo patrio volvió a decir presente Miguel Ángel López, que firmó 20 puntos, 16 por ataque, dos por bloqueo e igual cantidad gracias a su poderoso saque.

Le apoyaron Jesús Herrera, autor de 19 unidades, el central Roamy Alonso y el atacador auxiliar Osniel Mergarejo con 12 y 11 rayas, respectivamente.

La conquista de la Copa Challenger ratificó un puñado de aciertos que las máximas autoridades del voleibol nacional han apoyado durante los últimos años. Prefiero resaltar dos muy significativos a lo largo de este proyecto competitivo: el retorno a la selección mayor de figuras que no estaban en el país y deseaban jugar por los suyos, y la importancia de ampliar la exportación de nuestro talento a las principales ligas del mundo (siempre con la idea de que engrosen las filas del Cuba cuando se les necesite).

Triunfar en un certamen de esta envergadura obliga a redoblar esfuerzos. El objetivo final tiene nombre propio y pesado, Paris 2024, sede de los Juegos Olímpicos y escenario propicio para que nuestros voleibolistas cumplan un sueño, que por muchos años ha sido pesadilla (desde Río de Janeiro 2016 no se participa en citas de los cinco aros).

Antes habrá espacio para moldear y curtir más el grupo. Los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador y los Juegos Panamericanos en Chile en el 2023, serán termómetros para medir lo anterior.

Ahora disfrutemos de la última buena noticia que nos han dado los muchachos del voleibol. Ojalá continúen llegando alegrones en una disciplina repleta de linda historia y resultados. En fin amigos, vale la pena repetirlo sin cansarnos ¡Por fin Cuba regresó a donde siempre debió estar!

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