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Hay que guapear la economía

Por Ramón Barreras, Ana Margarita González y Evelio Tellería

Misael Rodríguez Lla­nes, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cons­trucción (SNTC), considera que es el momento que cada colectivo laboral conciba el plan con inteligencia.

Foto: Yuleiky Obregón

Señaló que las 43 medi­das orientadas por la máxi­ma dirección del país para perfeccionar la empresa es­tatal socialista dan muchas posibilidades de robustecer la gestión de los directivos y la labor del sindicato y de los trabajadores.

Hemos insistido en que no se trata de hacer solo acto de presencia, pues hay que guapear la economía. Cada albañil, plomero, pro­yectista, tornero, operario, arquitecto… debe sentir y aprovechar la posibilidad que se le ofrece. Están en el derecho de preguntar, no limitarse, abordar los temas que les interesen, proponer cómo aumentar la producción y mejorar los servicios con lo que conta­mos, enfatizó.

Hay que eliminar la im­provisación y lograr que las características del momen­to en que vivimos no nos lleven a realizar un encuen­tro para salir del paso, dijo. Debe tenerse en cuenta el horario, las condiciones del local y los asuntos a abor­dar. El diálogo entre em­pleadores y empleados no puede ser solo de números para arriba y para abajo.

Los constructores e hi­dráulicos deben apreciar que sus planteamientos, derivados del proceso ante­rior, no quedaron pendien­tes. En lo que se acuerde en la asamblea hay que darle respuesta, recalcó.

 

Enfoque emprendedor para nuevas proyecciones

Según explicó Yaquelín Baños Torres, secretaria general del Sindicato Na­cional de Trabajadores de Industrias (SNTI), estas reuniones deben consti­tuir un espacio de inter­cambio para razonar sobre la recuperación de la in­dustria nacional, identifi­car las fortalezas y reser­vas que existen en cuanto a la ampliación del objeto social de la entidad, la di­versificación de sus ren­glones, el impulso a los programas inversionistas y la búsqueda de financia­mientos propios.

Consideró también de particular interés por su im­portancia estratégica la sus­titución de importaciones, “no solo de productos, sino también de materias primas y favorecer los encadena­mientos productivos entre el sector estatal y privado”.

La dirigente sindical insistió en la necesidad de evaluar el estado de los acuerdos del proceso ante­rior a los cuales por asun­tos asociados a financia­mientos no se les ha dado solución.

Igual connotación re­viste en los análisis colec­tivos el incremento de las exportaciones de bienes y servicios hacia mercados seguros, así como continuar produciendo con los recur­sos que tenemos y el apoyo protagónico y decisivo de nuestros innovadores y ra­cionalizadores, aseveró.

A pesar de la compleja situación financiera, pre­cisó: “Resulta vital que los trabajadores hagan pro­puestas y emitan criterios, convencidos de que tales sugerencias, iniciativas y opiniones deben revertirse en estabilidad en el empleo, incremento salarial y mejo­res condiciones laborales”.

No menos acuciante es, al mismo tiempo, “dar­les una atención priori­taria a las entidades que cierran con pérdidas y no tienen su contabilidad certificada”.

 

Con visión innovadora

William Licourt González, secretario general del Sin­dicato Nacional de Traba­jadores Azucareros, exaltó que este momento es clave para que los trabajado­res expresen sus criterios acerca de los recursos y garantías para respaldar la recuperación de la agro­industria; es derecho del sindicato exigir partidas o acápites del plan y el apro­vechamiento de bondades contenidas en las 93 medi­das aprobadas para salvar el sector.

Dadas las circunstan­cias de la economía cuba­na “el plan demanda una visión innovadora para cumplir las indicaciones del Gobierno”, se afirma en las orientaciones emitidas para asegurar la calidad del proceso en las entida­des del sector, y habrá que ir resolviendo deudas con los trabajadores e impagos de la última zafra.

Iván Domínguez, miembro del Secretaria­do Nacional del Sindicato Azucarero resaltó el es­fuerzo de los trabajadores, que han vuelto al corte y alza manual de la caña y buscan alternativas para paliar las escaseces, aun­que insistió en recobrar la disciplina, enfrentar las manifestaciones negativas y elevar la producción de caña, imprescindibles para salvar renglones vitales.

Corresponde al sindi­cato “motivar, organizar, exaltar el sentido de perte­nencia; insistir en la diver­sidad de las producciones (agrícolas e industriales), ampliar la vinculación con los territorios, sembrar caña con calidad y atenderla ade­cuadamente”, aseveró.

Los planteamientos realizados en las asam­bleas se relacionan con li­mitaciones de recursos de todo tipo, problemas eco­nómicos, cadenas de impa­gos y falta de liquidez para el pago a los productores. No se implementan las 93 medidas adecuadamente y ocurren violaciones en los sistemas de trabajo, con­cretó Iván.

Los azucareros están urgidos de aprovechar las capacidades de producción, de los encadenamientos y maximizar la eficiencia y rentabilidad sobre la base de planes y presupuestos objetivos.

 

La opción es trabajar

Las asambleas para las propuestas del plan y el presupuesto del año 2023, efectuadas en el sector agropecuario, forestal y ta­bacalero respaldan el com­promiso de sembrar más y buscar mayores rendimien­tos por hectárea.

Así lo informó Carlos Cruz Pagán, miembro del Secretariado Nacional del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros (SNTAFT), y precisó que en los colec­tivos también se han pro­puesto alternativas para paliar los déficits de insu­mos.

Son bases para la ela­boración de los planes la disminución del coeficien­te importado, la atracción de la inversión extranje­ra, dirigiéndola a sectores priorizados; avanzar en el programa de soberanía alimentaria y proyectar in­crementos en la producción con recursos endógenos.

En las asambleas se hace énfasis en la necesidad de apropiarse de las medidas aprobadas para dinamizar la producción; los destinos de las utilidades sobre todo en la distribución a los tra­bajadores, el pago por alto desempeño, la estimulación y la reparación de viviendas, puntualizó Cruz Pagán.

Comentó que se arras­tran problemas desde la eje­cución del plan del 2022, al­gunos relacionados con los precios de compra y venta del café en las cuatro pro­cesadoras del país y los del huevo de gallina, los precios de venta del pienso impor­tado, del arroz cáscara hú­medo y el de venta al Minis­terio de Comercio Interior, que originan pérdidas a los productores; y los presu­puestos para la conserva­ción en las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial, (Osde), Flo­ra y Fauna, y Agroforestal afectan a los trabajadores.

Entre las limitaciones que lastran el desempe­ño de los trabajadores se mantienen la falta de com­bustibles, de plaguicidas e insumos básicos para las campañas agrícolas; la falta de preparación de muchos atenta contra la productividad, eficiencia, calidad de los productos, mientras la inadecuada or­ganización del trabajo re­duce el aprovechamiento de la jornada laboral.

“En las condiciones ad­versas que caracterizan el actual contexto económico es impostergable explotar las reservas internas y me­jorar la planificación, sin poner límites al crecimien­to productivo”, destacó.

Consideró que el sin­dicato tiene la capacidad para movilizar, representar a los trabajadores, garanti­zar su participación en los procesos de elaboración del plan y el presupuesto. “La opción es trabajar, trabajar y trabajar”, enfatizó el di­rigente sindical.

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