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Aportes en la cantera

Es difícil imaginar a la jo­ven ingeniera en minas, Arenys Morales González al frente de la unidad empre­sarial de base (UEB) Servi­cios Mineros de Cienfuegos, que explota y comercializa materias primas y mineras para la industria del ce­mento, como caliza, marga, zeolita, perdigón de hierro y otras.

Santos Benítez Benítez y Arenys Morales González. Foto: Ramón Barreras Ferrán

Y no es porque los jóve­nes no sean capaces de diri­gir a un colectivo de traba­jadores, sino por la rudeza y características del trabajo que ejecutan sus miembros.

La también Máster en Minería se desenvuelve en­tre grandes equipos pesados, explosiones, polvo y una ten­sión notable, pues la entidad que conduce abastece a la mayor fábrica de cemento del país.

Cada jornada es un reto, asegura la directiva, porque cuentan con equi­pos de gran porte, como ca­miones con capacidad para 60 y 40 toneladas, cargado­res, máquinas perforado­ras, retroexcavadoras, un martillo rompedor, todos con muchos años de explo­tación y por eso y el rigor de las labores se presentan roturas con frecuencia.

Entonces aparece de in­mediato, como rayo de luz, la actividad innovadora. “La UEB tiene 213 traba­jadores y de ellos 41 están asociados al Comité de In­novadores y Racionalizado­res (CIR). Por las caracte­rísticas de los equipos casi todas las piezas que nece­sitan deben ser importadas y es conocida la situación financiera del país y el da­ñino bloqueo de los Estados Unidos.

“Generalmente, las so­luciones que buscamos son inmediatas y mientras se solicita y trae una pieza, hay que hallar alternativas para garantizar que no se detenga el suministro a la fábrica, de lo contrario se detienen las operaciones”.

En la reciente Expo de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionaliza­dores (Anir) titulada Solu­ciones Cuba, los creadores de esa entidad presentaron una rampa de acceso den­tro de la cantera, ejecutada en el yacimiento principal, que posibilitó disminuir la distancia a recorrer por los equipos. Realizaron otro aporte que sirve para recu­perar los barrenos con los que se hacen las voladuras, pues en tiempos de lluvia se tupían con frecuencia y había entonces que trasla­dar la máquina voladora, lo cual se hacía peligroso. “Ahora aprovechamos al máximo los explosivos y gastamos menos tiempo y combustible”, explicó la in­geniera.

 

Mantener el 100 por ciento

Santos Benítez Benítez acumula más de 30 años de trabajo ininterrumpido en ese colectivo. Su experien­cia y voluntad resultan muy valiosas para que no se in­terrumpa el suministro de materia prima a la planta cienfueguera.

“La escasez de piezas nos obliga. Nuestra labor es muy técnica, pero encon­tramos soluciones para ga­rantizar que el 100 % de los equipos estén siempre de alta. Nuestra divisa es man­tener la tecnología activa, pues no puede afectarse la producción”, afirmó.

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