Icono del sitio Trabajadores

Cuidar la salud para divertirnos mejor

La temporada veraniega toca a la puerta y aunque el refranero popular diga que Cuba es un eterno verano, es en julio y agosto donde las altas temperaturas y las lluvias son constantes y pueden resultar perjudiciales si no se extrema la prevención ante las enfermedades comunes en estos meses.

 

 

Cuadros diarreicos, intoxicación alimentaria, deshidratación, quemaduras solares, alergias y picaduras resaltan entre las más frecuentes, donde la primera constituye un problema importante a nivel mundial, una infección del tracto digestivo ocasionada por virus, bacterias o parásitos, cuyo principal síntoma es la diarrea.

En una entrevista, el doctor Francisco Durán explicaba que las lluvias generan esas enfermedades diarreicas agudas porque el agua se contamina, se pone turbia, arrastra con las lluvias microrganismos y partículas que incrementan esos cuadros.

Además, en estos períodos aumenta la presencia de moscas en el ambiente, las cuales trasladan bacterias de un lugar a otro, se posan donde menos uno se imagina y luego lo hacen en nuestros alimentos, y esta infección se trasmite por alimentos o agua de consumo contaminados, o bien de una persona a otra como resultado de una higiene deficiente.

Y como si fuera poco, las precipitaciones también favorecen los criaderos de mosquitos, cucarachas y otros insectos, por tanto debemos incrementar las medidas higiénico sanitarias dentro de casa y también fuera de ella, ¿cómo? Mantener limpios y tapados los recipientes que pudieran convertirse en focos, recoger los patios, no acumular basura ni arrojar desechos comestibles en la calle o espacios públicos como parques, playas, cines.

También se recomienda hervir el agua y agregarle hipoclorito de sodio al 1%, lavarse las manos cada vez que use el baño y antes de comer, así como lavar los alimentos antes de ingerirlos; no olvide prevenir, pues aún vivimos en un contexto mediado por el coronavirus, donde la gripe afecta comúnmente a la población.

Por otro lado, las altas temperaturas provocan que las comidas pierdan muy rápido su grado de conservación y podríamos consumirlas sin estar óptimas, sobre todo cuando vamos a la playa, ríos, y llevamos merienda o almuerzo, que consumimos horas después de su elaboración, lo cual no es prudente.

Para evitar enfermedades transmisibles durante estos meses, deberán incrementarse las exigencias y supervisiones en todas las instalaciones gastronómicas, ya sean estatales o no, y de igual manera, los trabajadores y encargados de dichos lugares velar por la correcta elaboración, almacenamiento y conserva de los productos comestibles, así como la limpieza de los locales, en particular de los baños.

Tomar bastante líquido para evitar la deshidratación es otra de las recomendaciones en medio del intenso calor, donde el riesgo de deshidratación es alto. De igual manera protegernos de los rayos solares, utilizar ropas frescas y que nos cubran hombros, brazos y pecho; gorras, sombreros, gafas de sol para resguardar el rostro, y usar cremas de protección solar para evitar quemaduras, son solo algunos consejos efectivos.  (Tomado de Victoria)

Compartir...
Salir de la versión móvil