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Actuar a tiempo

Las sirenas de las ambulan­cias rompieron el silencio en los alrededores del Hos­pital Universitario Clínico-Quirúrgico General Calixto García y, cuando todavía estos vehículos de emer­gencias no habían llegado al cuerpo de guardia de esa instalación, entre los pa­cientes y acompañantes que allí aguardaban corría la voz del accidente ocurrido en el hotel Saratoga.

Ifrán Martínez Gálvez, subdirector quirúrgico del Hospital Universitario Clínico-Quirúrgico General Calixto García. Foto: Agustín Borrego Torres

El doctor Ifrán Martínez Gálvez, subdirector quirúr­gico del hospital, estaba pre­cisamente a esa hora en la sala de Observación del cuer­po de guardia, y recuerda que inmediatamente se orientó que se activaran las fuerzas y los salones de operaciones. A los pocos minutos aparecie­ron los primeros casos, cerca de 30. ¡Ahí empezó el bata­llar por la vida!

Para conocer el estado de los que aún aquí continúan in­gresados Trabajadores visitó la instalación este fin de semana, pero más que un parte (que, por demás, todos los días informa el Ministerio de Salud Pública) conocimos de primera mano la abnegación de ese colectivo que rápidamente comprendió la gravedad de los hechos. “La respuesta de los médicos, en­fermeros, camilleros, los tra­bajadores de laboratorio y de admisión, de los estudiantes, de los residentes extranjeros de diversas especialidades, ha sido incondicional, sensible”.

Los médicos —continuó Ifrán— que estaban de pos­guardia regresaron de sus hogares para apoyar; los jefes de servicio tomaron el mando de la situación para asistir también en las ciru­gías. Inicialmente llegaron 10 lesionados, luego minuto a minuto venían otros en las ambulancias. Se atendieron a más de 30.

“Se ha trabajado ardua­mente, muchos permaneci­mos en el hospital durante 48 horas brindando apoyo cien­tífico, humano, y la respuesta de la población y de los estu­diantes de la Universidad no se hizo esperar y aquí mismo donaron sangre”.

Hasta la víspera allí se mantienen ingresados tres pacientes, dos hombres y una mujer (dos de ellos re­portados de cuidado y uno de crítico estable), pero los especialistas prefieren no adelantar criterios, pues tal y como señaló Octavio Álvarez Benito, jefe del ser­vicio de Ortopedia y Trau­matología “en medicina es muy difícil decir ‘está fuera de peligro’, por las compli­caciones que pueden provo­car estas lesiones”.

Sobre el paciente repor­tado de crítico-estable brindó algunos elementos el doctor Richard Landy Coll Pérez, especialista de Primer Grado en Medicina Interna y traba­jador de la Terapia Intensiva: “Se le ha garantizado el su­ministro médico necesario (medicamentos, insumos, he­moderivados para transfun­dir). Ha tenido una evolución estable. Lo fundamental es tratar de salvarle la vida y brindarle un sostén a las fun­ciones vitales.

“Se ha actuado con pro­fesionalidad y tomado las decisiones a tiempo. Por la complejidad de estos pacien­tes se han involucrado otras especialidades, todos los jefes de servicios, e incluso, hemos tenido apoyo de enfermeros de otras instituciones”, agre­gó Coll.

En el caso de los meno­res de edad todavía hos­pitalizados en el Pediátri­co-Docente Juan Manuel Márquez, aportó detalles la doctora Dania Madiedo Pé­rez, especialista de Segun­do Grado en Urología y di­rectora de la institución.

Doctora Dania Madiedo Pérez, directora del Hospital Pediátrico Docente Juan Manuel Márquez. Foto: Agustín Borrego Torres

Narró que en horas de la mañana del fatídico 6 de mayo se comenzaron a reci­bir de manera paulatina los primeros niños accidentados en el hotel Saratoga. En total fueron 15, de los cuales cinco estuvieron en terapia intensi­va —entre críticos y graves— y 10 fueron hospitalizados en la sala de Cirugía con lesio­nes leves. “Cada cual llevó el tratamiento que requería en ese momento”.

Subrayó que este hospital pediátrico es de referencia para la atención de politrau­mas, por lo que cuenta con equipos multidisciplinarios integrados por cirujanos, neurocirujanos, ortopédicos y maxilofaciales, entre otros especialistas.

La doctora Dania co­mentó que el pasado Día de las Madres fueron dados de alta los 10 pequeños que es­taban en sala, y quedaron los cinco que permanecían en la terapia: Aarón —el pequeño de dos años que fue intervenido quirúrgica­mente en el Hospital Her­manos Ameijeiras, asisti­do también por pediatras e intensivistas nuestros—, Lorena, Marlon Orlando, Cristopher y María Ale­jandra, quien el miércoles último se le dio de alta.

Respecto a la labor de la institución en estos días refi­rió que ninguna obra es per­fecta: “Siempre queremos dar lo mejor y hoy lo más impor­tante es que ellos se hallen con vida, evolucionando bien, despiertos, estables, alimen­tándose de la mejor manera, acompañados de sus fami­liares. Se les está realizando una evaluación psicológica para tratar de que todos sal­gan de esta tragedia lo mejor posible.

“La respuesta de nues­tros profesionales de la sa­lud no podía ser otra. Nos formamos para salvar vi­das, y cuando logramos que la mamá, u otro familiar, se vaya con su pequeño vivo y sano, es una gran satisfac­ción”, enfatizó.

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