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Reclama ONU transición rápida hacia energías renovables

Nuestro planeta se encaminará hacia una catástrofe climática si no se emprenden rápidamente acciones globales contra el uso de los nocivos combustibles fósiles y se realiza una profunda transformación hacia el empleo de las energías renovables.

 

Los expertos reclaman alcanzar el pico en la quema de combustibles fósiles antes del 2025; y a partir de entonces realizar una pronunciada caída de los fósiles hasta lograr la transición hacia energías renovables y sostenibles para la mitad de este siglo. Foto: tomada de ExpokNews

 

La severa advertencia aparece contenida en el más reciente informe del Panel Intergubernamentales de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), reporte que constituye el tercero de una serie emitida desde el pasado año por este equipo de Naciones Unidas acerca de la grave amenaza existencial que gravita sobre la humanidad.

En esa entrega, publicada este mes, los autores centraron su atención en las posibles soluciones a la citada problemática. Es de recordar que en su primer informe, divulgado en agosto del 2021, señalaron a la especie humana como la gran responsable de esta situación, mientras que el segundo, publicado en febrero de este año, se centró en las consecuencias de esta crisis climática.

De acuerdo con los expertos, la solución del problema radica en el abandono de los combustibles fósiles, lo cual se fundamenta en el hecho de que la quema de esos materiales —como el carbón y el petróleo— genera los gases de efecto invernadero (GEI), cuya concentración en la atmósfera ocasiona el acelerado calentamiento que padece la Tierra.

Según el reporte del IPCC divulgado en febrero, los GEI han incrementado la temperatura media mundial en 1,1 grados centígrados (ºC) desde el período preindustrial (1850-1900); y de continuar la tendencia ascendente de este fenómeno, se frustrará el principal objetivo del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático: impedir que la temperatura supere los 1,5 ºC durante este siglo.

En el documento que ahora nos ocupa , los expertos del IPCC significan que una gran parte de los países no aplican las políticas climáticas requeridas para cumplimentar lo acordado en la capital francesa en el 2015, lo cual agrava el trastorno climático y acarreará desastrosas consecuencias para la especie humana y la vida toda en la Tierra.

Tras conocer sobre este inconsecuente comportamiento, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, se pronunció de forma contundente:

«El último informe del IPCC es una larga lista de promesas climáticas incumplidas. Algunos líderes gubernamentales y empresariales dicen una cosa mientras hacen otra. Están mintiendo. Es hora de dejar de quemar nuestro planeta», afirmó el titular de la ONU.

En su llamado a la actuación urgente y efectiva, el grupo de expertos puntualiza que se requiere alcanzar el pico de emisiones de los GEI antes del año 2025; y a partir de entonces realizar una pronunciada caída de esos gases durante 3 décadas, hasta lograr la transición hacia los modelos renovables y sostenibles para la mitad de este siglo, momento a partir del cual las dañinas emisiones tenderían a desaparecer.

 

El creciente empleo de las energías limpias o renovables, aunque a ritmos aún insuficientes, es indicador de los múltiples beneficios que representa esta modalidad energética. Foto: tomada de World Energy Trade

 

La exhortación de los científicos a concentrar los esfuerzos en desarrollar un tejido de energías renovables más fuerte a nivel global se ve favorecido por el impetuoso desarrollo tecnológico en materia energética: «Los costes unitarios de numerosas tecnologías de bajas emisiones han caído de manera continuada desde el 2010», afirma el IPCC.

Vale apuntar aquí que, según  reciente informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), las energías limpias o renovables continúan creciendo, y al finalizar el 2021 la capacidad de generación renovable global ascendió a 3 064 gigavatios (GW), aumentando el stock de energía renovable en un 9,1 por ciento. Ese crecimiento, aunque a ritmos aún insuficientes, es indicador de los beneficios económicos, medioambientales y sociales que representa esta modalidad energética

Aunque el informe del IPCC prioriza una reestructuración profunda del modelo de consumo energético global, también incluye otras medidas para evitar que los fenómenos extremos sean más intensos y frecuentes; y en este sentido, otorga una gran importancia a la restauración de los ecosistemas naturales, además de incidir en la agricultura y en un cambio de dieta beneficioso para el planeta.

Más allá del informe que nos ocupa, es ya mayoritaria —y continúa creciendo—  la preocupación de la comunidad científica y de la opinión pública mundial acerca de la amenaza existencial que representa el cambio climático en curso; por ello, es de esperar que no caiga en oídos sordos el llamado implícito en el vaticinio formulado en el presente informe del IPCC, cuando asegura que:

«…sin un fortalecimiento de las políticas que tengan como objetivo atajar la problemática de las emisiones de gases de efecto invernadero, se estima que estas crecerán más allá del 2025, llevando a un calentamiento global medio de 3,2 ºC hacia finales de siglo».

(Con información de sitios web National Geographic e IRENA)

 

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