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La polémica y tres penaltis acompañan la victoria 2-1 del Real Madrid ante el Celta.

El Real Madrid sufrió de lo lindo para ganar al Celta en Balaídos. Un triunfo que le reafirma en el liderato liguero y aparca un poco la debacle del Clásico. Eso sí, fue una victoria marcada por la polémica arbitral con tres penaltis señalados a favor del Real Madrid y un gol anulado al Celta, que era el 1-1. en el que la intervención del VAR fue decisiva. Cuatro acciones decisivas que propiciaron un triunfo muy importante de los blancos.

El Real Madrid salió a Balaídos con su ‘pájara’ habitual esta temporada. Vamos, que no se enteró que el partido había empezado ante un Celta que con un fútbol de toque, rápido y vertical estaba dominando a un Real Madrid sustentado, para variar, por Courtois.

El equipo gallego mandaba pero no marcaba, mientras el Madrid lo fiaba todo a la contra. Así estaba el partido cuando en el minuto 18, Nolito cometió el primer penalti de la tarde a favor del Real Madrid. Un penalti tonto sobre Militao, de esos que hacen los delanteros cuando defienden.

De nada le sirvieron las protestas de Nolito, sus compañeros y banquillo celtiña porque el penalti se lanzo y lo marcó Benzema en el minuto 19. Ese 0-1 cambió el panorama del partido. Le dio confianza a los blancos que comenzaron a tener el balón y eso ‘mató’ a un Celta que ya no llegaba tanto a la meta de Courtois que. a pesar de eso, siguió salvando a su equipo.

Así estaba el encuentro hasta que llegó el minuto 40 cuando el Celta empató con remate de Galhardo que paro Courtois, dio en poste y acabó entrando en la portería. Un gol que no subió al marcador porque Aspas, que acompañó la trayectoria del balón, estaba en fuera de juego y a juicio del VAR y del colegiado, molestó a Alaba a la hora de evitar el tanto. Indignación total en el Celta y alivio en el Real Madrid que llegó con ese 0-1 al descanso.

El Celta salió en la segunda parte con todo a por el empate y lo logró en el minuto 52 gracias a Nolito que culminó una gran jugada del ataque local. Al Real Madrid el tocaba volver a empezar ante un Celta que se fue a culminar la remontada. Los blancos lo estaban pasando mal, pero en el minuto 63, un nuevo penalti, esta vez de Murillo sobre Rodrygo le dio oxígeno.

O eso parecía porque Diluro le paró el lanzamiento a Benzema. Éxtasis total en Balaídos que veía que la victoria del Celta era posible. Un éxtasis que se convirtió en enfado al ver como el colegiado señalaba un nuevo penalti favor del Real Madrid. Esta vez, sobre Mendy que Benzema no falló y puso el 1-2 en el marcador en el minuto 69. El enfado celtiña era absoluto por las decisiones del colegiado y pasó a cachondeo en la grada pidiendo penalti cada vez que el Real Madrid estaba en el área local.

El Celta no bajó los brazos en ningún momento y lo dio todo buscando el gol del empate. Apretó a un Real Madrid incapaz de tener el balón para frenar de esa manera las ansias ofensivas de equipo local. Un Celta que encerró al Real Madrid en su área, pero de nada le sirvió porque los blancos se llevaron un triunfo sufrido y que le reafirma en el liderato liguero

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