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Termoeléctrica Antonio Guiteras: Guerrera de 34 años

A 34 años de su entrada en funcio­namiento el 19 de marzo de 1988, la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, del occidental territorio de Matanzas, acaba de sobreponerse a una rotura sin pre­cedentes en el área de la caldera, uno de sus equipos básicos.

En plenas labores de reparación. Foto: Leonardo La O

El percance, ocurrido el 17 úl­timo, en un lugar insólito, aguó el festejo por el cumpleaños del con­siderado bloque unitario de mayor eficiencia del país, pero no mermó la voluntad de quienes siempre responden a la hora buena, refiere Reynier Reyes, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Energía y Minas en la provincia.

Talento, pericia y entrega de los hombres y mujeres de este colectivo se mantienen igual tres décadas des­pués de que Fidel inaugurara la ter­moeléctrica, asegura. “El compro­miso con la Revolución y el pueblo lo demostraron solucionando la avería en solo cinco jornadas, a pesar de la complejidad de la rotura”.

Para el ingeniero Leonar­do La O Quiala, director de la unidad empresarial de base (UEB) Matanzas, de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas (Emce), experiencia y conocimientos se juntaron en el avance en la parte de la calde­ra donde se averiaron dos tubos, uno de los cuales perdió de 15 a 20 centímetros, provocando alto consumo de agua y la salida de la CTE del Sistema Electroenergé­tico Nacional (SEN).

Comandadas por Idael Curet Rivero y José Manuel García Al­fonso, dos brigadas con operarios de elevada calificación como sol­dadores y paileros, en turnos de 12 horas, desafiaron la altura de 24 metros en que se produjo el fa­llo, retaron las cenizas de vana­dio concentradas allí, el confina­miento y todas las posiciones por donde accedieron, hasta lograr el objetivo.

En medio de la tensión, si algo exigió extremo cuidado fue ex­traer el tubo lo más sano posible, sin daños a los que estaban a su alrededor, para luego usarlo como patrón, tarea en la que brilló el ta­ller de la base central de repara­ciones de la Emce.

A las doce de la noche en La Habana recibieron la pieza da­ñada, midieron sus seis curva­turas, conformaron tres ejem­plares (para escoger el mejor) y a las seis ya estaba el encargo de regreso.

El sábado en la tarde, la CTE generaba de forma estable 233 megawatts, consecuencia tam­bién de otras 175 mejoras en sus sistemas y equipos, correcciones habituales en paradas de este tipo, la tercera que en el año 2022 saca a la CTE Guiteras del SEN.

Pendiente por más de una dé­cada, la reparación capital de la planta debe iniciar en octubre próximo, refiere el ingeniero Mis­bel Palmero, director general de un colectivo que “demuestra que no hay imposibles si a la tarea se le pone corazón”.

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