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Primero la caña, después el azúcar

“Seremos capaces de producir tanta azúcar como toneladas de caña seamos capaces de producir por caballería y tanta como toneladas de azúcar podamos sacar por toneladas de caña.”

 

Odalis Batista Pérez, secretaria general de la CTC en Las Tunas (segunda de izquierda a derecha), llamó a aumentar el protagonismo del movimiento sindical en la salvación de la agroindustria azucarera. Foto: Jorge Pérez Cruz

 

Bajo esa certera sentencia del invicto Comandante en Jefe Fidel Castro sesionó la reunión de balance del Sindicato Azucarero en la provincia de Las Tunas, y no es una afirmación tomada al azar, porque “para salvar la zafra azucarera lo primero es alcanzar niveles de siembra de caña que garanticen la materia prima demandada por la industria”, exaltó Carmen Tamayo Pérez, secretaria general del Buró provincial de la organización obrera en el territorio.

Tamayo Pérez llamó la atención sobre los resultados que alcanzaron las unidades productoras de la gramínea, que “al finalizar el año solo plantaron el 65 por ciento del plan previsto”; al tiempo, que continúan afectando el desarrollo de las plantaciones incumplimientos en la preparación de tierra según las fases previstas y problemas en la atención cultural programada como la descompactación del suelo tras la cosecha que afecta el cultivo, la fertilización y la limpia.

Esas son algunas de las causas del descenso que en los últimos cinco años experimentan los rendimientos agrícolas en los campos tuneros dedicados a este cultivo que para la actual zafra puso el límite en 30,3 toneladas por hectárea, insuficientes para satisfacer las más de 120 mil toneladas de azúcar que sus cuatro  industrias tienen comprometidas con el plan nacional, que es, además, el mayor encargo a una provincia del país.

También conspiran contra un mejor desempeño algunas irregularidades contractuales, justificadas o no, como el impago de sus producciones a la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Hernán González, del municipio de Amancio, según relató Ramón Comendador, su presidente, la empresa azucarera le debe más de nueve millones de pesos, “situación que pone en riesgo honrar los ingresos de sus trabajadores”, dijo y fustigó los atrasos de Seguro en la certificación que les permita acceder al  crédito bancario para financiar las atenciones culturales a los retoños que hace más de tres meses gestionan.

En ese complejo entramado varias intervenciones dieron cuenta de la necesidad de organizar mejor las acciones de siembra que en muchas unidades carentes de fuerza laboral asumen con el apoyo de otros sectores en jornadas de trabajo voluntario y hubo consenso en que debe aumentar la presencia en los campos de los trabajadores de la agroindustria.

Las plantaciones cañeras hay que protegerlas, además, de delitos relacionados con el daño humano y animal, los incendios y otras indisciplinas que atentan contra su desarrollo, en lo que los colectivos laborales deben tomar partido, consensuaron los asistentes a la reunión.

 

Con la autoridad que da el ejemplo habló el ingeniero agrónomo Arturo Proenza García, presidente de la UBPC Guabineyón 4. Foto: Jorge Pérez Cruz

 

No obstante, hay buenos ejemplos: “Nunca hemos necesitado fuerza externa para la siembra. Con el sudor de nuestra gente fertilizamos las tierras donde plantamos la caña”, remarcó el ingeniero agrónomo Arturo Proenza García, presidente de la UBPC Guabineyón 4, municipio de Puerto, una organización que anda por las 60 toneladas de caña por hectárea a pesar de los desafíos que imponen el mal comportamiento de las precipitaciones y las mismas limitaciones de recursos con las cuales muchos justifican los malos rendimientos.

“La fuerza de trabajo se va de los lugares donde no hay resultados”, enfatizó convencido y relató cuánto hacen, también, a favor de la atención a los trabajadores que en mayoría viajan desde      Vázquez y la ciudad de Puerto Padre hasta los campos de la UBPC, en la cual  mucha gente busca una opción de empleo, aseguró Proenza García.

 

Yanet Bauzá, secretaria general del Sindicato en el municipio de Manatí, reseñó en la necesidad de llevar la estimulación moral a los barrios, las escuelas…Foto: Jorge Pérez Cruz.

 

Y en esta zona del oriente cubano esa es todavía una asignatura pendiente que amenaza seriamente el futuro de esta actividad que sigue siendo vital para el desarrollo, la economía local y para el bienestar de los trabajadores del sector y sus familias, remarcó Odalis Batista Pérez, secretaria general de la CTC en la provincia, quien convocó al diálogo permanente con los trabajadores para llevarles con transparencia toda la información y aumentar su protagonismo consciente en la salvación de la zafra que es patrimonio de la nación.

Este asunto lo retomó Maydelín Aguilera Romero, miembro del Secretariado Nacional del Sindicato Azucarero, para insistir en lo que significa el contacto directo con los hombres y mujeres que en condiciones de mucha complejidad defienden la zafra, un rubro de gran importancia en la economía del país y el papel del movimiento sindical frente a estos retos.

 

Los más destacados individual y colectivamente fueron agasajados. Foto: Jorge Pérez Cruz

 

En tanto, Roberto Vega Zaragoza, funcionario del Comité Provincial del Partido, reconoció los esfuerzos de los trabajadores del sector, pero insistió en que las 93 medidas aprobadas en el III Pleno del Comité Central del Partido para   salvar el sector cañero-azucarero del país, por sí mismas no resolverán los problemas y convocó a su implementación objetiva poniendo los oídos en el sentir de los colectivos laborales y en su capacidad innovadora.

 

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