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Canadienses por la paz

Desde Canadá, la Coalición de Hamilton para Frenar la Guerra, apoyada por The Canada Files, divulgó una declaración en la que acusan a Estados Unidos y a la Otan de haber creado la actual crisis entre Ucrania y Rusia, que ha elevado las tensiones en Europa y el mundo.

 

 

“Estados Unidos y la OTAN crearon esta crisis porque dejaron de lado las demandas razonables de la Federación Rusa en dos proyectos de tratados presentados el 21 de diciembre de 2021”, afirma el documento. “Una de las demandas clave era por una Ucrania neutral y una promesa vinculante de que nunca se uniría a la Otan”.

Reconocen, además, que “el presidente ucraniano Zelensky desestimó los Protocolos de Minsk, única fórmula para resolver el impase acerca de las repúblicas separatistas en Donetsk y Lugansk. Los Protocolos de Minsk requerían que el gobierno ucraniano negociara con la región separatista acerca de la restauración de su autonomía anterior, así como de los derechos lingüísticos y culturales, antes del golpe de Maidán, en 2014”.

El texto afirma que la región tiene varias “llagas abiertas” entre ellas el incumplimiento de los países miembros de la Otan del compromiso hecho en 1991 al último líder de la Unión Soviética (Mijaíl Gorbachov) de no expandirse “ni una pulgada hacia el este” de la Alemania reunificada. En su lugar, avanzaron 800 kilómetros, instalaron sistemas de misiles y realizaron simulacros militares masivos cerca de las fronteras de Rusia: “Claramente, el plan de Estados Unidos consistía en que la Otan, su agresiva alianza militar, se expandiera a toda la frontera de Rusia con el fin de desmembrarla aún más y consolidar la hegemonía estadounidense en todo el continente europeo”.

La declaración condena la presencia de tropas canadienses en Europa como parte de la Otan. “El gobierno de Trudeau debería ocuparse de sus propios asuntos y salir de Ucrania. Ya ha causado suficiente daño al apoyar el golpe de Maidán de 2014 y armar y financiar a la junta hasta los dientes, sin mencionar la imposición de medidas económicas coercitivas contra Rusia durante muchos años”, refieren.

Exigen además que Canadá abandone la Otan —“banda de ladrones y destructores de tierras”, les llama—; que ponga fin a las “aventuras militares provocadoras en Ucrania, Letonia, Rumania y el Mar Negro”; y que redirija los 350 mil millones de dólares canadienses propuestos para nuevos aviones de combate, buques de guerra y drones depredadores, hacia programas sociales y armas defensivas para el territorio soberano de Canadá. Además, invitan al Gobierno de Justin Trudeau a integrarse al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) y a abstenerse de admitir como refugiados a cualquier persona asociada con el Batallón neonazi Azov de Ucrania.

La Coalición de Hamilton para Detener la Guerra comenzó sus actividades en 2002 como Coalición del 16 de noviembre. Se formó en la ciudad portuaria de Hamilton para organizar la oposición al entonces inminente ataque a Irak. El objetivo era organizar a todos los elementos de la sociedad opuestos a la estrategia imperial estadounidense de conquistar esa nación y expandirse hacia el Medio Oriente, zona rica en petróleo.

En aquel momento, líderes y activistas del movimiento por la paz, las comunidades religiosas, el movimiento laboral, el movimiento estudiantil y las comunidades étnicas, se unieron para presionar al gobierno de Canadá para que, en caso de no poder evitar la guerra, el país se mantuviera al margen.

 

 

 

Se autodefinen como “organización afiliada a Canadian Peace Alliance” que trabaja junto a canadienses y activistas de todo el mundo “para detener las guerras y ocupaciones ilegales, incluida la complicidad del Gobierno canadiense para ayudar a promover la Agenda Americana”. Todos son bienvenidos a unirse a nosotros y ayudarnos en nuestra lucha por la justicia y la paz”.

The Canada Files, por su parte, se describe como “una organización de noticias orgullosamente socialista y antiimperialista”, que evalúa críticamente la política exterior canadiense y el complejo militar-industrial. Su equipo incluye al editor en jefe Aidan Jonah, al editor asociado Daniel Xie y al nuevo editor-colaborador, el galardonado escritor y periodista Arnold August.

 

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