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Manchester United al no pasar del empate en casa frente a Southampton.

El Manchester United no reacciona. Después de caer en la FA Cup y de no pasar del empate en su visita al Burnley, el conjunto de Ralf Rangnick tropezó de nuevo ante un buen Southampton y ve como el cuarto puesto se complica.

Aún queda mucha Premier por disputar, pero los ‘red devils’ dan claros signos de no saber retomar el pulso competitivo. Pasan las jornadas y se repiten los mismos errores, sobre todo a nivel defensivo, lastrando el potencial de una plantilla concebida para ganar.

Después de descansar en forma de suplencia ante el Burnley, Cristiano Ronaldo regresó a la titularidad. El portugués encabezó un ataque donde también figuraban Rashford y Jadon Sancho en las bandas.

El segundo de ellos dos dejaría completamente solo ante la portería a CR7, quien además de un excelente desmarque sorteó a Forster antes de buscar la red. Su remate del luso salió demasiado flojo y Perraud pudo llegar a tiempo para interceptar el balón.

El Southampton se mostraba osado en Old Trafford, pero el United empezó con tensión el encuentro y tomó las riendas del mismo cuando Rashford se escapó por la banda antes de servir en bandeja el gol a Sancho. Segundo gol en la Premier del joven inglés, del que se espera mucho más.

A diferencia de otros partidos, el United se mostraba sólido gracias a una buena presión y de arrinconar al Southampton en su campo. No obstante, a medida que se fue acercando el descanso su dominio se vio menguado ante la irreverencia de los ‘saints’. Armstrong midió los reflejos de un De Gea que no se dejó batir y blocó la pelota para tranquilidad de la hinchada de Old Trafford.

El paso por los vestuarios confirmaría ese cambio de tendencia que se produjo al final del primer tiempo. El United saltó de nuevo al verde dejándose llevar para un Southampton que supo cómo hacer daño.

Apenas comenzado el segundo acto en el ‘Teatro de los Sueños’, Che Adams destapó el tarro de las esencias para empatar. Lo hizo con sutileza, en un disparo con rosca al palo largo que De Gea no pudo desviar.

El United se había desconectado del partido y lo pagaba caro ante un rival peligroso. El empate le obligaba a buscar con más insistencia la portería rival y el partido se abrió de par en par. Hubo peligro en ambas porterías, pero no la puntería necesaria como para encontrar el camino del gol.

Forster también se lució sacando una mano milagrosa para desviar un cabezazo de Maguire en el descuento, frustrando a un United que va de tropiezo en tropiezo.

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