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Desde Gambia a Fidel

Por Alexis Lecusay Castillo (*)

Hoy quiero hablarles un poco de quien representa el grado más elevado de desarrollo del pensamiento y acción práctica de nuestra historia, quien con su labor de educador social nos mostró que el camino de la liberación pasa por respeto al otro y hacerse respetar como persona y como pueblo.

A usted, que hizo de Cuba un bastión de la dignidad y la solidaridad dedico mis palabras.

Nunca te equivocaste cuando dijiste «la historia me absolverá». Y como olvidar todo lo que hiciste si te entregaste en cuerpo y alma, arriesgando tu propia vida en defensa de nuestra Revolución y de otros pueblos del mundo. Nos enseñaste que el camino a seguir no sería fácil, por esa y otras razones hemos hecho de la resistencia un concepto y práctica de lucha.

Certeras fueron tus palabras y avizoraron gran parte de los problemas que hoy nos aquejan como humanidad: la inequidad y bestialidad del capitalismo, la crisis climática, la deuda externa, entre otros.

Los que te conocimos, compartimos la causa y te admiramos por tu grandeza humana.

Nos enseñaste, que la lucha por las transformaciones es una batalla permanente, que exige grandes sacrificios, como los que nuestro pueblo ha tenido que soportar durante el bloqueo impuesto a Cuba por el gobierno de Washington, el cual es injusto, cruel e inhumano.

Hoy estás presente en el cubano que se levanta cada día a defender su Revolución, en los que se esfuerzan por fundar una nación socialista que sea el modelo de dignidad y humanismo que nos dejaste con tu lucha y pensamiento creador.

«El internacionalismo es una de nuestras banderas más sagradas, y desarrollamos nuestra conciencia internacionalista en la práctica del internacionalismo”, así lo expresaste.

Por esa razón, cada vez que se hable de la colaboración Médica Cubana, siempre hay que tener presente el pensamiento de uno de los hombres que mayor importancia le ha dado a este programa, no solo en nuestro país, sino en el mundo entero. Símbolo de esta humana y solidaria tarea es y será siempre nuestro eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

En mayo del 2003, en Buenos Aires, pronunció una frase que encierra todo el valor humanista de las colaboraciones, ante tantas patrañas llevadas a cabo desde los EEUU en querer desprestigiarlas, un gobierno que envía a su ejército a invadir diferentes países del mundo, mientras nuestras principales armas son el amor, la solidaridad y el deseo de salvar vidas.

Y cito textualmente el fragmento de aquellas palabras: Decenas de miles de médicos cubanos han prestado servicio internacionalista en los lugares más apartados e inhóspitos. Un día dije que nosotros no podíamos ni realizaríamos nunca ataques preventivos y sorpresivos contra ningún oscuro rincón del mundo; pero que, en cambio, nuestro país era capaz de enviar los médicos que se necesiten a los más oscuros rincones del mundo. Médicos y no bombas, médicos y no armas inteligente”.

Gracias a Fidel, muchos de nuestros galenos se encuentran en diferentes países del mundo prestando ayuda solidaria, y un ejemplo de esto se vive hoy en Gambia, donde laboran  uniformados de Batas Blanca, quienes esparcen salud a lo largo de este noble país, africano agradecido de corazón de la atención sanitaria que reciben.

Cuando algunos no sepan por donde guiarnos siempre tendrán el mapa del eterno del Comandante en Jefe como guía y camino a seguir.

Hoy tu pueblo te recuerda con alegría aunque aún lloramos tu partida, hombres como tú no mueren, viven en cada cubano digno porque no puede llamarse muerte cuando se ha cumplido bien con la obra de la vida.

Ya no estas físicamente, pasaste a otra dimensión, te convertiste en símbolo. Solo nos resta como revolucionarios apropiarnos del legado que nos dejaste y multiplicarlo.

Gracias Fidel, por enseñarnos que la solidaridad con los demás pueblos del mundo debe ser una cualidad esencial de todo revolucionario.

Estarás siempre en las pequeñas y grandes batallas que hoy libran los pueblos en todo el mundo, en los que luchan con pasión para reclamar lo imposible, así como en la llama de la resistencia de los oprimidos que reafirman su dignidad.

Desde Gambia, nuestra Brigada Médica ratifica que la continuidad de la Revolución humanista, solidaria e internacionalista construida bajo el liderazgo de nuestro eterno e invicto Comandante en Jefe, está garantizada.

Seremos leales a tu legado. Podrán pasar miles de años y aún así, seguirás siendo la voz de la rebeldía, la dignidad, la resistencia y la esperanza.

¡ Muchas gracias Fidel!

¡ Hasta la Victoria Siempre!

¡ Patria o Muerte!

¡ Venceremos!

 

(*) Licenciado en Citohistopatología integrante de la Brigada Médica Cubana en Gambia

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