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José María Pérez: líder inclaudicable

José María Pérez Capote, dirigente comunista y líder del transporte.

Su liderazgo, prestigio y valor frente a los enemigos de la clase obrera fueron suficientes motivos para que la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1958) lo registrara en sus tenebrosos archivos como un hombre muy peligroso. No bastaba con odiarlo y perseguirlo: era preciso ordenar su captura y muerte.

José María Pérez Capote, dirigente comunista y líder del transporte. Foto: Archivo

Así cayó el líder sindical y comunista José María Pérez Capote, cuyo nombre se suma a la lista de combatientes revolucionarios desaparecidos por  la represión del sangriento régimen que durante siete aciagos años detentó el poder en Cuba.

En la década de los años 30 comenzó su andar revolucionario desde las filas del proletariado contra otra oprobiosa: la de Gerardo Machado.

Precisamente en 1932,  sin pertenecer aún al sector del transporte, organizó como miembro de la  Liga Juvenil Comunista la huelga de choferes de la Empresa de Ómnibus Cuba S.A., entidad que  arbitrariamente decretó la desocupación de más de 700 empleados.

Un año más tarde participa en un movimiento huelguístico originado en la citada empresa cuya magnitud fue tal que sumó a trabajadores de diferentes  sectores, paralizó la vida económica del país y por último derrocó al régimen machadista.

Las demandas planteadas por el destacado líder, en representación de sus hermanos de clase, fueron conquistadas en su mayoría: la reposición de los desplazados, la creación del escalafón laboral y la pareja de chofer y cobrador para cada carro, así como aumentos salariales y supresión del despido arbitrario por parte de la patronal.

Pronto sus  compañeros de labor  en la terminal de ómnibus de la barriada de Palatino, en La Habana, lo eligen miembro del comité sindical y forma parte del Departamento Juvenil de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC).

Marzo de 1935. Una poderosa huelga general estremece a la nación y es ahogada en sangre por el régimen de turno al servicio del imperialismo yanqui.

No obstante el duro revés, interviene junto a otros combatientes proletarios en la ardua  misión de reconstruir el movimiento sindical sobre bases unitarias y de ese modo logró legalizar  la Federación de Transporte de La Habana de la cual fue elegido como secretario general.

Su autoridad y prestigio lo hicieron merecedor de estar entre los fundadores de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), en enero de 1939.

Al producirse en 1947 la división del movimiento obrero por parte de gangsters sindicales amparados por el gobierno de Ramón Grau San Martín  y pagados por Washington, el líder José María Pérez se enfrentó resueltamente al asalto de los sindicatos y a la imposición de falsos dirigentes, una práctica muy común por  aquel entonces.

Los años posteriores al golpe militar reaccionario encabezado por  Batista, el 10 de marzo de 1952, fueron de implacable asedio para los militantes revolucionarios y comunistas.

Combate a la dictadura impuesta desde ese momento. Para el régimen era un elemento peligroso dada su fibra marxista y valiente.

Tras varios días de encarcelamiento, el 20 de noviembre de 1957 sicarios a las órdenes de un connotado esbirro lo arrestan y torturan salvajemente para lanzarlo al mar desde una embarcación.

Sus verdugos lo asesinaron, pero no pudieron impedir que las ideas por las cuales luchó y cayó fueran las realidades que con el triunfo de la Revolución Cubana hoy disfruta nuestro pueblo.

 

Foto: Heriberto González

 

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