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Báguano: los 100 CUC de la odisea

Celeste Ávila Calderón, hoy jubilada, vive en Báguano, provincia de Holguín, y nos escribe en nombre de su hija, Ailín Martí Ávila, clarinetista de las bandas municipal y provincial de concierto en esa localidad del oriente cubano. Contó a Trabajadores lo siguiente:

Ese día Ailín fue a comprar cuatro pomos de agua y un paquete de café en la tienda TRD Las Tejas, en Báguano. Quiso pagar con un billete de 100 CUC y entonces comenzó para ella una gran odisea que todavía hoy, a un año y un mes de distancia, no tiene solución.

Cúal no sería su asombro cuando la tendera le dijo que el billete estaba extraño y tenía que mostrárselo a su jefe. Aunque Ailín quiso darle su carné de identidad (CI), como está establecido, la tendera no lo cogió y con el billete en su mano fue a buscar al jefe. Este le explicó a Ailín que tenía que ir a la sucursal bancaria a verificar el billete. La clienta quiso acompañarlo, sin embargo, aquel le contestó que no, que lo esperara en la tienda y partió solo con el billete.

Pasada media hora regresó y declaró a Ailín que el billete era falso; que tenían que ir a la unidad de la PNR, allí comenzó un proceso mediante el cual Ailín fue acusada por falsificación de moneda.

“Todo es muy oscuro. Fui a la dirección provincial de las TRD en Holguín, donde entregué mi queja por lo sucedido, pero hasta hoy no tengo ninguna respuesta.

“Si nunca el billete fue registrado ni en la tienda ni en el Banco, como está establecido, ¿quién puede asegurar cuál es el billete que Ailín entregó en la tienda?

“¿Cómo el Banco de Báguano recibe un billete falso sin siquiera registrarlo, pues el administrador no llevaba el CI de mi hija? ¿No existe una metodología para esos casos?

“El mes pasado fui a la dirección provincial de las TRD para saber si ya había respuesta y me dijeron que se creó una comisión investigadora del caso.

“Ha pasado más de un año, Ailín no tiene su billete de 100 CUC y lo que es peor aún, está oficialmente acusada de falsificadora de moneda, aunque nadie ha visto la prueba física del delito, ni siquiera su abogado defensor”, concluye Celeste su misiva.

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