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Asia: Se escuchan los tambores de la guerra

Con el actual Gobierno estadounidense las agresiones verbales y amenazas contra la República Popular China (RPCH) pasaron a desafíos abiertos y provocan que la situación entre ambas naciones se conviertan en potencial foco de inestabilidad y amenaza a la paz.

 

 

Primero fueron las constantes amenazas al gigante asiático, luego las provocaciones en el mar meridional de esa nación y ahora son cada vez más agresivas las acciones por parte de EE.UU., por lo que diversos analistas consideran que han llegado a un punto crítico.

La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-Wen confirmó hace unos días a la CNN que las fuerzas de EE.UU. se encuentran en la Isla para entrenar a las tropas locales, pero se abstuvo de decir el número de militares norteamericanos estacionados.

Pero la mandataria fue mucho más alla, al plantear que la cooperación con Washington es para aumentar la capacidad de defensa y confiaba en que EE.UU. los defendiera en caso de ser atacados por China.

De inmediato la RPCH denunció que tales entrenamientos violan el principio de una sola China y dañan las relaciones entre el gigante asiático y EEUU.

Actitud más política que militar

Las declaraciones de la Presidenta coincidieron con las formuladas por el presidente Joe Biden durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) cuando acusó a China de llevar a cabo acciones coercitivas y agresivas en el Estrecho de Taiwán.

El victimario acusa a la víctima cuando afirma que tales acciones amenazan la paz y la estabilidad regional. Incluso, en el mensaje grabado enfatizó el compromiso de su país de defender la libertad de navegación en el mar de China, cuya soberanía reclama la RPCH.

Vale la pena recordar que las relaciones entre Beijing y Taipei atraviesan su peor momento desde la llegada al poder de Tsai, cuyo gobierno promueve actividades secesionistas y aumento de la cooperación militar y económica con EE.UU.

El diario chino Global Times reprochó las declaraciones del Partido Democrático Progresista (PDP) de Taiwán cuando afirma que de existir una guerra con China, la Isla se defenderá hasta el último día y las consideró como un engaño para mejorar la moral de las autoridades.

Y precisó que las declaraciones de los altos mandos militares taiwaneses solo se pueden interpretar como una postura política y no tienen un significado militar real de defender a la Isla.

 

Escalada agresiva

En medio de la escalada de tensiones entre Beijing y Taiwán, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió en la ONU apoyar la incorporación significativa de Taipe en el sistema de la organización y argumentó que de lo contrario, la capacidad del organismo disminuiría.

 

 

De inmediato el portavoz de la Cancilleria china, Wang Wenbin, advirtió que el gobierno estadounidense debe respetar el principio de una sola China y debe dejar de enviar señales erróneas a las autoridades taiwanesas que promueven la escisión de la Isla.

El principio de una China es un consenso común de la comunidad internacional una norma universalmente reconocida en las relaciones internacionales, que no admite desafío o distorsión del lado de EE.UU.

El Gobierno de la República Popular China es el único que representa a toda China. Taiwán es una parte inalienable del territorio de China, ha precisado más de una vez el Gobierno de esa nación.

Un periódico chino comentaba en reciente artículo la actual situación y precisaba que su país no estaba buscando ninguna guerra y sí una reunificación pacífica entre las autoridades chinas y taiwanesas, para concluir si ocurre un conflicto el estrecho de Taiwán se convertirá en la tumba de tropas estadounidenses.

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