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La decisión es de lucha y victoria (Cobertura especial)

«Les aplaudo yo a ustedes por el Pleno que acaba de concluir», dijo en la tarde de este domingo el General de Ejército Raúl Castro Ruz, a quienes han tomado parte desde este sábado, en el capitalino Palacio de Convenciones, del II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Foto: Estudios Revolución

Para los presentes en el encuentro —que encabezó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez— resultó una gratísima sorpresa la presencia en la clausura del compañero Raúl, quien fue recibido por una ovación cerrada. «Muy buenas intervenciones», valoró el excepcional luchador ante quienes, en dos días de trabajo, han analizado asuntos medulares para la vida del país.

De broche de oro valoró el Presidente Díaz-Canel que el General de Ejército estuviese acompañando el cierre del II Pleno. Y seguidamente dio inicio a las palabras de clausura, no sin antes compartir su certeza de que Raúl está cumpliendo con su propósito —expresado hace seis meses en el 8vo. Congreso del Partido— de continuar, hasta el final de la contienda «con el pie en el estribo».

El Jefe de Estado hizo alusión a la complejidad del momento actual que atraviesa la Isla, a un mundo también inmerso en los retos de la COVID-19, escenario en el cual —dijo del pueblo cubano— «sin dudas no somos los más afectados pero sí los más castigados».

El dignatario reflexionó acerca de la singularidad de la Mayor de las Antillas, no solo por las características intrínsecas del país, sino porque el castigo que impone a nuestro pueblo la administración estadounidense a través del cerco económico, financiero e internacional, no es homologable en el planeta.

Foto: Estudios Revolución

Díaz-Canel Bermúdez abordó distintos temas de urgencia: denunció la esperanza del enemigo, que sueña con fracturarnos la unidad y la resistencia; hizo referencia a las herramientas estratégicas, diseñadas en los últimos tiempos por la Isla para salir adelante; y a los aprendizajes nacidos en medio de la pandemia de la COVID-19.

Más de un concepto acerca de la lucha necesaria compartió el mandatario: la guardia revolucionaria —enfatizó—, la vigilancia revolucionaria, no se pueden abandonar jamás; nos distinguen la unidad, la capacidad de resistencia y la dignidad; tenemos la obligación de salir adelante; vamos a salir vencedores de esta batalla; tenemos luces en el camino, hay soluciones para cada uno de los problemas que estamos enfrentando.

Igualmente, el Primer Secretario del Comité Central expresó que la mayor virtud está en ser útiles y hacer por los demás; que no podemos dar ni un paso atrás en las conquistas de la Revolución; que la decisión es de lucha y victoria; y que cada problema es una oportunidad para vencer.

La del Presidente fue una alocución marcada por el optimismo, la exhortación al análisis crítico de la realidad y al llamamiento a no ceder un palmo en la defensa de la Revolución. «Tenemos que inspirarnos en el pueblo—enfatizó—, es una oportunidad de que tomemos conciencia, para vencer las dificultades, para luchar y pelear por la victoria sin desaliento».

Díaz-Canel extendió una exhortación esencial: «a cerrar filas, a luchar por nuestros problemas, a luchar con creatividad, es parte del combate».

Sobre el pasado 11 de julio y las lecciones que se desprenden de ese día, el Jefe de Estado definió que aquellas horas no constituyen un referente de ruptura: en todo caso, dijo, son un referente de unidad, una victoria de la Revolución cubana.

«Aquí hay suficientes revolucionarios, enunció el Primer Secretario del Comité Central, para enfrentar cualquier tipo de manifestación que pretenda destruir a la Revolución». La lucha nuestra —reflexionó—es con inteligencia, con respeto y en defensa de nuestra Constitución, también con energía y valor.

A los imperialistas, Díaz-Canel Bermúdez les dejó un mensaje bien claro: «que sepan que van a tener que luchar contra un pueblo que no se deja engañar, un pueblo suficientemente numeroso, valiente y heroico para luchar, al que no le asustan amenazas».

A ese imperialismo—recordó el mandatario y muchos deben haberse acordado del Che—, «ni un tantito así». En este II Pleno, como en otros momentos de la Patria, la orden de combate fue explícita: «preparados y dispuestos a todo por defender lo más sagrado, lo que nos une, a ser consecuentes con la decisión invariable de Patria o muerte, Socialismo o muerte, y la convicción más profunda de que ¡Venceremos!». (Tomado de www.pcc.cu)


La economía también es política e ideología

Aprueba II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Sistema de aseguramiento político a los actores económicos

El II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) aprobó en la mañana de este domingo un Sistema de aseguramiento político a los actores económicos, en sesión encabezada por el Primer Secretario de la organización y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Foto: Estudios Revolución

Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento Económico, explicó que el programa «se concreta a través de un sistema de acciones encaminadas a orientar, acompañar, evaluar y promover un desempeño eficiente y efectivo de la economía para el beneficio social».

El objetivo general del sistema es continuar desarrollando la identidad social socialista de los trabajadores y socios, mediante la dirección articulada de los actores de nuestro sistema político —liderados por el PCC— en la diversidad de espacios y niveles, logrando su motivación, organización, capacitación y participación protagónica como sujetos de transformación social.

La proyección del sistema se desarrolló —dijo el dirigente partidista— «ante la necesidad de dinamizar el proceso de actualización del Modelo de Desarrollo Socialista Cubano en un contexto en el que se ha arreciado el bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de EE.UU hacia Cuba, agravado por la pandemia de la COVID-19».

Según se define en el informe presentado, un actor económico «es la persona jurídica o natural del sector estatal o no estatal dedicada a la producción, distribución y comercialización de bienes y prestación de servicios».

Las mismas participan en las relaciones económicas de los territorios, como los municipios, en función de crear «la riqueza material y espiritual para satisfacer necesidades de la sociedad en su conjunto, convocados todos a impulsar, cada uno desde su ámbito, el desarrollo de la nación».

Hasta la primera mitad de octubre, los actores del entramado económico nacional sumaban 1 807 empresas estatales; 4 853 cooperativas de producción agropecuarias (CPA), cooperativas de créditos y servicios (CCS) y unidades básicas de producción cooperativa (UBPC); 423 cooperativas no agropecuarias (CNA —esta semana sumaban unas 430—); 104 micros, medianas y pequeñas empresas (Mipymes —por estas fechas ya son más de 230); 601 383 trabajadores por cuenta propia (TCP); y un centenar de empresas mixtas.

Para la dinamización de los actores económicos cubanos y el aseguramiento político, la sociedad y el Partido cuenta con varias herramientas, como la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, los Lineamiento de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2021-2026, y la Estrategia Económico y Social, argumentó Queipo Ruiz.

El informe presentado por el Jefe del Departamento Económico del Comité Central del PCC pauta que la necesidad del aseguramiento político a todos los actores está dada «por las exigencias de las transformaciones del modelo de desarrollo socialista, que implica un tipo de crecimiento con la consiguiente transformación estructural; la consolidación de valores, prácticas y concepciones que orientan y fundamentan ideológicamente la gestión; y la legitimación del proyecto político que la enmarca, a través del ejercicio de la participación protagónica de los trabajadores y el pueblo organizado.

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«De esta transformación, perfeccionamiento y salto cualitativo, con la empresa estatal socialista al frente como actor principal, dependerá el logro de la sociedad próspera y sostenible que aspiramos», define el documento.

Señala también que el Sistema de aseguramiento político del PCC a los actores económicos «es una herramienta vital para —a través de un sistema de trabajo que agrupe a todos los actores del sistema político cubano, con un fin social y en el marco de un proyecto político dirigido a la construcción del socialismo— materializar la obra con todos y para el bien de todos que aspiramos».

 

Sin economía no hay socialismo

En el debate previo a la aprobación de la propuesta —que fue conducido por Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización y Política de Cuadros— intervino una decena de miembros del Comité Central del PCC.

Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea Nacional  del Poder Popular y del Consejo de Estado, definió como un documento transcendental el Sistema de aseguramiento político a los actores económicos.

Estas acciones —significó— contribuirán a una mejor comprensión del modelo económico diseñado desde el 6to al 8vo Congreso del PCC, del cual aún no hay total comprensión. Es una tarea del Partido que se comprenda este modelo, que es el que está en la Constitución de la República, afirmó.

Acosta Álvarez validó los objetivos y tareas planteadas en esta estrategia, ante la mixtura de actores económicos y formas de propiedad que se han promovido en el país, y donde la empresa estatal socialista es el actor fundamental, la que tiene que generar las mayores riquezas.

No obstante —apuntó— tenemos que desterrar los prejuicios que aún subsisten sobre el sector no estatal, que es complementario de forma general en la economía, pero en algunos ámbitos es el fundamental, no solo por generar empleos, sino también por su capacidad de generar bienes y prestar determinados servicios con mucha mayor calidad.

Homero Acosta subrayó el propósito de nuestro sistema socialista de generar la mayor prosperidad y bienestar para el pueblo; sin embargo —acotó—, prosperidad y bienestar no se construyen de una sola vez y para todos en un solo momento, se construyen día a día.

Cuba —agregó— tiene que buscar igualdad, pero no la igualdad de la pobreza, sino la igualdad del bienestar, y la vulnerabilidad de las personas se desterrará mientras más capacidad y riqueza generen todos los actores económicos del país, estatales y no estatales.

«Sin economía —precisó— no hay socialismo, si no se genera riqueza, tampoco habrá bienestar, y eso es lo que buscamos».

El vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, señaló que la nación está entrando en una etapa que nos impone un desafío y un reto, no solo en lo económico, sino también en lo ideológico.

Denunció la manipulación que los enemigos de la Revolución están haciendo del trabajo no estatal, privado, al intentar contraponerlo a la empresa estatal socialista. Ellos intentan dividir, crear una especie de fractura entre uno y otro sector, presentando al privado como emergente, dinámico, y al estatal como atrasado, anquilosado —recordó.

Intentan fracturar la unidad, y esto es un desafío ideológico cuando de lo que se trata es de trabajar por la inclusión de todos los actores económicos, que es lo que está aprobado en el modelo económico y forma parte de la Constitución de la República, expuso.

Tras abordar otros desafíos y amenazas en el ámbito ideológico, vinculados a la economía y a los proyectos de vida de las personas, sobre todo de los jóvenes, el ministro de Economía y Planificación expuso que la empresa estatal socialista no solo tiene el liderazgo económico porque gestione los medios fundamentales de producción; lo debe ser —expuso— porque gestiona eficientemente esos recursos, de lo contrario, ese liderazgo no se ejerce.

El enfrentamiento ideológico en este ámbito —abundó— tenemos que ganarlo también; el sistema empresarial estatal tiene que gestionar los medios de producción principales de forma eficiente, tiene esa obligación, tiene esa responsabilidad social, y también la tiene el sector no estatal, que recibe todos los beneficios sociales que la Revolución brinda a todos.

Isdalis Rodríguez Rodríguez, miembro del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, informó sobre las acciones para transformar la labor de las organizaciones sindicales para incrementar el papel y protagonismo de las trabajadoras y trabajadores en el sector empresarial y la búsqueda de mayor eficiencia.

Miriam Nicado García, Rectora de la Universidad de La Habana, apuntó que estos centros deberán ir atemperando sus planes de estudios a las actuales dinámicas económicas, tanto para quienes estudian esas ciencias como para el resto del alumnado, a fin de que cuando egresen de las universidades y escuelas tengan una mejor formación económica, contextualizada a los momentos actuales.

El punto en la agenda del II Pleno del Comité Central del PCC estuvo encabezado, además, por Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Manuel Marrero Cruz, primer ministro; y Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, entre otros miembros del Buró Político. (Tomado de www.pcc.cu)


Que cada quien haga bien lo que le toca

La segunda y última jornada de trabajo del II Pleno del Comité Central del Partido este domingo tuvo como primer punto de análisis aspectos relacionados con los procesos de consulta popular y referendo del Código de las Familias, así como de las elecciones municipales y nacionales del Poder Popular

En la base, justo allí donde se gestan y materializan en primer lugar todos los procesos inherentes a la Revolución cubana, se define el quehacer del país. De ahí la trascendencia del tema con que dieron inicio este domingo las sesiones de trabajo del II Pleno del Comité Central del Partido Comunista, donde se informó sobre diferentes procesos que se desarrollarán en Cuba entre los años 2022 y 2023.

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Desde el Palacio de Convenciones de La Habana, Mariela Rondón Pereña, funcionaria del Comité Central, explicó detalles relacionados con los procesos de consulta popular y referendo del Código de las Familias, así como de las elecciones municipales y nacionales del Poder Popular.

En cada uno de ellos, destacó la funcionaria, el Partido tiene la altísima responsabilidad de «organizar y dirigir los aseguramientos políticos, partiendo de la experiencia acumulada y actualizando otras».

Asimismo, insistió en la importancia de velar porque en cada uno de esos procesos se cumplan las normas legales y los principios éticos establecidos por parte de los órganos y organismos estatales, las autoridades electorales, los candidatos y la población.

Todos estos procesos, subrayó, están respaldados por la Constitución de la República, en cuyo texto se especifica que la Asamblea Nacional dispondrá, en el plazo de dos años de vigencia de la Constitución, iniciar el proceso de consulta popular y referendo del Proyecto de Código de las Familias.

De igual manera, en sus artículos 105 y 187, respectivamente, queda definido que la Asamblea Nacional del Poder Popular es elegida por un periodo de cinco años, en tanto la asamblea municipal del Poder Popular se renovará cada quinquenio, coincidiendo con el periodo de duración del mandato de sus delegados.

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De la calidad de cada uno de esos procesos, dijo, dependerá en gran medida la calidad de las asambleas municipales.

Como un proceso de elevada trascendencia consideró el de rendición de cuenta de los delegados a sus electores, uno de los procesos políticos más masivos que se realiza en nuestro país. Dicho proceso, enfatizó, tiene un peso importante, al ser el paso previo de todos los otros que se realizarán a continuación y por tanto será determinante en su calidad.

Si bien la realización de estos procesos estará muy próxima en el tiempo, no podemos obviar—destacó— que se van a desarrollar en contextos diferentes a partir de las complejidades económicas, sociopolíticas, la situación epidemiológica, el recrudecimiento del bloqueo y la guerra mediática que se nos hace.

Especial énfasis puso en la atención priorizada que se debe conceder a los planteamientos de los electores. Dentro de las limitaciones económicas existentes es necesario definir cuáles priorizar, decir a cuáles se han ido dando respuesta, y en el caso de los que no será posible solucionar a corto plazo, brindar a la población la explicación pertinente.

El provechoso debate que generó este primer punto de la jornada, inició con la intervención de Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina para la Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central, quien consideró que será un gran ejercicio de participación en el país el amplio proceso de consulta que se realizará del Proyecto del Código de las Familias, entre los meses de febrero a abril del 2022, tras ser aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular

Es un Código moderno, aseveró, «que promueve la inclusión de todos y nos pone en condiciones de hacer una consulta popular profunda, revolucionaria, donde debemos lograr la mayor participación de nuestra población».

Uno de los más grandes retos hoy está, reconoció, en que seamos capaces de lograr que nuestra población lea el Proyecto, donde realmente se conceden derechos y beneficiosa las familias cubanas que antes no estaban establecidos. Es importante lograr que nadie «ofenda a otro por tener opiniones diferentes en lo asociado a estos derechos», valoró.

Como parte de sus reflexiones, insistió en la importancia de fortalecer al Poder Popular desde todos los ámbitos, de manera que podamos concatenar cada uno delos procesos que tendrán lugar próximamente en el país. Eso nos permite, señaló, que después de cada paso salga mucho más fortalecido el proceso democrático de participación popular en Cuba.

Consciente de cuántos retos entrañan para la juventud cubana estos procesos, la secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunista, Aylin Álvarez García, evaluó la trascendencia de la participación de la juventud en el proceso de consulta. Este es un Código, acotó, «en esencia para los jóvenes, porque somos los jóvenes los responsables de crear las familias del futuro y no podemos permitirnos que quede un solo joven en el país que no conozca su contenido».

Por otra parte, valoró que de la manera en que llevemos a cabo los procesos que se avecinan, dependerá en gran medida cómo nuestros niños y jóvenes comprendan, por ejemplo, por qué en Cuba las urnas son custodiadas por pioneros, o porqué votar es un derecho ganado.

Igualmente, destacó la responsabilidad que tiene la Organización con quienes van a votar por primera vez. Todo lo que hagamos en función de ellos también será una garantía para que entiendan realmente todos estos procesos, apreció.

Sobre el papel de los jóvenes de manera específica, el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella consideró que en medio de los importantes procesos políticos que vamos a enfrentar es vital el apoyo que ellos significan para que los temas se entiendan. Los muchachos jóvenes, dijo, tienen un pensamiento mucho menos prejuiciado, que puede ayudar a la comprensión de muchos asuntos en las familias. En tal sentido, insistió también en el papel fundamental que corresponde desempeñar a la escuela y la universidad para acompañar estos procesos.

Yaninade la Nuez Aclich, primera Secretaria del Comité Provincial del Partido en Mayabeque, reconoció la complejidad de los procesos que se avecinan, los cuales se deben acompañar en todo momento desde el Partido. Tenemos que estar conscientes, además, de que en todos los lugares no se requiere trabajar del mismo modo un determinado tema, recordó.

El trabajo en los barrios, dijo, es una oportunidad para poder enaltecer la labor del delegado, y a su vez nos da la medida de cuánto resta por hacer todavía en lo referido al trabajo en los barrios.

Todos estos procesos, reconoció la miembro del Buró Político y secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa AmarelleBoué, representan una gran oportunidad para las organizaciones de masas que también se encuentran inmersas en un momento de fortalecimiento en los barrios.

El Código de las Familias es justicia social, señaló, porque respeta los derechos de todas las personas, por eso es tan importante que las personas se vean reflejadas en él y sientan que eso es el Socialismo cubano.

Finalmente, el miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros, Roberto Morales Ojeda, valoró que el Código de las Familias es inclusivo y sigue demostrando la grandeza de la justicia social que defiende nuestro sistema Socialista.

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Asociado al tema de las elecciones municipales y nacionales del Poder Popular subrayó la importancia que de ellas emanen las personas que están en mejores condiciones de representar al pueblo como parte de ese mismo pueblo. «En la misma medida que tengamos mejores delegados de base estaremos en condiciones de tener diputados más capaces», valoró.

En la medida que cada quien haga bien lo que le toca, cada uno de estos procesos—subrayó— se convertirá en una victoria más de la Revolución. (Tomado de www.pcc.cu)


Trabajo político-ideológico: tema estratégico que exige mucha sabiduría

Como una respuesta a las proyecciones emanadas del 8vo. Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), el II Pleno de su Comité Central aprobó el Programa para la transformación del trabajo político-ideológico.

Foto: Estudios Revolución

Fue después de un enjundioso debate donde intervino alrededor de una decena de miembros del Comité Central, tomando como pauta las palabras en abril pasado del General de Ejército Raúl Castro Ruz en el Informe Central al cónclave, cuando expresó que «en el trabajo político-ideológico no es suficiente hacer más de lo mismo».

El Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, saludó la discusión sobre «un tema estratégico que debemos trabajar con mucha sabiduría»; sabiduría —reiteró— que quedó demostrada en el intercambio.

El Programa para la transformación del trabajo político-ideológico integra «el pensamiento estratégico de la Revolución cubana actualizado, elementos sustanciales de otros programas, planes y proyectos, así como el resultado de investigaciones y recomendaciones de varios grupos de trabajo del Partido y el Gobierno que tributan al cambio profundo de la labor político-ideológica, tomando como base las Ideas, Conceptos y Directrices, emanadas del 8vo. Congreso».

Rogelio Polanco Fuentes, miembros del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento Ideológico, tuvo a su cargo la presentación del documento, donde se fija que el objetivo general de la transformación busca dotar el trabajo «de la efectividad y creatividad que demanda la complejidad del escenario, dirigiéndolo a potenciar las esencias y valores de la Revolución para el éxito y sostenibilidad de la construcción del socialismo en Cuba».

Los objetivos específicos del Programa incluyen, entre otros, fortalecer la cultura política y antiimperialista de los cuadros y militantes del Partido para estar a la altura de las exigencias de la labor ideológica en el escenario actual.

Persigue emplear las herramientas teóricas y metodológicas necesarias para dar respuesta efectiva a los retos ideológicos de la sociedad cubana y forjar una cultura emancipadora contra toda forma de prejuicio y discriminación, en favor de la unidad nacional.

Otros objetivos específicos son revitalizar el funcionamiento del Partido, particularmente con los y las jóvenes y con las trabajadoras y trabajadores de todos los sectores; y alcanzar la articulación de todas las fuerzas revolucionarias, con los militantes al frente.

También se busca promover la participación activa y consciente de toda la sociedad, particularmente de las nuevas generaciones, en la implementación de la actualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.

En este trabajo debe fortalecerse la unidad del pueblo en torno al Partido y contribuir a la formación de un militante comunista que asuma los principios de la Revolución y los defienda en cualquier escenario.

Entre otros principios, se define también que el trabajo político-ideológico considera la importancia de las familias y la comunidad como espacios fundamentales de formación y socialización de valores y patrones de conducta.

Sin camisas de fuerza

Yoerky Sánchez Cuellar, director del periódico Juventud Rebelde, recién electo en el II Pleno como presidente de la Comisión Ideológica del Comité Central y uno de los participantes en la elaboración del Programa para la transformación del trabajo político-ideológico, subrayó que su construcción fue una muestra, un ejercicio, del cambio que está teniendo lugar en el Partido Comunista de Cuba.

En el trabajo político ideológico —señaló el joven— no puede tenerse una camisa de fuerza; desde el Comité Central no puede decirse qué hay que hacer en un núcleo, en un centro de trabajo, qué tiene que hacer un militante. En esta labor debe tomarse en cuenta la heterogeneidad de la sociedad, debemos llegar a cada persona, y eso no puede hacerse desde «arriba».

Para la elaboración de este Programa —comentó— se consultaron expertos, a las universidades, a centros de investigación, buscamos para que todas las ideas que existieran sobre el trabajo político-ideológico pudieran sistematizarse; sin embargo, —agregó— no encontramos nada actualizado, lo más sistematizado se remonta a los año 90 del pasado siglo.

Esto nos dijo —añadió Yoerky— que el trabajo político-ideológico, como sistema, no existe, de ahí la propuesta de un programa nacional. ¿Qué es trabajo político-ideológico? —se preguntó—, entonces esta labor requiere estudio y sistematización a partir de la investigación científica.

En el Programa para la transformación del trabajo político-ideológico —expuso el presidente de la Comisión del Comité Central para este tema— no se dice «el cómo» (el cómo se debe desarrollar en la base), porque eso sería negar el mismo programa, que tiene que construirse desde abajo, articularse desde abajo hacia arriba.

Ejemplificó así que el trabajo político-ideológico no puede hacerse solo con lo que se publica en el periódico Granma; hay que hacerlo cuando sea necesario, pero no puede ser lo único; por eso tenemos que darle un vuelco total a la preparación política-ideológica.

Sánchez Cuellar también abordó el trabajo en las redes sociales, donde —señaló— debemos poner nuestros contenidos. Seis millones de cubanas y cubanos estamos conectados a Internet, y cuando un maestro en la montaña termina su clase y tiene un móvil conectado a la red de redes, por qué no puede poner allí la cotidianeidad de su escuelita. Ese es uno de nuestros mensajes para las redes sociales, expuso.

Las rectoras de la Universidad de La Habana y la Escuela Superior del Partido, Miriam Nicado García y Rosario Pentón Díaz, respectivamente, se refirieron a lo vital del estudio de la historia y la vuelta a ellas constantemente en el trabajo político-ideológico.

Las académicas se refirieron a la importancia de las ciencias sociales en esta labor, que también fue enfatizada por Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medioambiente, quien calificó el Programa, por su carácter creativo e innovador, como un documento de innovación social.

El documento sobre el trabajo político-ideológico —sentenció— es transversal a todo lo que se está discutiendo en este Pleno, y se hizo y presentó sobre la base del método científico.

Defender y multiplicar el Congreso

La sesión vespertina dio inicio con la información ofrecida por Humberto Camilo Hernández Suárez, jefe de departamento de Organización y Política de Cuadros, sobre el proceso de balance en los comités distritales, municipales y provinciales del Partido, que se realizará entre noviembre de 2021 y febrero de 2022.

Este proceso, consideró el Primer Secretario del Comité Central del Partido, tiene que caracterizarse por tres elementos esenciales, entre los cuales resulta primordial la participación de la población: tenemos que dar a conocer los informes al pueblo y darle oportunidad de que opine, porque en las asambleas vamos a discutir los temas que más le importan. «No puede discutirse ningún tema que esté alejado de las inquietudes de la población», sentenció.

Subrayó, además, que el espíritu de las asambleas tiene que ser nuestra total capacidad para vencer, al tiempo que en ellas se tienen que concretar resultados y acciones, en función de lo debatido en el 8vo. Congreso. «Es el momento de concretar soluciones y definir insuficiencias», subrayó.

De tal manera ha sido definido en este proceso de balance que según detalló el Jefe de departamento de Organización y Política de Cuadros, busca lograr un vínculo permanente con la población teniendo en cuenta la necesidad de involucrar cada vez más a los militantes, trabajadores y a toda la población en el impulso a la actividad económica y social del país.

El balance tiene dos objetivos esenciales —detalló— el primero de ellos está vinculado a evaluar el estado de implementación y cumplimiento de las Ideas, Conceptos y Directrices derivadas de lo aprobado en el 8vo. Congreso; así como elegir a los organismos intermedios de dirección del Partido.

Necesitamos que los análisis sean realmente aportadores, y ganar el tiempo perdido por el esquematismo y la rutina, enfatizó. «Tenemos que ganar en el vínculo con la base y el contacto con el pueblo», señaló.

Entre las acciones que se han ido realizando en función de avanzar en el proceso de balance comentó acerca de la creación de comisiones de trabajo, presididas por los miembros del Secretariado e integradas por cuadros de la estructura auxiliar del Comité Central del Partido; la preparación a los cuadros; la definición de los temas que se discutirán en las asambleas; y la conformación y aprobación de los proyectos de candidaturas.

Como parte de todo este proceso, destacó, se recogen opiniones que contribuyan a perfeccionar el informe. Para definir los temas a tratar, dijo, se han tenido en cuenta los principales problemas que afectan a los territorios tanto en la actividad económica y la ideológica.

Al dar inicio al debate, Susely Morfa González, miembro del Buró Provincial del Partido en Matanzas, consideró que este es un proceso muy importante para nuestro Partido, no se trata solo del 8vo. Congreso sino también del proceso de balance que vivieron nuestros núcleos el 2019 en el cual se adoptaron importantes acuerdos. En Matanzas nos hemos dado a la tarea —explicó— de que este proceso sea continuidad de aquel realizado en el 2019 y en tal sentido avanzamos en el fortalecimiento de los núcleos con seriedad, con la participación del cuadro, buscando una renovación generacional.

El proceso de balance, valoró, no es solo el día de la asamblea, es todo lo que tenemos que hacer antes de que llegue ese momento y en función de ello trabajamos. «El balance no es solo del Partido; el balance es del pueblo, de la comunidad, de la sociedad… y así tenemos que lograr que la población lo sienta».

Ariel Santana Santiesteban, primer Secretario del Comité Provincial del Partido en Camagüey, refirió cómo el trabajo comunitario ha permitido acercarse más a la población e identificar sus problemas. «La sensibilidad no se logra desde una oficina o desde un teatro, se logra cuando se va a la comunidad y se sabe de verdad cómo vive la población y cuáles son su problemas», aseveró.

Los cuadros tenemos que quitarnos de la mente «el no se puede», porque este es un momento de discusión política y análisis creador, señaló.

De manera particular sobre cómo ha vivido el proceso de balance la capital cubana, el primer Secretario del Comité Provincial, Luis Antonio Torres Iríbar, detalló que en el territorio se han ido preparando las condiciones y en cuatro municipios ya inició el proceso de discusión de las candidaturas. Teniendo en cuenta la experiencia que ya van teniendo en este sentido, llamó la atención sobre la importancia de, para potenciar la participación popular, tomar en cuenta las opiniones de los delegados para confeccionar los informes, lo cual tendrá un efecto positivo.

El proceso asambleario, puntualizó, tiene que ratificar conceptos claves en el actuar cotidiano como desarrollar la capacidad de escuchar a las personas, tomar sus ideas, discutirlas, analizarlas… «La unidad es lo que tiene que primar en este proceso asambleario».

En consideración de la primera Secretaria del Comité Provincial del Partido en Cienfuegos, Maridé Fernández López, la manera en que comuniquemos lo que queremos transmitir en nuestras asambleas de balance del Partido es esencial para poder llegar a los militantes y al pueblo con todo lo que hemos diseñado. Tenemos que lograr que toda la provincia esté en asamblea de balance.

La principal motivación es que vamos a llegar a este momento con la pandemia a una mínima expresión; con un proceso de vacunación efectivo; y con nuevos actores económicos en función de nuestra economía, argumentos para seguir ratificando que «el Partido es el alma de la Revolución».

En tal sentido, el Secretario de Organización y Política de Cuadros destacó la gran oportunidad que significó no haber hecho el balance antes del 8vo. Congreso y poder hacer una evaluación llena de optimismo y confianza de que seguiremos venciendo obstáculos y no solo permitirá mantener vivo el Congreso sino defenderlo y multiplicarlo.

«Mientras más personas participen en la consulta del informe, más se enriquecerá y más se parecerá al territorio», y para ello no puede faltar la consulta a los delegados del Poder Popular en las circunscripciones.

El reto de la transformación digital del Partido

La amplia agenda de trabajo de este sábado incluyó también la presentación del miembro del Comité Central, Walter Baluja García, de las principales acciones que definen el programa para la transformación digital del Partido, un elemento primordial para potenciar y fortalecer la labor de la Organización.

Entre las principales tareas definidas para llevar a cabo este proceso destacó la ampliación del acceso a internet y de los servicios de la Red de Gobierno; la mejora de la disponibilidad de equipamiento de cómputo; el rediseño de las redes y los servicios; la informatización de actividades fundamentales y entre ellas el sistema de Escuelas del Partido.

Asociado a este tema el Secretario de Organización y Política de Cuadros subrayó la importancia de reorganizar los procesos, «porque no hacemos nada con tener tecnología y equipos». Nos hemos propuesto que estas acciones se conviertan en una oportunidad para facilitar el trabajo, aseveró.

La miembro del Comité Central Mayra Arevich Marín, ministra de Comunicaciones, destacó la brevedad en que se ha hecho todo este programa.

Transformación digital no es informatización: es un eslabón superior, y nos va a dar mucha fortaleza para poder utilizar mejor la infraestructura que tenemos. (Tomado de www.pcc.cu)


Continúa, este domingo, Segundo Pleno del Comité Central

Este domingo vuelve a sesionar en el Palacio de Convenciones el Segundo Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, encabezado por su Primer Secretario, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

En la mañana se informa a los miembros del Comité Central sobre la realización próximamente de varios procesos políticos: la consulta del Código de las Familias y luego su referéndum; así como las elecciones municipales y nacionales del Poder Popular.

Además se discute el sistema de aseguramiento político a los actores de la economía cubana, tema prioritario para la organización, según consideró en la primera jornada del Pleno el secretario de Organización y Política de Cuadros, Roberto Morales Ojeda.

Se espera también que el Primer Secretario del Comité Central haga las conclusiones de esta última jornada del Segundo Pleno.

Durante todo el sábado, los miembros del Comité Central analizaron la implementación de los acuerdos del 8vo. Congreso del Partido, el trabajo desplegado por el Buró Político, la modificación de los Estatutos partidistas, las normas para el funcionamiento de las Comisiones Permanente del Comité Central, la estrategia de implementación de la Política de Cuadros, el programa para la transformación del trabajo político-ideológico, entre otros temas.

Encabezan el II Pleno, además, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Manuel Marrero Cruz, primer ministro; y Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, entre otros miembros del Buró Político. (Tomado de www.pcc.cu)

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