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Variedad de la fruta del pan con loables resultados en Isla de la Juventud

La ma’afala -variedad de la fruta del pan, introducido en Cuba en 2016 a través del Grupo de Difusión Tecnológica del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical- exhibe loables resultados en Isla de la Juventud.

Este ejemplar (obtenido a partir de una técnica de propagación in vitro) llegó al país a partir de una donación a varias islas del Caribe, comentó a la Agencia Cubana de Noticias Marlene García Collado, especialista-investigadora del aludido grupo, líder de dos proyectos sobre el árbol del pan (Artocarpus altilis).

 

 

Apuntó la máster en Ciencias que a la mayor de las Antillas entraron mil plántulas, lo cual demandó de los expertos observación constante, debido a las exigencias técnicas del cultivo, como el 60 por ciento de reducción solar durante un semestre y el riego por nebulización (agua en forma de neblina), entre otros requerimientos.

Se trata de un árbol de crecimiento rápido y mediano porte (cuatro metros de altura) que a los cinco años se considera establecido, por el volumen productivo que alcanza, cuyo fruto es parecido al mapén, más pequeño en tamaño, con mejor sabor al paladar y se consume también como vianda, dijo.

 

 

 

En el municipio especial se destinaron 100 de estas vitroplantas a la finca «Ángel Amador», área experimental donde el campesino usufructuario Ulises García González (uno de los mayores beneficiarios) sembró en diciembre de 2016 una hectárea (ha) compacta para en el actual año recolectar unos 150 frutos por planta.

García González aludió a la buena aceptación que ha tenido la ma’afala, variedad más resistente a plagas y enfermedades, con parición abundante y mucho más agradable al paladar que el mapén, incentivo para incrementar a 6,71 ha la presencia del cultivo.

Recibimos asesoramiento de los especialistas, quienes cada dos meses miden las plantas, los frutos, cuentan la cantidad de unas y otros, nos capacitan en el terreno y eso me ofrece confianza; además aprovecho los marcos de siembra (10 por 10) para fomentar el policultivo, dijo el oficial retirado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

 

 

 

García Collado precisó que se benefició a este productor por ser el único representante en el municipio especial del movimiento de cooperativas de frutales, y el resto se distribuyó a productores de referencia, entre quienes figuran Francisco Hernández Rodríguez, Juan Marcelo Vázquez Vázquez y Anicia Pardo Lazo, la única mujer.

Lograr el 50 por ciento de las plántulas, cuya finalidad es comercializarla como fruta fresca, fue un resultado aceptable, afirmó la ingeniera agrónoma.

Subrayó que esta fase experimental de 2016 a 2021 le permite concluir que la ma’afala, variedad del árbol del pan, conocido también como frutipan, tiene todas las condiciones para producirlo de forma compacta con cultivos intercalados o en sistemas agroforestal (cultivos varios con árboles).

Para lograr el crecimiento de las plantaciones de manera eficaz recurriremos a las técnicas de acodado e injerto, consistente la primera en la formación de nuevos ejemplares a partir de la rama de la planta donante, de donde se separan los nuevos ejemplares cuando hayan brotado las raíces.

 

 

La segunda se refiere a la unión de un fragmento vegetal con otro asentado, para conseguir beneficios relacionados con una mayor resistencia a condiciones climáticas, plagas y enfermedades, así como superiores rendimientos, acotó.

Esta innovación tecnológica a fin de propagar un cultivo que aporta a la seguridad alimentaria y educación nutricional, es prioridad para los locales en comunión con el Programa de Innovación Agropecuaria Local, cuyos presupuestos se anclan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.   (Tomado de ACN)

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