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Respuesta a un viejo reclamo

La Gaceta Oficial no. 93, del 18 de agosto de 2021, agrupa un conjunto de normas, encabezado por el Decreto Ley no. 7 Del Sistema de Ciencia e Innovación y tiene como objetivo establecer las bases para el diseño y el funcionamiento de este, enten­dido como los actores sociales que se re­lacionan con dicha actividad, sus inte­racciones, la base jurídico metodológica correspondiente y se reconoce su expre­sión en los niveles nacional, sectorial y territorial; sus componentes fundamentales: principios, objetivos y organización.

Se orienta a incrementar el aporte de la ciencia, la tecnología y la innovación al desarrollo económi­co, social y medioambiental, mediante la integración entre sus componentes y los requerimientos de la so­ciedad, y reconoce en su Artículo 12, entre otras, a la Asociación Nacional de Innovadores y Racionali­zadores, como instituciones de integración.

Por su trascendencia y alcance, es preciso el es­tudio y análisis de todas las normas contenidas en la mencionada Gaceta.

En las normas que reglamentan dicho Decreto Ley no. 7 está la Resolución 212/2021 del Citma, donde se incrementa la cuantía de la remuneración a los inno­vadores y racionalizadores en correspondencia con el efecto económico alcanzado. Un viejo reclamo que oportunamente se ha trabajado con los especialistas del Citma y se integra al conjunto de normas derivadas del fortale­cimiento del Sistema de Ciencia del país.

Elevar la cuantía de la remunera­ción hasta $ 80 000.00 puede constituir un incentivo importante para quienes realicen inventivas con significativos efectos económicos. Se impone ahora implementar todas las normas de ma­nera coherente y trabajar integrado al Sistema de Ciencia en todas las estructu­ras, así como fortalecer la planificación eco­nómica, y dentro de ella, los planes temáticos, y con­centrar en ellos las tareas que limitan la eficiencia de los procesos productivos y de servicios, de manera tal que se enfoque el talento hacia donde lo demanda nuestra economía.

Se requiere un mayor rigor y exigencia, de forma que el estímulo vaya a los que realmente contribuyan a la eficiencia de los procesos productivos y que la mencionada retribución sea solo una porción de un bien calculado efecto económico, con una expresión concreta y medible en las finanzas y los indicadores físicos. Nos corresponde a todos acompañar la tan anhelada solución, con más motivación a la innova­ción.

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