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Santiago de Cuba: paulatina flexibilización de medidas antiCovid

A partir de este sábado, y de manera paulatina, se flexibilizan las rigurosas medidas de restricción de movimiento que desde hace más de un mes estaban en vigor en toda la provincia de Santiago de Cuba en aras de lograr la disminución en el número de personas contagiadas con la COVID-19.

 

El autocuidado de salud con el cumplimiento de las medidas sanitarias serán la clave para evitar en retroceso de la COVID-19 en Santiago de Cuba.

 

Una vez lograda una reducción significativa, junto con un incremento en los santiagueros vacunados con las tres dosis de los inmunógenos contra la mortal enfermedad, se anuncian buenas nuevas como el regreso del transporte público, suspendido totalmente, y la extensión del horario en el que está permitido la circulación de vehículos y peatones.

En el primero de los casos el servicio interurbano, tanto estatal como privado, será de 5.00 am a 7.00 pm, sin que todavía exista una apertura de las conexiones entre los nueve municipios de la provincia, en tanto algunos como Santiago de Cuba y Palma Soriano, dos de los mayores, muestran indicadores favorables, y otros como Segundo y Tercer Frente, dos de los más pequeños, aún no logran el control de la pandemia.

En el caso de la movilidad de personas y vehículos se hace efectiva desde las 5.00 am hasta las 8.00pm.

Asuntos como la reapertura de restaurantes y cafeterías, del sector privado y el estatal, se anuncian igualmente favorables con especificaciones de horarios de atención al público en unos y otras, siempre con el obligatorio cumplimiento del distanciamiento físico.

Servicios como los jurídicos, se reabren de inmediato, los de las sucursales bancarias se amplían en horario, mientras que la atención en peluquerías, barberías, talleres de reparación de electrodomésticos y otros sitios similares tendrán una materialización a corto plazo.

Las autoridades gubernamentales, y en especial las del sistema de Salud Pública, han alertado a la población acerca de no cometer excesos, no confiarse, no bajar la guardia en cuanto al uso del nasobuco, el lavado constante de manos, la desinfección de superficies y el distanciamiento físico.

Si bien la COVID-19 ha disminuido su incidencia en la población santiaguera sigue siendo una amenaza para la salud de las personas, a lo que ahora se une la alerta de los epidemiólogos en relación con un incremento del número de focos del mosquito transmisor del dengue, una enfermedad que ha azotado con fuerza a la provincia y actualmente deviene espada de Damocles por los altos índices de infestación del peligroso vector.

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