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CIDEM: Pensar, Crear, Salvar (+ Fotos)

Mucho camino hay que andar para obtener un medicamento. Si es de los llamados genéricos (que ya existen y se comercializan a nivel mundial) lo mínimo son tres años, pero si se trata de uno nuevo entonces el ciclo puede sobrepasar la década, incluso si se contara con muchos recursos.

Nuestros sueños van encaminados a ser tecnológicamente más fuertes y robustos, subrayó el Doctor en Ciencias Farmacéuticas Alejandro Saúl Padrón Yaquis, director del CIDEM. Foto: Agustín Borrego

Así lo explicó el Doctor en Ciencias Farmacéuticas Alejandro Saúl Padrón Yaquis, director del Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (CIDEM), al brindar elementos de una industria necesaria y costosa al mismo tiempo, y por cuyo fomento el país  apuesta desde hace años.

Perteneciente al grupo empresarial BioCubaFarma, y fundado en 1994 por idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el CIDEM ha desarrollado medicamentos importantes como los colirios que se utilizaron en la Operación Milagro, los antirretrovirales para el tratamiento del Sida y los citostáticos para el cáncer. “Estos últimos se fabricaron en el CIDEM hasta el 2015, pero el paradigma de producir e investigar son diferentes y una decisión sabia de BioCubaFarma fue que esa planta fuera trasladada a los Laboratorios AICA”, precisó Saúl.

En tiempos de pandemia el rol de la institución se ha centrado, fundamentalmente, en el funcionamiento de un laboratorio de biología molecular, donde hasta la fecha se han realizado más de 60 mil PCR, con probada eficacia. Se trata de un equipo muy profesional y consagrado que, en paralelo, lleva a cabo otras investigaciones.

No obstante, hay que decir que muchos de los medicamentos genéricos, y otros productos complementarios, que forman parte de los protocolos para el tratamiento de la COVID-19 se desarrollaron en el CIDEM, como es el caso del oseltamivir y la azitromicina. Al mismo tiempo, se trabajó en la creación de soluciones desinfectantes, sobre todo para uso del personal de la salud.

 

Desarrollar y transferir

“Los productos que desarrollamos (la tercera parte del cuadro básico de medicamentos del país) se traspasan, como parte del encadenamiento necesario, a las empresas de BioCubaFarma que se dedican a la producción de medicamentos y suplementos nutricionales (entre estos Laboratorios Farmacéuticos Oriente, MEDILIP, MEDSOL, AICA, 8 de Marzo, Roberto Escudero). “Nuestra función es desarrollar y transferir”, esa fue la idea del Comandante.

El Laboratorio de Biología Molecular cuenta con un equipo profesional y consagrado que, en paralelo, lleva a cabo otras investigaciones. Foto: Agustín Borrego

“Luego llegó el momento y la necesidad de no solo centrar la mirada en los medicamentos genéricos. Por ejemplo, en el mundo apareció el llamado Harvoni para curar la hepatitis C y nosotros estamos tratando de desarrollarlo para que Cuba no tenga que importarlo”.

Al referirse a la falta de medicamentos, reconoció que es una realidad. “En muchos casos no contamos con el presupuesto necesario para comprar las materias primas y, en otros, no tenemos acceso a estas porque los proveedores han cambiado o a causa del bloqueo. De ahí que el Ministerio de Salud Pública establezca prioridades”.

Subrayó la capacidad de la entidad para cumplir con su encargo social, pues cuenta con una fuerza de trabajo calificada, con altos estándares de calidad e investigadores dedicados a estudios muy específicos. No obstante, ello no resulta suficiente, ya que muchas veces la industria no cuenta con la capacidad necesaria para asumir las producciones, al margen de que siempre hay dependencia en cuanto a materias primas que son esenciales adquirir en el exterior.

Comentó que en la actualidad laboran en el desarrollo de 19 medicamentos genéricos, así como antirretrovirales de nueva generación. “El centro está llamado —entre otras líneas de trabajo— a especializarse en pequeñas producciones; es decir medicamentos de baja demanda, pero con un alto impacto y valor agregado, como ha ocurrido en determinadas circunstancias, incluso para salvar y preservar una sola vida”.

 

Buenas nuevas

La directora de desarrollo farmacéutico, Ania González Cortezón, explicó que en estos momentos el CIDEM se encuentra enfrascado en el desarrollo de un grupo de productos para el tratamiento del dolor, los cuales pudieran emplearse en el tratamiento de determinadas enfermedades que, de cierta manera, se encuentran desprotegidas en el cuadro básico de medicamentos y se introducirían en el sistema nacional de salud para beneficio de la población.

“Tal es el caso de las tabletas de gabapentina —el país las importa—. Estamos en una etapa avanzada de un producto similar al que se importa actualmente. Asimismo, estamos desarrollando también la combinación del tramadol más paracetamol, que al contener los dos productos en una misma formulación potencia el efecto analgésico y hay un mejoramiento terapéutico”, subrayó la especialista.

Yanier Núñez Figueredo, director del laboratorio de neurofarmacología experimental, también líder del proyecto relacionado con las investigaciones encaminadas a la búsqueda de medicamentos neuroprotectores. Foto: Agustín Borrego

Por otra parte, Yanier Núñez Figueredo, director del laboratorio de neurofarmacología experimental, explicó que hoy en su área las investigaciones están encaminadas, esencialmente, a cuatro  enfermedades: isquemia cerebral, Alzheimer, Parkinson y depresión. “Básicamente es descubrir nuevos medicamentos que las alivien o curen”, aseveró el también líder del proyecto.

“Luego de descubrir el fármaco lo evaluamos, primero en cultivos celulares y luego en animales. Somos capaces de inducir signos clínicos y moleculares relacionados con las enfermedades que estudiamos y, si el tratamiento con los nuevos candidatos a medicamentos arroja resultados promisorios, pasamos a la fase de desarrollo que es cuando se le da la terminación farmacéutica al producto”.

En el caso del Parkinson y el Alzheimer (los más avanzados)  estamos terminando la investigación para empezar el ensayo clínico. Puntualizó que estos fármacos no existen, nacen de una colaboración que ha existido durante años entre el CIDEM y la facultad de Química de la Universidad de La Habana. Ellos diseñaron, sintetizaron y caracterizaron el compuesto, y nuestra función es llevarlos hasta la etapa clínica.

Aclaró que en el mundo se encuentran otros medicamentos para tratar tales padecimientos. Sin embargo, estos son nuevos, serían los primeros de su tipo, pues sus mecanismos de acción no se parecen a otros. El próximo año deben comenzar los ensayos clínicos en los humanos. Ello es una buena noticia para la población y los especialistas, que muchas veces se encuentran “desarmados” ante tales padecimientos, sentenció el joven.

 

El futuro en una mirada

Bajo el lema que los identifica como institución —Pensar, Crear, Salvar,—, y fieles a los ideales y sueños de Fidel respecto al papel de la ciencia, el colectivo de trabajadores del CIDEM aspira a convertirse en una empresa de alta tecnología y en un centro de referencia internacional para el desarrollo de productos farmacéuticos. Nuestros sueños van encaminados a incrementar los proyectos internacionales, buscar los recursos para crecer en equipamiento, ser tecnológicamente más fuertes y robustos. Nosotros vamos cruzando un puente, pero vamos más allá de la mitad”, subrayó Saúl.

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