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Hasta su último día, el doctor Borrajero buscó la verdad

El Doctor en Ciencias Israel Borrajero Martínez ni a los 91 años había cejado en la búsqueda de la verdad. Últimamente trabajaba en los estudios de las autopsias de pacientes de la COVID-19, en Cuba, formando parte de un equipo de prestigiosos investigadores del Hospital Hermanos Ameijeiras, donde se desempeñaba como profesor consultante.

 

 

Sus aportes están plasmados en muchas esferas de la Anatomía Patológica, y quedan para las actuales y futuras generaciones de galenos que siguen su historia y dan continuidad a sus investigaciones, entre las más recientes, las 50 autopsias a los mencionados enfermos. En Cuba, se realizan esos estudios al 60 % de los pacientes hospitalizados, mientras en el resto del mundo muchos países no sobrepasan el 5 por ciento.

El Profesor Borrajero, como todos le conocían, falleció a causa de una fuerte caída, que lo privó de la vida en la tarde de este 10 de septiembre. Trabajadores transmite las condolencias a sus familiares, a sus colegas, al colectivo del Ameijeiras y a sus amigos.

Un día del 2017 fui a visitarlo en su pequeño espacio del hospital; no fui a consultarme sino lógicamente a hacerle una entrevista, algo que él admitió con algunos reparos, pues su extraordinaria modestia y su sencillez no le permitía revelar aspectos relevantes de su trayectoria científica.

De aquella entrevista tomo tres párrafos:

Su modestia y ecuanimidad son notables; quizás por él mismo nunca hubiese sabido que la obra del Doctor en Ciencias Israel Borrajero Martínez, trasciende las fronteras nacionales y sienta cátedra por los resultados de toda su vida en la especialidad de la Anatomía Patológica.

Dos galardones resaltan en su historia: el Premio al Mérito Científico y el Título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. “Son la culminación del reconocimiento a un esfuerzo, que producen regocijo, y han sido una satisfacción para otros colegas e instituciones a las cuales he prestado servicios.

“Tengo esa tranquilidad de haber cumplido con un deber, con una vocación, con un encargo social de gran responsabilidad en lo que respecta a la asistencia médica en las instituciones de salud”, afirmó el patólogo pionero de la especialidad en Cuba y formador de más de 400 homólogos y de unos 800 tecnólogos de la salud.

La obra del Doctor Borrajero es inmensa, como los títulos que recibió, y que nunca fueron aspiración para él, sino el fruto de la consagración, y por qué no decirlo, de su talento.

La mayor satisfacción para este hombre que mantuvo una raíz irremovible con el campo fue “la creación de 100 departamentos de anatomía patológica en el país, haber contribuido a la formación de patólogos y tecnólogos de la salud y brindar una asistencia médica dedicada y creo que calificada. Esa es mi verdadera vocación”.

A este hombre, que conocí ya anciano, con poco pelo y canas, pero vigoroso y sereno, profundamente ético (viví un incidente que lo confirma) le apetecía el silencio; no gustaba de elogios, sino de mirar el microscopio, el elemento más importante que usara en la búsqueda constante de la verdad. Que descanse en paz y su reposo sea eterno.

 

Le sugerimos:

[spoiler title=»La búsqueda constante de la verdad» open=»yes» style=»fancy»]

Usa una de las armas más convencionales para hacer ciencia: el microscopio, y su praxis es la búsqueda constante de la verdad, el mayor acercamiento a esta, utilizando los métodos a su alcance. Tiene una excelente memoria y una vida saludable aún al sobrepasar los 85 años, lo que le permite mantener la asistencia médica, la docencia y la investigación en el Hospital Hermanos Ameijeiras, de la capital.

Su modestia y ecuanimidad son notables; quizás por él mismo nunca hubiese sabido que la obra del Doctor en Ciencias Israel Borrajero Martínez, trasciende las fronteras nacionales y sienta cátedra por los resultados de toda su vida en la especialidad de la Anatomía Patológica. (Ver más)

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