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Covid-19: ¡No podemos cantar victoria!

No podemos cantar victoria todavía, pero eso no es nube que tape las alegrías. La esperanza se abre camino en un enmarañado terreno de irresponsabilidades, medidas que se violan y gente que no se cuida.

 

Caricatura: Martirena

 

La vacunación y las medidas más restrictivas adoptadas en algunas provincias hacen que la mirada al mapa de los casos positivos del día se vaya despejando. Hace tres días hablé de una luz tenue, que aclara.

Y es que, dejar de ver cifras de cuatro dígitos sobre las provincias, hacen la diferencia con los días posteriores al 19 de julio cuando inició un ascenso desmedido de casos positivos. Hoy todos los territorios tienen números de tres dígitos, esperemos que pronto vayan bajando aún más, sin saltos, hacen falta pasos seguros.

El hecho de que 11 municipios, de los 168 que hay en nuestra geografía, no reporten casos positivos en el día de hoy, confirma por primera vez en más de un mes, que se prendió la lucecita, y no podemos dejar que se marchite, menos que se apague.

Todavía los decesos son altos lamentablemente, pero hay muchos casos en terapias intermedias; hay 202 menos positivos que en la jornada anterior (la tercera bajando) y se otorgaron 7 mil 535 altas, mil 460 más que los casos ingresados.

La tercera dosis de las vacunas ya está en el 31,7 % de la población, personas que se consideran con alguna protección a partir de la generación de anticuerpos, que hacen más resistente a las personas, sin que sea absolutamente evitable el contagio.

 

“La vacuna no evita adquirir la enfermedad”, volvió a decir el Doctor Durán, “lo que evita que la evolución del paciente sea hacia la gravedad, disminuye los síntomas.

“La incidencia de casos positivos ha disminuido con más cobertura de vacunas y más exigencia en el cumplimiento de las medidas de protección y control. La vacuna sola no resuelve”, enfatizó Durán.

 

Y como siempre, el especialista coló su criterio: “hay muchas indisciplinas”.

Eso y la agresividad de nuevas cepas del virus son responsables de que agosto se haya convertido en el peor mes, en una pesadilla para los cubanos. Hay 51 mil 772 casos y 831 fallecidos más que en julio, el mes que precedía en cifras. Esperemos que mañana, el penúltimo día de este calendario, sea mejor que el anterior, y así sigamos hasta convertir en tendencia esta reducción.

Sin excesos de optimismo, pero sí un poco de esperanzas.

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