Cargando...Parte de la idiosincrasia de los pinareños está asociada a la cultura de resistencia forjada por el frecuente azote de huracanes a la región; el paso de Ida por las tierras de Vueltabajo puso a prueba una vez más esta capacidad, en circunstancias especiales dada la situación epidemiológica del territorio.
Bien saben los nacidos en estos lares que es primordial la contabilización de pérdidas y saneamiento, labores que empezaron en la madrugada del sábado. Fuerzas conjuntas de Servicios Comunales, la Agricultura, el Ministerio del Transporte (Mitrans) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) eliminaron los árboles caídos, priorizando los que obstaculizaban el tránsito por la red vial.
La interrupción del servicio eléctrico abarcó al 73 % de la provincia, en apenas 36 horas, ya se restableció más de la mitad del mismo, y 16 brigadas se mantienen trabajando.
Las comisiones continúan la evaluación del impacto del evento meteorológico, preliminarmente 506 viviendas reportan daños, al cierre de esta información eran: 41 derrumbes totales y 20 parciales, mientras que 60 perdieron todo el techo y parte de ellos 376, sufrieron averías 44 facilidades temporales y nueve cubiertas de impermeabilización en edificios.
Fueron asignadas a la provincia un grupo de recursos: 10 mil fibras asbesto cemento e igual cantidad de fibroasfalto, 40 módulos de techo y 50 de carpintería, los mismos serán trasladados al territorio cuando los proveedores notifiquen que está lista la carga.
La agricultura tuvo pérdidas de 50 toneladas (t) en cultivos varios, más de la mitad son de plátano. Apenas las condiciones meteorológicas lo permitieron los campesinos se volcaron a los campos para realizar tareas de drenaje y cosechar cada producto que podía destinarse al consumo.
Hasta el momento 38 centros educacionales tuvieron daños en su infraestructura, principalmente cubiertas y ventanales. Perjuicios similares reportaron unidades de Comercio y la Gastronomía, así como instalaciones de Turismo, la Alimentaria y la Pesca.
Los servicios de telecomunicaciones que están interrumpidos dependen del restablecimiento de la energía eléctrica a los emplazamientos de radio bases que carecen de fuentes alternativas.
Con la experiencia acumulada, y el acicate de que esta vez la ira de madre natura no golpeó con la fuerza de eventos precedentes, los pinareños se vuelcan a las labores de recuperación.
