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Cepal: Solo escuchando la cosmovisión y la ideología de los pueblos indígenas nos vamos a salvar

Foto: Twitter @cepal_onu

“Los pueblos originarios tienen la llave maestra para la acción transformadora y eso es lo que humanidad tiene que escuchar porque la modernidad destruye y nos ha colocado en unas de las peores crisis ambientales de la humanidad por eso la propuesta del buen vivir es la única salida, no es una opción para explorar, es la única salida que tiene la civilización”.

Así lo aseguró la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, este jueves durante su participación  —de forma virtual— en el Foro Político de Alto Nivel Desafíos en tiempos de pandemia: Una concertación para el buen vivir convocado y organizado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac).

Bárcena confirmó que la región de Latinoamérica y el Caribe atraviesa una de sus crisis más profundas, al ser la más golpeada por la pandemia, representa el 8,4 % de la población mundial, pero contabiliza  el 32,5 % de las muertes del mundo. Es además, una zona con una profunda asimetría frente al mundo desarrollado, especialmente en el acceso a vacunas y en el tema del cambio climático, que está golpeando muy fuertemente a los pueblos indígenas.

Consideró que estamos enfrentando una gravísima paradoja económica porque nuestros países creen que ya nos vamos a recuperar este año y que después de haber caído 6.8 % el PIB, este año se espera un crecimiento de 5.9 y el próximo de 2.9 por ciento.

“Hay muchos que están cantando victoria, pero lo que hay que decir y enfatizar es que esta supuesta recuperación no es verdadera, se basa en la perpetuación del modelo de consumo, extractivista que nos ha llevado a la reprimarización de nuestras economías, de nuestras tierras y de nuestros recursos. Una realidad extractivista  y desigual. Entonces esta pseudorrecuperación es a la que nos tenemos que revelar profundamente porque no estamos cambiando nada y eso es lo más preocupante”, apuntó.

Para la Secretaria Ejecutiva de la Cepal, desde las voces de los pueblos indígenas se deben  abordar estos temas porque si no se hace,  no se tendrán en cuenta los problemas estructurales que aquejan  la región y vamos a ir de nuevo a la desigualdad, al endeudamiento y a una pobreza que ya hoy afecta a 209 millones de personas, mientras que la extrema ronda los 82 millones de latinoamericanos.

Informó además, que la informalidad, el desempleo y la tasa de la pobreza de las personas indígenas ascendió 47,6 % y la pobreza 17,3; es decir, el doble y el triple de las respectivas tasas de la población no indígenas en nueve países que se han evaluado. “Estos son los desafíos del buen vivir porque nuestras sociedades están yendo de nuevo a los privilegios que niegan derechos, a la concentración, a un modelo neoliberal que no logramos superar y estas desigualdades históricas están aunadas al despojo y al saqueo de las tierras y los recursos de los pueblos indígenas”, precisó.

 

Foto: Twitter @cepal_onu

 

Bárcenas hizo un llamado a que las declaraciones y los avances que se han tenido se puedan traducir de verdad en derechos sociales y culturales, en particular para las mujeres indígenas, los niños, los jóvenes, los adultos mayores y las personas con discapacidad, así como visibilizar los problemas.

Denunció que se han identificado mil 223 conflictos en 13 países de América Latina derivados de la afectación de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, asociados a industrias extractivas (minerías, hidrocarburos, monocultivos) y que es importante poner atención a ello porque los están criminalizando, los tildan y los tratan como terroristas simplemente porque están tratando de reivindicar sus derechos a los territorios y la expresión más dramática de la vulneración de derechos es el asesinato de los defensores de la vida y los territorios.

“Entre el 2015 y 2019, 232 líderes y comuneros indígenas fueron asesinados en el marco de los conflictos territoriales asociados a la industria extractiva. ¿Qué nos indica esto? que cuatro  defensores de indígenas son asesinados cada mes; eso es grave y hay que visibilizarlo”, reflexionó Bárcenas.

Consideró además que solo escuchando la cosmovisión y la ideología de los pueblos indígenas nos vamos a salvar y que la recuperación debe ser transformadora y con base en un nuevo contrato social pero que reconozca con claridad los problemas, la centralidad de los derechos de los pueblos indígenas avanzando en su defensa: el derecho al agua, al saneamiento, junto a los saberes y en especial, los derechos colectivos.

 

Foto: Twitter @cepal_onu

 

“No se debería hacer ningún proyecto de inversión sin el consentimiento previo e informado de los pueblos indígenas. Hoy tenemos ante nosotros una oportunidad pero el buen vivir requiere reconocer la relevancia de los territorios: el derecho a la cultura más allá del idioma, la que brinda conciencia e identidad, historia, espiritualidad, visión de la vida, el derecho a una educación pertinente en su desarrollo con identidad y como sujetos de derechos, y muy importante, el derecho territorial, así como la obligación de comunicarnos, de dialogar. Se precisa acciones, medidas”, exhortó.

Alicia Bárcenas señaló que se podrá contar siempre con la Cepal para poder visibilizar los problemas y que no se haga nada sin los pueblos indígenas, pues esta pandemia nos demostró que es imprescindible ir a la sociedad del cuidado.

Al concluir su intervención expresó su solidaridad con los miles de habitantes de la región que han debido enfrentar los efectos de la pandemia en condiciones de marginación y exclusión, “en especial a los silenciosos guardianes de la tierra y la biodiversidad que en medio de la crisis, inquebrantablemente, han mantenido la lucha por sus derechos ambientales y sociales de todos”.

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