En la Unidad Empresarial de Base (UEB) Central Azucarero Ignacio Agramonte, ubicada en el municipio de Florida, en Camagüey, se produce oxígeno medicinal tras la puesta en funcionamiento de un compresor en desuso hacía 17 años.
El equipo, reparado por un grupo de técnicos e innovadores del ingenio Argentina de la citada demarcación, permite aprovechar el oxígeno resultante del proceso de obtención de agua desmineralizada para la fabricación de sorbitol, una de las líneas de trabajo fundamentales.
Francisco Pol Fis, director de la UEB Ignacio Agramonte, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias que luego de pruebas de cromatografía de gases efectuadas en La Habana, éstas arrojaron que el oxígeno procesado por el compresor reúne las condiciones para su empleo medicinal en humanos.
Hace varias jornadas que en la entidad, donde radica también una refinería de azúcar, se envían cada día al balance nacional alrededor de un centenar de balones, lo cual constituye una alternativa ante el déficit del vital recurso en el país en medio del enfrentamiento a la COVID-19.
De manera particular para la provincia de Camagüey, entre las de mayor tasa de incidencia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, representa un gran avance, pues la extensa región depende del oxígeno obtenido en otras fábricas de la nación antillana.
Frente al alza de contagios de COVID-19 y el déficit de ese renglón por roturas en la principal instalación del país, el Gobierno cubano prioriza la distribución vía aérea y otras alternativas, con el objetivo de atender las elevadas demandas de los territorios más complejos y lograr su uso racional en centros que atienden enfermos del padecimiento infeccioso. ( Tomado de ACN)
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