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Barcelán: Pesas, no goles

Tokío.- Que su apellido se asemeje al del famoso equipo de fútbol español le ha traído más de una alegría y no pocos disgustos. Sin embargo, Jorge Luis Barcelán no gambetea ni mete goles. Toda su vida ha estado consagrado a las pesas. Primero como atleta, luego de entrenador y desde hace siete años titular de la Federación cubana de esta disciplina.

Jorge Luis Barcelán junto a su equipo de pesas.

En sus terceros Juegos Olímpicos pasa recuerdos a los de Londres 2012 cuando su alumno Iván Cambar logró la octava presea a este nivel de nuestros forzudos; a los de Río de Janeiro 2016 en los que por vez primera una muchacha, Marina Rodríguez, quedó entre las ocho primeras. Ahora, Ludia Montero finalizó sexta y Marina repitió su lugar, por lo que sigue habiendo razones para estar optimista.

La familia ha sido el principal sostén de cada triunfo y cada paso dado por Barcelán. A su esposa la conoció en edad juvenil, cuando ella propinaba ippones y él se subía a la palanqueta. Dos hijos, uno pelotero y otro pelotaris, Jorge Luis y George, completan un hogar en el que se respira por los Industriales y por supuesto, por el levantamiento de pesas.

Uno de los padres de la práctica femenina de este deporte, el también doctor en Ciencias desde el 6 de diciembre del 2016, es un convencido de que por muchas carencias de recursos que existan, los forzudos cubanos deben apostar al trabajo renovado y unido en la metodología del entrenamiento para dar un salto superior en los resultados, que recita de memoria, entre ellos 84 podios mundiales de mayores y 112 al mismo nivel entre los juveniles.

Pondera el grupo de entrenadores jóvenes en las selecciones nacionales y los equipos de trabajo en cada provincia, los cuales han permitido ir modificando y actualizando progresivamente las ideas, como la de retomar la categoría 10-11 años “porque se necesita de tiempo para acumular los elementos técnicos necesarios y para desarrollar las propiedades físicas”.

Carismático y conversador, Barcelán considera imprescindible hablar de la vinculación que establecen las pesas con el resto de los deportes, sobre todo judo, lucha, béisbol, baloncesto, por solo mencionar algunos. Es crítico al reconocer que será difícil volver a tener émulos de Daniel Nuñez, Pablo Lara o Iván Cambar, aunque se atreve a hablar de María Félix, en estos momentos en panamericano juvenil clasificatoria. “Debe darnos grandes alegrías en breve plazo”.

Más sueños le persiguen: recuperar las Academias, las ESPA que desaparecieron hace 17 años, pero ahora prefiere aclara de nuevo que no lo confundan más con el club de fútbol ibérico. Él es pesista.

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