Controlar la epidemia de la COVID-19 y prepararse para Elsa: las dos batallas de La Habana

Las máximas autoridades de La Habana indicaron este sábado a los cuadros partidistas, gubernamentales y del sistema de Salud en los 15 municipios redoblar la exigencia para controlar la epidemia y enfrentar con éxito las posibles afectaciones del ahora tormenta tropical Elsa.

El primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), Luis Antonio Torres Iríbar, exigió a los grupos de trabajo municipales detectar las causas del incremento de casos positivos a la COVID-19 y reforzar el trabajo de identificación de sugestivos y sospechosos para evitar el surgimiento de focos.

La capital sigue teniendo una situación muy compleja, tenemos demasiados casos, municipios que incrementan su tasa de incidencia; ese panorama tiene que ser revertido, hay que controlar la epidemia en la comunidad, el consejo popular, el territorio.

En estos momentos están identificados 3 747 sospechosos y casi 3000 sugestivos (sintomáticos detectados en las pesquisas a los que no se les ha aplicado el test de antígeno) en la ciudad, lo que tendrá una incidencia en el incremento de casos, por lo que hay que acelerar la confirmación o no de positivos a la COVID-19.

Se debe intensificar el accionar de los organismos impositores de multas para hacer cumplir las medidas sanitarias, hay que arreciar el combate a las indisciplinas sociales que transgreden lo estipulado en el Plan de prevención y control de la epidemia.

Las administraciones son las responsables de que se cumpla con el distanciamiento físico en los centros laborales y tienen que exigir a sus trabajadores el uso del nasobuco.

Hay que elevar el rigor en la aplicación de las medidas restrictivas, no podemos retroceder porque corremos el peligro de que la epidemia se descontrole y tense la capacidad de internamiento de las instituciones sanitarias.

Los primeros secretarios del PCC en los territorios son los responsables de velar porque las cosas se hagan como debe hacerse, de que los protocolos se cumplan, y junto a ellos deben estar todos los cuadros de la organización hasta el nivel de base.

Esa es la mejor manera de defender la Revolución en estos momentos, definió Torres Iríbar.

Por su parte, el Gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, insistió en la importancia de estratificar adecuadamente las zonas más complicadas, y controlar rigurosamente los focos y eventos activos.

También criticó la lentitud de algunos cuadros a la hora de tomar decisiones claves para evitar la expansión de los contagios y amonestar a los incumplidores de los protocolos sanitarios.

El análisis de la situación epidemiológica se inició con un intercambio de la doctora Yadira Olivera Nodarse, directora del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, con las autoridades de todos los territorios haciendo énfasis en las deficiencias del enfrentamiento a la epidemia y las acciones que tienen que ejecutar para cortar la propagación del nuevo coronavirus.

El municipio de Diez de Octubre sigue siendo el más crítico en cantidad y dispersión de casos que se refleja en los 15 eventos y 148 controles de foco activos al amanecer de este sábado.

Las visitas de supervisión realizadas por el GTT detectaron una baja exigencia sanitaria, y una disminución en la identificación de contactos, así como en la imposición de multas por el Decreto 31.

Otros territorios de riesgo con incidencia progresiva de casos son Playa, La Habana del Este y Arroyo Naranjo.

Sobre este último, Torres Iríbar alertó que se deben reforzar las acciones para que no retroceda aún más y se degrade a la situación tan desfavorable en que se encuentra el territorio octubrino.

En las dos jornadas de julio se promedian 446 casos diarios; superior a los 391 de junio pero inferior a los 603 de mayo.

La provincia tiene 53 eventos (10 institucionales) y 1190 controles de focos abiertos.

Permanecen ingresados 1216 activos en hospitales, de ellos 1103 residen en La Habana; el viernes se recuperaron 430.

Del total de ingresos 482 son menores de edad; de ellos, 50 no han arribado al primer año de vida.

(Eduardo Douglas Pedroso / Tribuna de La Habana)