Cuando la tierra puede administrarse mejor

Cuando la tierra puede administrarse mejor

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Alina Perera Robbio  / Presidencia de Cuba

 

Las aproximaciones sucesivas a la verdad —que son como olas salvadoras y llevan en sí la inteligencia y el sentir de muchos— constituyen una herramienta de valor en Cuba que hoy acude a la creación audaz para seguir adelante.

 

Foto: Estudios Revolución

 

Eso explica que hace unos días, con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se  presentara en el Palacio de la Revolución una propuesta de innovación para fortalecer y consolidar las Cooperativas Agropecuarias.

Valorar al sector cooperativo agropecuario como un actor económico relevante, y actuar en consonancia con ello, es uno de los conceptos principales de la propuesta cuya explicación estuvo a cargo del Dr.C. Alcides López Labrada, Director de la Escuela Ramal del Ministerio de la Agricultura (Minag), en un encuentro con científicos y expertos para la soberanía alimentaria y educación nutricional, el cual también estuvo presidido por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, así como por los viceprimeros ministros, Inés María Chapman Waugh, y Jorge Luis Tapia Fonseca.

Al argumentar la propuesta para fortalecer y consolidar las Cooperativas Agropecuarias —en cuya confección han tomado parte 17 instituciones—, Alcides López mencionó, entre las deficiencias de esas estructuras productivas, que un grupo importante de ellas mantienen una situación económica desfavorable; algunas hacen uso ineficiente de la tierra; otras no están adecuadamente insertadas en las cadenas productivas, lo cual les impide cerrar ciclos; y en otras falta estabilidad y preparación adecuada de sus dirigentes.

 

Dr.C. Alcides López Labrada, Director de la Escuela Ramal del Ministerio de la Agricultura. Foto: Estudios Revolución.

 

Otros problemas mencionados por el experto hicieron alusión a la no suficientemente valorada autonomía de las cooperativas; a vacíos y contradicciones legislativas en lo referente a las interacciones de la cooperativa con los actores económicos de su entorno; y a la ausencia de programas de formación, desarrollo y educación cooperativa.

A partir del diagnóstico realizado —el cual incluyó una clasificación de las cooperativas de la Isla según sus resultados—, la propuesta de innovación incluye entre las soluciones, según explicó el  Director de la Escuela Ramal del Minag, disolver un grupo de esas estructuras productivas y unificar otras; al tiempo de crear un Instituto de fomento y desarrollo cooperativo con el cual contribuir al fortalecimiento de las existentes, promover el nacimiento de entidades nuevas, y robustecer el sustento legislativo necesario en materia de cooperativismo.

Miradas de los expertos

La propuesta de innovación para el fortalecimiento y consolidación de las Cooperativas Agropecuarias dio paso a los análisis de varios especialistas; entre ellos, del Dr. Jesús Cruz Reyes, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, para quien «las cooperativas, por sus principios y sus valores, son perfectamente compatibles con lo que en el socialismo deseamos como método y principio de gestión».

Cuba «ha sido una gran cooperativa —reflexionó el profesor—por los elementos de solidaridad que hemos tenido entre los cubanos, y de los cubanos con otros países del mundo». Y seguidamente hizo referencia a una idea que ya ha sido vista por expertos del universo de la agricultura, como es «el fomento y desarrollo, de modo experimental, de cooperativas de segundo grado, que en este caso sería la unión de varias cooperativas primarias en una organización superior».

¿Qué podría hacer esta cooperativa de nivel superior que llamamos cooperativa de segundo grado?, subrayó Jesús Cruz: «Puede brindar servicios, dijo, a las cooperativas; puede fortalecer la colaboración de un conjunto de cooperativas entre sí, y de estas con las autoridades y organizaciones locales; puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de los cooperativistas, de los campesinos y de las comunidades».

«En las cooperativas, aún en medio de las dificultades que tenemos de recursos, hay potencialidades no aprovechadas que una organización de segundo grado podría contribuir a usar más racionalmente», afirmó el experto, quien tiene la certeza de que una cooperativa de segundo grado podría atender problemas específicos, en una estructura primaria, como los de orden logístico, de capacitación, de comercialización, y de necesidades de las juntas directivas.

Sobre los recursos que en el universo de la agricultura son limitados, Jesús Cruz apuntó que la experiencia de nuestro país indica que si importante es la disponibilidad de los mismos, no menos trascendente es que estos lleguen al trabajador indicado, y a cada eslabón de la cadena donde se realiza la labor productiva.

Durante la jornada se fueron imbricando los análisis: entre otras aristas, se hizo hincapié en desterrar concepciones verticalistas que, unidas a carencias de recursos, han lastrado el buen funcionamiento de las cooperativas.

Quedó clara la importancia de respetar la autonomía de los actores económicos, así como la necesidad de que estos puedan concurrir a un mercado en busca de sus recursos para producir.

Sobre la propuesta de innovación que todavía transitará por un camino de consultas con las bases productivas, el viceprimer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca, enunció que su contenido ha pasado por un amplio debate con científicos y expertos.

Ese proceso de análisis, subrayó, ha hecho posible que todos los organismos que tienen que ver con la tarea de perfeccionamiento comprendan la importancia del sector agropecuario en Cuba; comprendan la responsabilidad que ellos asumen en la gestión hacia el sector productivo.

 

El camino enriquecedor de una propuesta

Como un buen trabajo, y que era necesario, valoró el Presidente Díaz-Canel la propuesta de innovación para el fortalecimiento y consolidación de las Cooperativas Agropecuarias. «Aquí estamos hablando, subrayó, del fortalecimiento de uno de los principales actores económicos que tenemos en la producción de alimentos».

 

«Aquí estamos hablando, subrayó, del fortalecimiento de uno de los principales actores económicos que tenemos en la producción de alimentos». Foto: Estudios Revolución.

 

Al hablar sobre las problemáticas y soluciones expuestas en el encuentro, el Jefe de Estado llamó la atención, entre otras deficiencias, sobre la manera inadecuada en que se han manifestado en todo este tiempo un grupo de relaciones entre las empresas y las cooperativas.

«Aquí llegó un momento, recordó, en que las empresas casi que decidían lo que compraba una cooperativa con sus ingresos, cuando los ingresos de una cooperativa son patrimonio de ella. Las relaciones de la empresa con los cooperativistas tienen que ser de otra manera: de cooperación, de relación como actores, pero la empresa no dirige la cooperativa, y esa es una deformación que teníamos».

De otras relaciones inadecuadas que hay que corregir, y del tratamiento no óptimo que en algunas cooperativas reciben sus integrantes, habló también el mandatario, quien comentó la necesidad —a propósito de la idea elogiada por él de crear un Instituto de fomento cooperativo— de fundar una institución que a nivel estatal atienda diferenciadamente al movimiento cooperativo.

El dignatario, reconociendo el valor de la propuesta de innovación, expresó que la misma tiene el mérito de haber tomado como punto de partida un diagnóstico en el cual tomaron parte los cooperativistas.

Una versión más enriquecida en días sucesivos, gracias a todos los criterios recientes que se han ido sumando, deberá volver —dijo Díaz-Canel Bermúdez— a las bases productivas, a modo de otra vuelta de consulta, antes de que el documento sea llevado, para su análisis, a las máximas instancias del Partido y del Gobierno.

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Un comentario en Cuando la tierra puede administrarse mejor

  1. Trabajadores, 21 junio, 2021 • 18:04
    «Cuando la tierra puede administrarse mejor». Por Redacción Digital
    Confieso que no logré aproximarme, no me monté en esa ola inteligente donde navegan las Cooperativas Agropecuarias. Sobre todo lo referido al ¿ Qué hacer? de esa mega-cooperativa (de segundo grado).
    La creación de una nueva mega-estructura ramal que se agiganta, sin las certeza de soluciones absolutas contra el bloqueo, contra las cuales es el estado el único capacitado para desliar y balancear necesidades del cooperativistas y pueblo; el Estado como auténtico celador de intereses inter ramales y globales de la nación.
    Pienso que tampoco nadie puede predecir la medida en que las deficiencias y preocupaciones localizadas en el diagnóstico realizado a la cooperativa de base no se dupliquen en mayores niveles de administración y gestión de los mismos cuadros especializados en el tema.

    También hay experiencias internacionales que enseñan que al desbocar los caballos de la fuerza productivas es recomendable adiestrarlos primero desde potricos y delimitar bien el terreno por donde correrán para que la manada lo haga buscando un mismo fin. Muchas experiencias demostraron que en la estampida puede surgir bandos y desunión hacia otros intereses, alguno por empuje pueden saltar por encima del interes de su domador legitimo, el pueblo, y sus representantes electos, llamese delegado, diputado, ministro u otro rango de la administración.

    Las recomendaciones sin dudas colegiadas y referidas en experiencias internacionales se muestran repetidas en campos teóricos. Sin enmbargo en lo cotidiano se me escapó notar el ¿qué hacer? dirigido a los poderes obrero-campesinos y entendencia local quienes en definitiva llavan la máxima responsabilidad de producir y dar pasos concretos de control y uso eficiente sobre los mega-recursos; de quien quiera que sea el que se los suministre y garantice a las cooperativad para su explotación eficiente en la tierra, solo inherente a la coperativa primaria o de base, fuerza real de toda las estructuras agropecuarias, pequeñas y grandes.

    Humildemente pienso que psrs ensyos burocráticos y teóricos no son estos los tiempos, al menos ante la imperiosa necesidad de un mega crecimiento en la suficiencia de las unidades de base, que sean estas, las condiciones de crecimiento objetivo las que marquen la pauta con su producción incrementada del tipo de infraestructura que vayan exigiendo.

    Estoy entre los que opinan no me excluyo del pensar puril, que el aparato y función de balance de intereses nacionales del Estado y sus poderes elegidos es el más aproximado a la mayoria entre todos los poderes «de segundo grado». Precisamente por ello deben alcanzar la eficiencia esperada y no deberían traspasar a otro «super interés ramales» sus obligaciones. Los que corren el riesgo de convertirse en una traba al pensar país por sí mismos.
    Gracias.

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