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Pie forzado para la cultura (+Fotos)

En tiempos de COVID-19, el micrófono que antes daba voz a los artistas, ahora amplifica medidas de prevención desde la radio-base. Para la Casa de Cultura “Justo Vega”, del municipio capitalino de Arroyo Naranjo, la comunidad es su prioridad y fuente de inspiración. “Ahora el arte está al servicio de la salud”, afirma su directora Susel Velázquez Palacios.

 

La Casa de Cultura «Justo Vega» de Arroyo Naranjo tiene entre sus misiones salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial de la localidad.

 

Esta institución cultural ha buscado alternativas en el entorno digital, como la realización de videos didácticos de las diferentes manifestaciones artísticas para publicarlos en redes sociales, accesibles para cualquier persona con un lenguaje comprensible.

“Hemos realizado concursos y exposiciones virtuales. Las nuevas tecnologías son importantes para el desarrollo y la viabilidad del trabajo cultural. Ese es uno de los aportes que esperamos del proyecto de colaboración internacional ‘La casa de todos’, financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS), la ONG ARCS- Cultura Solidaria y el Fondo Bilateral Italia-Cuba, que beneficiará también a las Casas de Cultura del Cotorro y Centro Habana. Igualmente, dará una posibilidad de crear mayores capacidades institucionales que impacten todo nuestro modo de hacer, como formadores y hacedores culturales.

 

Se han organizado actividades virtuales y realizado algunos talleres en la medida que la situación epidemiológica lo ha permitido.

 

“Contempla la preparación del personal, lo que nos va a permitir ampliar los servicios y brindar propuestas culturales y docentes con mayor calidad según las necesidades y aspiraciones de todos los segmentos de públicos en el municipio”, subrayó Velázquez Palacios.

El estudio del consumo sociocultural se inscribe dentro del proyecto, que -sin dudas-, potenciará la labor a favor del desarrollo cultural y comunitario que cultiva el centro desde 1988, cuando desterró la tristeza de la antigua funeraria, para repartir alegrías, amor por la vida y crecimiento espiritual, de sus pobladores y también del colectivo.

 

Esta Casa acogió a la Banda de concierto de Arroyo Naranjo con motivo del Día de la Cultura Cubana.

 

El amor por el arte y el compromiso de sus trabajadores con la obra cultural inclusiva de la Revolución sustenta el trabajo de este centro: “Soy ingeniero industrial y cuando me jubilé, empecé a trabajar aquí. Encontré un mundo nuevo: las artes. Me ha motivado aprender la guitarra, he pasado diferentes cursos, uno nunca termina de aprender. Esta casa la siento como mía. Hay quien piensa que con la jubilación se termina la vida, pero este lugar me permitió empezar otra vez”, confiesa el administrador José Grizzel Aguirre.

 

En la Casa de Cultura «Justo Vega» de Arroyo Naranjo confluyen de manera armoniosa diversas generaciones de artistas. A la izquierda, la directora del centro, Susel Velázquez Palacios y el escultor Osvaldo Llins Díaz.

El arte local llega a todos a través de las Casas de Cultura Comunales: “Carlos Enríquez” en Managua, “13 de agosto” en el Reparto Eléctrico y “José Antonio Méndez” en Los Pinos, asesoradas por la Casa de Cultura Municipal.

“De este modo, podemos gestionar la política cultural de la nación, a partir del asesoramiento técnico y metodológico y la concreción de los procesos culturales comunitarios desde la apreciación, creación y promoción  artística y literaria, el fortalecimiento del Movimiento de Artistas Aficionados, así como la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial”, explica la joven directiva de 32 años, integrante de la Brigada José Martí de Instructores de Arte (BJM).

“El instructor de arte es un ser que tiene mucha sensibilidad, hemos aprendido con el trabajo comunitario, cómo llegar a ese niño o niña, al adulto mayor, a los diferentes grupos etarios. En este municipio, más del 24%, por ciento de la población es de la tercera edad, por lo que es imprescindible trazar acciones estratégicas, donde se tengan en cuenta las necesidades espirituales de este grupo etario y así influir en su bienestar”, detalla Susel.

 

 

 

 

Actividad cultural por el Día de la Medicina Latinoamericana con el personal de salud a cargo de la vacuna Soberana 02 y el Instituto Finlay de Vacunas

 

“Como soy de la BJM, me resulta más fácil asesorar en la metodología a los instructores que están en las escuelas. La maestría me ha aportado mucho a encausar los procesos desde la enseñanza, la didáctica ya diseñar programas”, comenta la subdirectora técnica Jailín Aguilera Martínez.

 

Entre las artes, monte soy

Aunque Arroyo Naranjo está urbanizado en su región norte, cuenta con extensas zonas rurales, donde se ubican el Parque Lenin, el Jardín Botánico Nacional y Expo-Cuba. Abundan las UBPC, cooperativas, fincas de cultivos, organopónicos, huertos intensivos y granjas pecuarias. No sorprende que el género campesino sobresalga entre las tendencias culturales del territorio, a las que se han sumado la música tradicional popular cubana, la música folclórica afrocubana y otros ritmos contemporáneos, como el rap.

No obstante, de la popularidad de géneros actuales, la preservación de nuestras auténticas raíces campesinas emerge como propósito de trabajo del centro, que rinde homenaje todos los años al Caballero de la Décima en Cuba, Justo Vega, quien vivió en esa localidad y cuyo nombre honra la institución.

 

Taller de canto coral para el adulto mayor.

 

“Nuestra familia está muy agradecida de los trabajadores de la Casa de Cultura, que, junto a nosotros, se sienten comprometidos con el legado de mi abuelo, colocaron un busto de él, recuerdan los aniversarios de nacimiento y fallecimiento, me sugirieron una asesora literaria para escribir un libro sobre su vida, que se publicó en Francia y esperamos hacerlo en Cuba, cuando pase esta pandemia”, cuenta su nieta Raisa Casuso Vega.

“Trabajamos en la salvaguardia del patrimonio material vivo para mantener las tradiciones culturales del territorio. La zona de Santa Amalia dio importantes músicos, como Chucho Valdés. Tenemos gran tradición literaria, por ejemplo, aquí vivió Eliseo Diego, entre otros”, acota la historiadora Dulce M. Suárez Sotomayor.

Compases comunitarios

Alrededor de 16 eventos anuales de las diversas manifestaciones artísticas marcan el quehacer de esta Casa, entre ellos: los Festivales Municipales “La Canción de Oro”, de la Canción Patriótica “Cuba que linda es Cuba”, de “Coros y Cantorías”, así como de “Costumbres y Tradiciones Habaneras” por el aniversario de fundación de la villa. También se destacan el Encuentro Municipal de “Creadores Literarios jóvenes y adultos”, el Concurso de Escultura “José Fowler in memoriam”, el Concurso Municipal “Alianza Artesanal” de manualidades y el Evento Teórico “Barbarito Díez in Memoriam”, con carácter bianual, en aras de preservar el danzón y el baile en parejas.

Además, figuran las peñas fijas, como “Recordar”, para el adulto mayor, las peñas campesinas en homenaje a Justo Vega,  “A puro guateque” con el grupo Palmas y Cañas,  “El Güije y sus amigos” para público infantil, “La peña del Danzón”, donde participan adultos, pero también adolescentes y jóvenes,  la peña del teatro  “Play Back”, que consiste en hacer una puesta  en escena según el tema que proponga el público en el espectáculo. También se desarrolla una peña de rap para la juventud, auspiciada por la Agencia Cubana de Rap. En danza, sobresale “Baila conmigo” y la peña “Encuentro”, donde la BJM muestra su quehacer.

 

Inauguración de la Feria de Arte Popular de 2019, con la presencia del proyecto Arte Patio y pacientes del Hospital 27 de noviembre.

 

“La Casa de la Cultura me ha dado muchos deseos de hacer, empecé como aficionada en música. En el 2004, trabajando en la recepción, me preguntaron si estaba interesada en el teatro, llegué a hacer el personaje principal de Pipas Medias Largas con el proyecto teatral que dirigía Lenin Hernández, nos movíamos a escuelas, teatros, a Expocuba. Del 2006 al 2014 estuve en el grupo “Kikititiritiando” de Ángel Kike Díaz, hicimos funciones en la Sala Llauradó, en programas de televisión. Actualmente, canto en varias peñas. Me estimula mucho el público y aplico la técnica del feeling que le da mucha vida a la canción”, explica Alina Leonard Pérez, artista aficionada y recepcionista de la institución.

Un proyecto que desborda muros institucionales es Cascabelito, integrado por 60 niños, merecedor del Premio Nacional de Cultura Comunitaria, la condición de “La gitana tropical” y el sello “60 aniversario del INDER”. “Cascabelito ha recibido reconocimientos en festivales de coro, incluso nacionales de “Cantándole al Sol” por el alto nivel técnico y los arreglos musicales para niños. La Casa de Cultura siempre nos ha apoyado”, relata Abel Ramos Rodríguez, compositor, autor de obras que han quedado en el repertorio de música infantil cubano, como “Para despertar la mañana” y “Homenaje a la Guantanamera”, nominada a un Grammy Latino.

“Hicimos un disco con la EGREM con 14 canciones de Cascabelito, que estuvo nominado al Cubadisco en el 2008. En el proyecto le damos espacio a todo el que quiera participar. El trabajo comunitario es cardinal porque llevamos el arte allí, adonde está la viejita con su bastón, la embarazada. Mis hijos han crecido en el coro, que tiene la misma edad de la niña, 22 años”.

 

El proyecto «Cascabelito» sobresale por la calidad de su obra, el trabajo cultural comunitario, así como por los valores morales y estéticos de sus integrantes.

 

“He visto el trabajo de instructores de arte y eso me ha inspirado, ver cómo ha impactado en la vida de muchos niños y en la mía, ver cómo la cultura puede transformar a una comunidad. Eso contribuyó a mi formación, estudié Educación artística en el pedagógico Varona, igual que mi padre, y decidí hacer eso mismo en la vida de otras personas. Más allá de la técnica, el coro enseña a trabajar en equipo, cómo ser amigo y, sobre todo, los valores estéticos y éticos, como el compañerismo, el amor por el otro, creo que cada niño y cada familia es lo que recibe”, revela Saviella Ramos, quien imparte Dirección Coral en la Escuela de Instructores de Arte “para instruir en la cubanía y el buen arte”.

Por su parte, Sabiel Ramos rememora su infancia entre ensayos, actividades y fiestas populares, así como el premio obtenido en el Festival Cantándole al Sol del 2015 con un tema de su papá: “El niño arriero”.

 

Grabados de la Revolución

El escultor Osvaldo Llins Díaz no puede evitar la emoción que humedece sus ojos: “Llevo 41 años en las Casas de Cultura y de ellos, 39 aquí. Desde 1985 fundé el proyecto José Fowler, el maestro escultor de San Alejandro que me dio todas las técnicas de la escultura. Mi objetivo es promover a las nuevas generaciones, para que no pasen por lo que yo viví en el capitalismo y sean artistas revolucionarios. He expuesto en esta Casa, en la galería de arte del municipio, en la biblioteca Manuel Cofiño, los museos, etc. Soy miembro de la UNEAC y de la ACCA. Vivo agradecido de la Revolución, como negro y como pobre”.

No es de extrañar, la inclusión siempre ha sido una premisa de la cultura cubana revolucionaria, que encuentra concreción en el quehacer de esta casa, inspirada en los valores más autóctonos de sus comunidades.

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