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La juventud cubana enfrenta desafíos atemperados con su capacidad

Por Aymara Massiel Matos Gil

Fotos: Jorge Luis Béker, Tony Hernández Mena y cortesía de los entrevistados

Ante los retos impuestos por la pandemia, los jóvenes cubanos se han sumado a la batalla
diaria por la vida. Algunos, desde sus propias responsabilidades; otros, frente a nuevas y
retadoras tareas. Pero todos con la misma voluntad de aportar en pos del beneficio común.

Danhiz, Idaliena y Asiel integran la Asamblea Nacional del Poder Popular y son ejemplos de esa
¨juventud protagonista, comprometida, decidida, valiente, creativa y aportadora¨, como la
calificara el Presidente de la República.

 

Este 4 de abril, cuando se celebra el 59 aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC),
estos jóvenes diputados comparten sus experiencias durante el enfrentamiento a la COVID-19.
Danhiz Díaz Pereira, diputado por el municipio de Marianao. Es profesor en la Universidad
Tecnológica de La Habana ¨José Antonio Echeverría¨ (Cujae) y secretario de la UJC en este
centro estudiantil:

Ha sido, sin dudas, un año tormentoso para el mundo y particularmente para los cubanos. Nos
ha tocado cambiar de procesos, adaptar nuestra vida a esta pandemia. Y creo que en ese
propio diseño que tenemos como país, a los jóvenes nos ha tocado estar donde hace falta.

Hemos acompañado al personal médico en ese combate tan fuerte por la vida del pueblo, y
también a las autoridades en las diferentes tareas que se han convocado.

El protagonismo ha estado en el sector de la salud, pero hay otros encargos sociales en los que
nos hemos involucrado en las comunidades, que incluyen el control a los centros comerciales,
las labores agrícolas, los trabajos productivos, el sistema de atención a la familia, e incluso, el
aporte desde el conocimiento y la ciencia. Y no se ha concentrado en uno u otro lugar, en cada
territorio los jóvenes se han acoplado a ese propio sistema.

Particularmente en La Habana, estudiantes y profesores de la Cujae nos hemos incorporado en
el proceso de trabajo de Salud Pública en los centros de aislamiento y las zonas rojas en
instalaciones sanitarias y hospitales ante la COVID. En el último periodo también nos sumamos
a la Dirección Provincial de Salud, a partir de la convocatoria del Consejo de Defensa Provincial,
en la gestión del ingreso hospitalario, para ser cada vez más eficientes y llegar con más
resultados a los pacientes.

Otro aporte importantísimo de los jóvenes se ha evidenciado en el manejo, procesamiento y
verificación de los datos, a partir de la fase III del ensayo con el candidato vacunal Soberana 02.

En este empeño hemos trabajado estudiantes y profesores de la Cujae y de las universidades de
La Habana y de Ciencias Médicas, de conjunto con investigadores del Instituto Finlay de
Vacunas. Es un gran reto que asumimos con orgullo, porque estamos dando nuestro aporte a
este combate por la vida.

 

Idaliena Díaz Casamayor, diputada por el municipio de Guantánamo. Es vicepresidenta de la
Asamblea Municipal del Poder Popular en Guantánamo:

Desde el momento en que se activaron los consejos de defensa, los vicepresidentes de las
asambleas asumimos la responsabilidad de Presidentes de la Comisión de Protección a la
Población.

Ha sido un proceso de aprendizaje continuo. El trabajo directo con el pueblo es ya de respeto, y
en situaciones extremas como las que llegamos a experimentar en el municipio de
Guantánamo, con el rebrote de la COVID-19 a partir de enero, es más fuerte aún. Tenemos que
proteger a la población en un escenario en que empiezan a introducirse temores y
afectaciones, incluso psicológicas, por los periodos prolongados en los que necesariamente
debemos mantenernos distantes físicamente y sin poder demostrar el cariño o cercanía como
lo hacíamos antes.

Nuestro territorio no había experimentado algo así, ni siquiera en los inicios de la pandemia,
por lo que hubo días, noches y madrugadas en los que se sentía que ya las fuerzas no iban a
alcanzar. Pero este pueblo tiene la capacidad de reinventarse a cada instante y encontrar
nuevas motivaciones frente a las adversidades, porque todos estamos convencidos de que
fallar en este momento es imperdonable y aunque correspondan vacaciones no es el momento
de descansar.

Me enorgullece ver a tantos jóvenes asumiendo tareas que nunca habían realizado, ni siquiera
en sus hogares, algunos incluso mostrando su disposición, a pesar de poseer patologías de
riesgo, y los médicos que con pocas horas de convocatoria, allí están con su equipaje listos para
darlo todo por la vida de sus conciudadanos. Es gratificante ver los rostros de alegría cuando se
despiden los pacientes, cuando los artistas llegan hasta los hospitales de campaña en fechas
significativas para continuar alimentando el espíritu, los cocineros con tanto esmero, y las
lavanderías sin horario definido pues, los trabajadores nos decían: hasta que no esté todo
limpio, no nos vamos.

Ha sido fuerte, pero cuando la batalla se comparte con excelentes guerrilleros se aligera el
esfuerzo realizado.

 

Asiel Aguada Barceló, diputado por el municipio de Santa Clara. Es presidente del Consejo
Popular Sakenaf, en la provincia de Villa Clara, y acreedor de la distinción ¨Jóvenes por la
Vida¨, que otorga el Buró Nacional de la UJC.

El último año vivido en Cuba ha marcado, para bien, a un número no despreciable de jóvenes
que están inmersos en tareas de orden sociopolítico y económico. La llegada de la COVID-19 ha
impuesto una dinámica diferente al trabajo en el sistema del Poder Popular y, en particular, al
desempeño de los delegados de base, en función de preservar la vida del pueblo.

En la circunscripción donde me desempeño como representante popular, hemos implementado
acciones para transformar algunas actividades que se desarrollaban en la cotidianidad y que
hoy no son posibles a partir de la implementación de nuevas restricciones, orientadas a
proteger a la población.

Por ejemplo, la ¨Caravana de amor por el terruño¨ es un sistema de trabajo que nos ha
permitido acercar bienes y servicios a localidades rurales, con el apoyo de todos los actores
comunitarios. En este empeño hemos recibido un apoyo fundamental de los trabajadores por
cuenta propia, los cuales se han sumado al llamado de pensar como país.

Tras identificar a las familias vulnerables y a los ancianos que viven solos, los visitamos para
brindarles una atención diferenciada con recursos propios de la comunidad, gracias al aporte y
la concurrencia de las entidades administrativas que tenemos en el territorio.

De igual modo creamos una brigada de respuesta rápida integrada por jóvenes de diferentes
sectores, entre ellos electricistas, económicos, albañiles, trabajadores de servicios comunales y pintores, para atender situaciones en la comunidad. Una de las tareas en la que nos hemos
enfocado es el mantenimiento de la vitalidad de los consultorios médicos, la iluminación, la
estética, las áreas exteriores…, para ayudar a esos médicos que cada día luchan por preservar
nuestras vidas.

Durante todo este tiempo se ha evidenciado que jóvenes profesionales, técnicos y estudiantes
se han sumado a la lucha contra esta enfermedad, que ha dejado en el mundo una estela de
dolor. Y también han tenido protagonismo en la implementación de la Tarea Ordenamiento.

Nuestro principal reto es garantizar la continuidad de la Revolución para las futuras
generaciones. La juventud cubana enfrenta desafíos atemperados con su capacidad de
resistencia e ideales. Somos los jóvenes los que recibiremos en un futuro la conducción del país,
con la premisa de no dejar morir las enseñanzas de nuestros grandes maestros Martí y Fidel, y
con la garantía de que en el Socialismo todo es posible.

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