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Por la ruta del carbón holguinero (+Fotos y Video)

Ante la enorme pila de madera en forma de cono, Alejandro Leyva Be­tancourt se ve pequeño. Sin embargo, cuando termine de amontonar toda la leña, la recubra con hierbas y tie­rra, y espere unos cuantos días para que se queme len­tamente desde su centro, los amarillos trozos de júcaro habrán cedido en grandeza y se habrán reducido a bri­llantes fragmentos de car­bón vegetal.

 

En la Empresa Agroforestal Holguín se hace carbón de mezcla a partir de maderas duras, que se destinan sobre todo para el mercado europeo. Foto: Lianne Fonseca Diéguez

 

Descrito así, parece sen­cilla la fabricación de un producto directo a la lista de rubros exportables en Hol­guín. Mientras contempla lo que en breve será su próxi­mo horno en los parajes de Minas de Camazán, en el municipio de Báguanos, Ale­jandro nos pone al tanto del desafío que implica conver­tir la materia prima extraí­da en los bosques de la pro­vincia, en carbón de calidad exportable.

“Este es un trabajo duro, llevo 28 años de carbonero y aprendí con mi padre desde los 14. El carbón no se hace por hacer. Debe tener una calidad y el secreto se halla en la madera y en la quema en el horno, que entre más días dure es mejor”, afirma.

 

Incrementar los medios de trabajo y la fuerza laboral son premisas en Holguín para recuperar la producción carbonera. Foto: Lianne Fonseca

 

“En total el proceso dura más o menos 45 días. La madera que utilizo es la del júcaro. La corto entre las siete de la mañana y las 12 del mediodía. Hasta ahora mi motosierra ha salido bue­na, pues hace cinco años que me la dieron. Pero hay meses que no hemos podido traba­jar porque el tractor para transportar la leña ha esta­do sin gomas. También las limas están perdidas y nos ha afectado la falta de com­bustible y de cadenas para las motosierras”, resalta.

Similar escasez con los medios de trabajo, sobre todo con las limas para afi­lar su hacha (pues no tiene motosierra), expone el car­bonero Ramón Mulet Sán­chez que, al igual que Ale­jandro, es obrero de la UEB Agroforestal Camazán, que forma parte de la Empresa Agroforestal Holguín, con peso esencial en la produc­ción provincial de carbón.

 

En la UEB de Camazán el beneficio del carbón se hace forma manual. Foto: Lianne Fonseca

 

En las realidades descri­tas a pie de horno por estos hombres y en otras declara­das por sus administrativos, es posible encontrar señales de por qué Holguín cerró el 2020 con resultados tan po­cos halagüeños en esa pro­ducción, pues solo se produ­jeron allí mil 25 toneladas, menos de la mitad de lo pre­visto para exportar.

Arcel González Ortiz, director general de la Em­presa Agroforestal Holguín —cuyo plan del año pasado significaba más del 50 % del plan general concebido en la provincia—, reitera que par­te del incumplimiento de su entidad se debió a la escasez de insumos que no pudieron adquirirse mediante la im­portación.

 

El carbón debe cumplir normas de calidad para insertarse en el mercado internacional. Foto: Lianne Fonseca

Sin embargo, asegura que la situación debe rever­tirse en los próximos meses con la compra de implemen­tos a partir del uso de par­te de sus ingresos, aunque eso lógicamente dependerá igualmente de la produc­tividad y la liquidez que se logre.

No obstante, al seguir “la ruta del carbón” nos encontramos con que la es­casez de insumos no es la única dificultad, sino que incide la falta de fuerza de trabajo. Después de subra­yar que sus unidades pro­ductoras hacen carbón de mezcla desde maderas du­ras como lechero, júcaro y guairaje, porque el mara­bú no abunda demasiado en los valles holguineros, González Ortiz explica que “la fuerza de trabajo esta­ble que existía por muchos años se ha ido jubilando y el relevo es un poco difícil.

“Tenemos déficit en al­gunos municipios, sobre todo en Antilla, Gibara y Calixto García, aunque en estos mo­mentos con el incremento salarial esos territorios se han ido recuperando. Y en la medida que la atendamos mejor esa fuerza de trabajo se va a estabilizar”, dijo.

 

Douglas Lucas asegura que en Camazán se contrata a toda la fuerza de trabajo que se interese en la producción de carbón y se adoptan alternativas para mitigar la falta de recursos. Foto: Lianne Fonseca

 

Al analizar detenida­mente la situación se pue­de advertir que la falta de fuerza laboral es además consecuencia de la carencia de insumos. La realidad im­pone buscar otras vías para procurar que el carbón no sea un eslabón débil en la economía holguinera.

Douglas Lucas Batista, al frente de la UEB Agrofo­restal Camazán, afirma que “por los problemas con los re­cursos hemos adoptado alter­nativas. Por ejemplo, ante un tractor que lleva seis o siete meses parado, y otro también con dificultades, hemos bus­cado gente que tenga yuntas de buey para la transporta­ción y con eso hemos logrado muchas producciones”.

 

Arcel González Ortiz, director general de la Empresa Agroforestal Holguín, afirma que su entidad aspira a mejorar notablemente sus resultados en la producción del carbón. Foto: Lianne Fonseca

 

Otra visión conclusiva y valiosa aporta Ariel de los Reyes Hechavarría, espe­cialista del Departamento de Comercio Exterior, In­versión Extranjera y Coo­peración Internacional del gobierno provincial, quien considera “que el carbón es uno de los productos prima­rios con mayores posibilida­des, o sea el más noble, para tener una participación ma­yor en la economía holgui­nera si se le pone empeño y atención. Y no hablo solo de recursos, sino de usar todo lo que está establecido desde el punto de vista legal para potenciarlo como rubro ex­portable”.

 

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