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La industria de las mil caras (+ Fotos y Video)

[dropcap]C[/dropcap]ONCHA y Tony trabajan hace más de tres décadas en la hoy Empresa Industria Electrónica Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán (EIE). Sus aprendizajes como obreros dan pistas de la evolución de una fábrica que transitó a lo largo de su historia por innumerables cambios tecnoló­gicos y de renglones productivos.
A pesar de las restricciones con el financiamiento, la EIE consiguió el pasado año que a sus alrededor de 700 trabajadores no les faltara contenido laboral y hubiera utilidades por más de un millón y medio de pesos. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
A pesar de las restricciones con el financiamiento, la EIE consiguió el pasado año que a sus alrededor de 700 trabajadores no les faltara contenido laboral y hubiera utilidades por más de un millón y medio de pesos. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Desde los viejos televisores so­viéticos hasta los actuales de pan­talla plana de mediana y grandes dimensiones, desde los Panda hasta las cajitas electrónicas para la tele­visión digital. Lavadoras, cocinas de inducción, soluciones con energía renovable, y no otros pocos sueños que ya no parecen tan lejos de con­cretar, hablan de la flexibilidad de esta entidad bien al sur de La Ha­bana, en el municipio de Boyeros.

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

“La cuestión es ponerle interés a las cosas; si lo haces, tú lo aprendes”, resumió el experimentado operario, cuyo nombre completo es Antonio Feo Rodríguez. Mientras que para ella, Concepción Keeling Torres, “se­gún pasan los años hay mayor expe­riencia, en ese camino hacia el futuro, el desarrollo, la ciencia y la técnica”.

Esa parece ser la apuesta de In­dustria Electrónica, con un largo re­corrido desde su fundación en 1973, y que en la actualidad procura aprove­char todas las oportunidades que le abren las más de 40 medidas para el fortalecimiento de la empresa estatal, en el nuevo entorno del ordenamiento monetario y cambiario en el país.

Adaptarse al cambio

“La apertura del objeto social y las prerrogativas para obtener su propio financiamiento son dos de las transformaciones esenciales que permiten una diversificación en los negocios y proyectos”, valoró Edel Gómez Gómez. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

“Nos han dado la posibilidad para que las empresas guapeen”, expresó casi al finalizar de una larga char­la el dinámico director de la EIE, Edel Gómez Gómez, quien durante los poco más de tres años al frente de la entidad, imprimió un nuevo impulso a la revitalización de ese colectivo, según reconocieron va­rios de sus trabajadores.

La apertura del objeto social de esa industria, y las prerrogativas para obtener su propio financia­miento, son dos de las transforma­ciones esenciales que les permite hoy una diversificación en sus negocios y proyectos, según valoró Gómez Gómez, al admitir que todavía hay muchas potencialidades por explo­rar en esas medidas que fortalecen la autonomía del sector empresarial.

En la potestad de su consejo de dirección quedaron decisio­nes como la propia estructura del centro, que de solo tres unidades empresariales de base ahora cuen­ta con nueve, donde combinan las tradicionales producciones elec­trónicas y del plástico con varias y novedosas ofertas de servicios.

El año pasado, por ejemplo, en que prácticamente no recibieron ningún recurso financiero por vía del encargo estatal, la EIE consi­guió que a sus alrededor de 700 tra­bajadores no les faltara contenido laboral, y concretaron ventas por más de 21 millones de pesos y una utilidad de más de millón y medio.

La participación en las tiendas en divisas convertibles y en el comer­cio electrónico, con productos de alta demanda como las lavadoras semiau­tomáticas; además del encadenamien­to con otras empresas nacionales y extranjeras para incursionar en la instalación de paneles fotovoltaicos, bombas solares y más proyectos de energías limpias, son dos de las estra­tegias prioritarias en esa búsqueda de recursos para crear mayores capacida­des productivas en distintos renglones.

Con un ambicioso plan anual de más de 550 millones de pesos para este 2021, bajo las nuevas condiciones en precios y tarifas de la Tarea Ordenamiento, hay opti­mismo en Industria Electrónica a partir de los resultados de enero y febrero, que avizoran utilidades suficientes para distribuir en el colectivo al cierre de marzo.

Eso será crucial en Alberto Cué­llar Torrientes, trabajador a quien hallamos en la línea de producción de las cajitas para la televisión digi­tal, que este año recibirá un impor­tante impulso con la fabricación de más de 300 mil unidades, como parte del programa nacional para el pro­gresivo apagón analógico previsto.

El joven técnico con siete años de labor allí evaluó de positivo el incre­mento salarial recibido con la Tarea Ordenamiento, pero admitió que con el incremento de los gastos familia­res resultará necesaria esa eficiencia que les reporte mayores ingresos por las utilidades trimestrales.

Bonita, ecológica e innovadora

Rider Abreu Rodríguez presta especial atención a la actualización del Convenio Colectivo de Trabajo, en el que un punto clave debe ser el reglamento para la distribución de las utilidades. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Con solo 24 años, Rider Abreu Rodrí­guez dirige desde finales del pasado año el buró sindical de la empresa, luego de ser operario de una línea productiva y dirigente de una sección de base. En estos momentos presta especial atención a la actualización del Convenio Colectivo de Trabajo, en el que precisamente un punto clave debe ser el reglamento para la distri­bución de las utilidades, de modo que se convierta en un verdadero estímu­lo para la productividad y el aporte individual.

Otras novedades a partir de las mismas facultades que ahora de­tenta el consejo de dirección tienen que ver con aspectos de tanta ur­gencia, por ejemplo, la construcción de viviendas para sus trabajadores, una intención en la cual ya dan los primeros pasos en materia de soli­citudes y gestiones organizativas.

Ayuda mucho la concepción que defiende la dirección de la entidad en cuanto a la relevancia de que la empre­sa estatal socialista también sea boni­ta, confortable, con responsabilidad en el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de sus integrantes.

Es posible constatar tal preo­cupación desde la renovación de los baños y mejoramiento de las áreas de trabajo, hasta la presencia de los comedores, prácticamente devenidos restaurantes, aunque todavía con precios que pueden ser elevados.

Asimismo sobresale la volun­tad modernizadora del colectivo en el uso de sus propias instala­ciones como polígono de prueba y demostración de las tecnologías y servicios que hoy comercializa.

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Ya Industria Electrónica pro­duce el 50 % de la energía eléctrica que ella misma consume, a partir de la instalación de paneles solares en sus estructuras de techo, en azo­teas, parqueos y naves, incluidas las solineras —la versión ecológica de las gasolineras— en las que cual­quier trabajador puede cargar su moto eléctrica durante la jornada.

Los fines de semana la entidad vende la electricidad que producen sus paneles solares a la Empresa Eléctrica, lo cual les representa in­gresos superiores a los 30 mil pesos mensuales, que al sumarlos a los al­rededor de 200 mil pesos que ahorran en la factura eléctrica con las nuevas tarifas, por la sustitución mediante la energía solar, son otro aporte signi­ficativo para las finanzas del centro.

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

 

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

 

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Así, no paran en la EIE de gene­rar ideas y propuestas de negocios competitivos y beneficiosos para el país y la economía. Uno de los afa­nes más recientes es la asociación con entidades foráneas para llegar a producir en Cuba tractores eléc­tricos, además de los ya en marcha sistemas de bombeo de agua para la agricultura con energía solar; así como la producción e instalación de los televisores y monitores que re­quieran el turismo, los aeropuertos y los centros de convenciones.

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Rescatar la fabricación de ba­tidoras domésticas, introducir lu­minarias públicas ahorradoras adaptables a las resistentes viejas farolas, comenzar a ensamblar la­vadoras automáticas de tecnología china, y luego incorporarles com­ponentes de fabricación nacional, como parte de proyectos de investi­gación conjunta con las universida­des, son igualmente inventivas y ca­pacidades que buscan desatar, para aumentar a futuro sus produccio­nes de artículos electrodomésticos, que todavía distan mucho –y tienen conciencia de ello– de satisfacer en cantidad y calidad la demanda del mercado nacional.

Disponible para descargar en formato PDF: Separata Lunes 1 de marzo de 2021 Economía

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