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Legislar en tiempos de pandemia

Por Aymara Massiel Matos Gil

El 2020 fue, como lo catalogara el Presidente de la República, un año ¨duro y desafiante¨. El impacto de la COVID-19 impuso retos a un país que ya enfrentaba las limitaciones de un sexagenario cerco económico, comercial y financiero, intensificado a niveles asfixiantes en los últimos meses.

 

Foto: Tony Hernández Mena

 

Ante el complejo panorama fue necesario traducir lo cotidiano en nuevas maneras de hacer, un proceso que involucró a cada cubana y cubano, desde la máxima dirección del país, hasta la más pequeña comunidad.

La Asamblea Nacional no fue la excepción. Durante este periodo los intercambios con delegaciones extranjeras y la participación en eventos internacionales se trasladaron, exclusivamente, al espacio virtual.

La voz y experiencia de Cuba, no solo en el ámbito legislativo, sino también en el enfrentamiento al nuevo coronavirus, estuvieron presentes en sesiones del Parlamento Latinoamericano y Caribeño, de la Unión Interparlamentaria, y en otros encuentros bilaterales.

También mediante videoconferencias, las Comisiones Permanentes implementaron sus respectivos programas de trabajo, adaptados a las nuevas circunstancias.

Además de participar activamente en el aseguramiento de las normas jurídicas relacionadas con su ámbito de competencia, según lo pautado en el Cronograma Legislativo, coordinaron visitas de control y fiscalización a temas como la ejecución presupuestaria en los municipios, la producción de alimentos, el perfeccionamiento del comercio minorista, el programa de medicina nacional y tradicional, y la atención a la pareja infértil.

De igual modo dieron seguimiento a las acciones para la prevención de la violencia contra la mujer, al control del presupuesto del Estado, a la estrategia de desarrollo municipal, al reinicio del curso escolar y a la creación de condiciones para garantizar la seguridad de estudiantes, docentes y demás personal que labora en los centros de enseñanza.

Otros temas analizados por los legisladores fueron los programas de subsidios, y de eficiencia energética y fuentes renovables de energía, además de la implementación de la Tarea Vida y el cumplimiento de la política cultural.

Fue prioridad durante esta etapa el acompañamiento a la ejecución del Plan Nacional para el enfrentamiento y control de la COVID-19. Para ello, por indicación de Esteban Lazo, titular de parlamento, diputados y diputadas se incorporaron desde sus territorios a las acciones orientadas por los respectivos Consejos de Defensa.

De manera particular organizaron grupos de trabajo para atender, de conjunto con equipos del Ministerio de Salud Pública, la compleja situación epidemiológica que presentaba la capital cubana a mediados de año.

Como parte de esta tarea, un total de 14 municipios fueron visitados en La Habana, principalmente aquellas zonas con presencia de focos de contagio. Allí, mediante el intercambio directo con la población y con las autoridades, conocieron las principales inquietudes, y comprobaron el cumplimiento de las medidas sanitarias y de atención a las personas vulnerables.

Las Comisiones Permanentes de Trabajo, además, participaron en la elaboración de la Estrategia Económica y Social para enfrentar el periodo de crisis prolongada causado por la pandemia, y en el chequeo de su puesta en práctica.

Si bien las condiciones atípicas retrasaron la realización de los Periodos Ordinarios de Sesiones del máximo órgano del Poder del Estado (desarrollados mediante videoconferencia por primera vez en su historia) y, por consiguiente, el cumplimiento del Cronograma Legislativo, se ha trabajado intensamente en la elaboración de las disposiciones normativas.

La voluntad de legislar aún en las complejas circunstancias impuestas por el nuevo coronavirus posibilitó la aprobación de seis leyes y 25 decretos-leyes (11 de los cuales respondían al Cronograma Legislativo), estos últimos sancionados por el Consejo de Estado, que dada su composición reducida sí mantuvo su actividad habitual, aunque recurrió a las videoconferencias siempre que lo consideró pertinente.

¨La actividad legislativa y, en particular, los grupos de trabajo encargados de elaborar los anteproyectos, no se han interrumpido¨, señaló Miguel Díaz-Canel Bermúdez en su discurso ante la reciente sesión de la Asamblea Nacional.

¨Bajo las excepcionales circunstancias que nos impuso la pandemia, se ha trabajado intensamente en adelantar la discusión y aprobación de leyes orientadas a profundizar la justicia social y fortalecer el Estado de Derecho. Y exigiremos más dinamismo en función de cumplir con el mandato de hacer efectiva la Constitución¨, aseguró.

En el 2021 el parlamento arribará al 45 aniversario de su establecimiento, con el desafío de continuar materializando en normativas jurídicas lo establecido en la Carta Magna y, en un escenario mediado también por el impacto de la pandemia y del bloqueo estadounidense, acompañar el proceso de implementación de la Tarea de Ordenamiento en el país.

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