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Díaz-Canel: «no cedemos ante presiones ni chantajes»

Intervención del presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la XVIII Cumbre del ALBA–TCP, el lunes 14 de diciembre de 2020 de forma virtual

 

 

 

Agradecemos a la hermana República Bolivariana de Venezuela, por la oportunidad de reunirnos para celebrar esta XVIII Cumbre del ALBA-TCP y el XVI aniversario de su fundación por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Presidente Hugo Chávez Frías.

Permítanme trasladar las más sentidas condolencias a los pueblos y gobiernos de las hermanas naciones de Centroamérica, recientemente afectadas por devastadores huracanes. Lamentamos profundamente los daños ocasionados y les reiteramos nuestra solidaridad.

Ratifico el firme respaldo al hermano pueblo nicaragüense que, bajo la conducción del FSLN y el liderazgo del Comandante Daniel Ortega, ha defendido dignamente los logros alcanzados, a pesar de las amenazas, sanciones y acciones injerencistas del gobierno de EU.

Compartimos la alegría de la reincorporación a esta alianza del Estado Plurinacional de Bolivia.

La indiscutible victoria alcanzada por el Gran Polo Patriótico en las elecciones legislativas, celebradas el pasado 6/diciembre en Venezuela, refleja el respaldo popular al proceso bolivariano y chavista, encabezado por el compañero Nicolás Maduro Moros.

Asimismo, felicitamos a los primeros Ministros de San Vicente y las Granadinas y San Cristóbal y Nieves, Ralph Gonsalves y Timothy Harris, por sus triunfos en las elecciones generales y sus reelecciones como jefes de Gobierno.

La pandemia de la COVID-19 nos ha obligado a desarrollar mecanismos de adaptación a una nueva realidad que impone inmensos retos a nuestros sistemas de salud y economías, los cuales requieren soluciones y enfoques creativos que privilegien la cooperación y la solidaridad.

En un momento de profunda crisis multidimensional, en el que se necesita más cooperación global que nunca, hemos observado como las naciones más ricas de Occidente han intentado concentrar para sí los medios necesarios para combatir la enfermedad.

Las consecuencias económicas y sociales de la pandemia resultan aún más graves para los países en desarrollo, en tanto disponen de capacidades y recursos limitados para hacer frente a la situación actual.

Cuando es más perentoria la solidaridad, resurgen conflictos y se exacerba el egoísmo, en un contexto en el que los modelos que priorizan al mercado y no al hombre, han demostrado incapacidad para manejar de manera efectiva un escenario de crisis sanitaria y socioeconómica global.

Cuba compartió su experiencia en el tratamiento de epidemias y envió 53 Brigadas Médicas a 39 países para colaborar en las labores de enfrentamiento y prevención de la COVID-19, con más de tres mil profesionales y técnicos de la salud.

Cuba reitera su entera disposición a continuar ampliando la colaboración en el área de la Salud Pública con los miembros del ALBA-TCP, la cual pudiera centrarse en el asesoramiento epidemiológico y en el intercambio de experiencias adquiridas en el enfrentamiento a la COVID-19.

Cuba desarrolla de manera acelerada cuatro proyectos vacunales contra la esa enfermedad. Los científicos cubanos realizan todos sus esfuerzos para tenerlos disponibles el próximo año.

Esta Cumbre se celebra en medio de los intentos de los Estados Unidos por reimponer la Doctrina Monroe en oposición a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Nos reunimos ante la acumulación y reforzamiento de medidas coercitivas unilaterales aplicadas por el Gobierno de los Estados Unidos contra algunos de los países de la Alianza.

Cuba y su Revolución Socialista han sido también objetivos prioritarios de esa política hostil de los Estados Unidos hacia procesos revolucionarios y progresistas de la región.

Los hermanos venezolanos y nicaragüenses han sufrido las crueldades de múltiples e ilegales medidas, aplicadas con el propósito de asfixiar económicamente a estas naciones y generar un clima de inestabilidad interna que justifique la injerencia y eventuales aventuras golpistas.

No es algo nuevo que el actual gobierno de los Estados Unidos ampare y tolere la organización y estímulo de actos terroristas, de sabotaje y de quebrantamiento de la ley desde su territorio.

El pueblo cubano ha rechazado con claridad y contundencia los intentos de fabricar, con la ayuda de las redes digitales y la gran prensa al servicio del imperialismo, acciones de guerra no convencional para precipitar el llamado cambio de régimen y la destrucción de la Revolución.

Hemos demostrado en innumerables ocasiones a lo largo de la historia que no cedemos ante presiones ni chantajes y que esas fórmulas no son ni serán efectivas contra un pueblo unido, de convicciones profundas, orgulloso de su tradición de lucha…

Es por ello que, a través del diálogo fraternal y diáfano, coordinaremos ideas y acciones que tracen una guía que nos permita seguir avanzando en el propósito de fortalecer la cooperación, la solidaridad, la unidad, la integración y la defensa de la paz en la región.

Nosotros demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta. Nosotros demostramos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostramos el valor de la conciencia y de la ética.

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