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Siebel, una guantanamera de pura cepa en Mérida

“Soy oriunda de la provincia cubana de Guantánamo”, afirma con visible orgullo la doctora Siebel Medina Ojeda, especialista en Medicina General Integral; y aunque desde el año 1998 reside en La Habana, conserva los rasgos que la identifican como una guantanamera de pura cepa.

 

La doctora Siebel Medina Ojeda en la oficina del CAT Heroínas de Mérida.

 

Tampoco han mellado su idiosincrasia oriental los años alejados de las patrias, chica y grande, en cumplimiento de misiones internacionalistas en Venezuela, dos veces; y en Brasil, naciones a las que ha llevado sus saberes, su entrega y el amor desbordante por la salud y la vida de los necesitados.

Conversamos en su oficina del Centro de Alta Tecnología (CAT) Heroínas de Mérida, en el estado venezolano del mismo nombre; y sus primeras palabras demostraron su apego a la ciudad de origen y su admiración por los coterráneos: “Son personas maravillosas, guaracheras, fiesteras; eso sí, muy trabajadoras, luchadoras y con muchos deseos de salir adelante”.

 

Solidaridad, internacionalismo…

Esos atributos, que tanto admira, nutren su espíritu internacionalista, solidario, y con ellos como guía estuvo en el 2004 por primera vez en Venezuela, “trabajé en el estado de Aragua y allí fui fundadora de la Misión Barrio Adentro”, rememora satisfecha las tareas atendidas desde sus responsabilidades de   coordinadora del Área de Salud Integral Comunitaria y del municipio de Mariño en esa demarcación.

Luego fue a Brasil, donde permaneció por espacio de tres años (2013/2016) en Minas Gerais, un gran estado interior del sureste de ese país sudamericano, sitio al que llevó esperanza de vida a los pobladores más pobres de esa comarca.

A la Patria de Bolívar volvió, y desde el 2018 está sembrando y cultivando amor en varias de las instituciones fundadas por el Gobierno bolivariano, como parte de sus esfuerzos dirigidos a consolidar el Sistema Público Nacional de Salud de prestaciones gratuitas y de calidad con el apoyo solidario de Cuba.

Inicialmente lo hizo en calidad de coordinadora del Centro de Diagnóstico Integral San Jacinto, ubicado en este populoso sector de la parroquia Jacinto Plaza, donde residen más de 2 mil 500 personas; después ocupó el cargo de vicejefa primera del estado, y ahora es la coordinadora del CAT.

 

En los escasos momentos de ocio, Siebel gusta de realizar labores agrícolas en el patio de la residencia médica.

 

El amor del misionero cubano vence el odio del imperio

Hace más de tres décadas que la doctora Siebel ejerce esta humana profesión. En su natal tierra del Guaso fue jefa del grupo básico de trabajo en el policlínico Sur, institución sanitaria que también dirigió; y en La Habana saben de su constancia, pues estuvo al frente de la dirección de Atención Primaria de Salud en el municipio de Centro Habana, territorio del que fue vicedirectora, y de Asistencia Médica en los policlínicos docentes Joaquín Albarrán y Reina.

Este currículo da fuerzas y respalda su rechazo a la política imperial y a las campañas difamatorias contra la colaboración médica cubana en el exterior, que los grandes medios, al servicio del imperio, repiten con saña, pero con argumentos que se desvanecen ante el altruismo del Ejército de Batas Blancas.

“Aquí en Venezuela decían que éramos agentes de seguridad y nos disfrazábamos de médicos; en Brasil, que no éramos médicos y nos mandaban para que el Gobierno cubano recibiera dinero, y así en varios de los países donde existen las misiones cubanas tratan de desacreditarnos”, refiere Siebel.

Y asevera sin cortapisas, “hoy le estamos demostrando al mundo lo que somos capaces de hacer por salvar vidas, que no tenemos miedo y que vamos a los lugares donde nos necesitan sin pedir nada a cambio.  En ese afán por preservar la vida llegamos hasta los más oscuros rincones del mundo, y seguimos leales al legado de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, como dignos guerreros del Ejército de Batas Blancas que fundó pensando en los pueblos del mundo”.

Ahora, cuando los cubanos dignos y los hombres amantes de la paz y la solidaridad estamos conmemorando el cuarto aniversario de la desaparición física del Líder Histórico de la Revolución cubana, su ejemplo y su vocación humanista inspiran al personal de la salud en la batalla que libran contra la COVID-19.

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