Alrededor de 189 millones de metros cúbicos (m3) de agua, de los cuales poco más de 25 provienen de las lluvias generadas por la tormenta tropical Eta acumularon los seis embalses guantanameros. No obstante, ese nivel equivalente al 55 por ciento de su capacidad, aún es desfavorable para afrontar el periodo seco extensible desde este noviembre y hasta abril del próximo año.
Causantes en esa provincia de la crecida de ríos e incomunicación momentánea de algunos viales por saturación de los suelos, las precipitaciones registraron un acumulado del mes de 107 por ciento con respecto a sus promedios históricos, todavía inferiores a la media en los registros desde enero.
Según declaraciones al semanario Venceremos de Marjoris Rubio Bonome, delegada de Recursos Hidráulicos en el territorio, «la mayor beneficiada fue La Yaya, que acopió en 48 horas más de 17 millones de m3 (66 por ciento), en tanto, según los porcentajes de llenado aventaja a Faustino Pérez (86 por ciento), que solo recibió unos 2 millones de m3 en el mismo tiempo».
Igualmente, a inicios de esta semana también mostraban beneficios los embalses Pozo Azul (26 por ciento) y Los Asientos (54 por ciento), ambos ubicados en el municipio de San Antonio del Sur.
Mientras las localidades de Manuel Tames (112.3milímetros),
Sin embargo aún es preocupante si tales valores podrán satisfacer las demandas de abasto a la población, la industria, la generación de energía y la agricultura, este último cada vez más creciente de acuerdo al avance del Programa de Autoabastecimiento en cada municipio.
Guantánamo es una de las provincias cubanas más afectadas por la extrema y prolongada sequía, fenómeno que en los últimos años ha comprometido la eficiencia de varios renglones de la economía en contubernio con otros efectos del cambio climático.
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