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Colaboradores cubanos honran al Che (+Fotos)

Aunque los más de 22 mil internacionalistas cubanos en tierra bolivariana honran cotidianamente la memoria del Che, la situación impuesta por la pandemia exigía un extra de esfuerzos y “la disposición fue total”, remarca el doctor Reinol Delfín García Moreiro, jefe de la Misión Médica de Cuba en la Patria de Bolívar.

 

Realización de pruebas rápidas en las comunidades de la ciudad de Maracaibo.

 

La constitución del Contingente Ernesto Che Guevara fue otra respuesta solidaria inmediata de los colaboradores cubanos en Venezuela ante la propagación de la Covid-19 en el territorio nacional y sus integrantes, siguiendo el legado del Guerrillero Heroico, acudieron a las zonas más complicadas.

 

Sorteando obstáculos en el pesquisaje casa a casa.

 

Siempre, antes de la partida, Julio César García Rodríguez, jefe de la Oficina de Atención a las Misiones Sociales de Cuba en Venezuela, les explicó el complejo contexto en el que trabajarían, los riesgos y la necesidad de cumplir con todas las medidas de bioseguridad.

 

Atención a los connacionales en los Puestos de Atención Social Integral instalados en los pasos fronterizos.

 

Hasta la fecha se han formado 13 brigadas con misioneros seleccionados en los Estados con situación epidemiológica menos comprometida para reforzar el enfrentamiento de la pandemia, fundamentalmente, en zonas fronterizas por donde acudían masivamente inmigrantes venezolanos procedentes de Colombia, Brasil, Ecuador, Chile, Perú y otras naciones del área con altos índices de infestación del Sars-CoV-2.

 

Rumbo a la ciudad de Maracaibo, entonces el foco más intenso de la pandemia.

 

Los colectivos fueron integrados según las necesidades de cada lugar por médicos intensivistas y diplomados en Terapia Intensiva, personal de enfermería, técnicos en laboratorio clínico, licenciados en imagenología y electromédicos.

 

Las salas de terapia intensiva en hospitales públicos recibieron el apoyo solidario.

 

Ocuparon trincheras en la ciudad de Santa Elena de Uairén, Estado de Bolívar; Guadualito (Apure); y Maracaibo y la zona de Alta Guajira (Zulia), ubicadas en la vasta línea fronteriza con Colombia y Brasil, y su labor contribuyó a contener la cadena de propagación del nuevo coronavirus mediante el despistaje casa a casa, la realización de pruebas rápidas y la recogida de muestras para exámenes de PCR.

 

Los electromédicos baluartes frente a la guerra económica de los Estados Unidos contra Cuba y Venezuela.

 

Decisiva han sido sus prestaciones en los Puestos de Atención Social Integral (Pasi) instalados en los pasos fronterizos como parte del control epidemiológico de los connacionales que regresan buscando el abrigo de la patria ante los vejámenes y las desatenciones sufridas en esos países, donde el neoliberalismo ha convertido la medicina en mercancía.

 

Tras el retorno triunfal el reconocimiento.

 

También asumieron, por primera vez, servicios en salas de terapia intensiva de los hospitales Universitario de Maracaibo (Zulia) y Periférico de Coche Dr. Leopoldo Manrique Terrero (Distrito Capital); en el intermedio de campaña levantado en el Poliedro de Caracas y en el laboratorio de pruebas en tiempo real de Reacción en Cadena de la Polimerasa recién inaugurado en el Estado de Miranda.

Aunque la pandemia tiende al aplanamiento de su curva en esta nación sudamericana, la mayoría de los miembros de las brigadas ha ido retornando a sus Estados de origen, pero han dejado huellas imborrables entre la población atendida, con servicios gratuitos y de calidad, y constancia de su disposición de cumplir las tareas que se les encomiende en cualquier sitio y circunstancia.

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