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La Guagua: dudas contra la pandemia

Hay quienes usan la duda para aprender y saber cada vez más, o con el propósito de estar seguros de algo, aunque también puede tener objetivos como el recomendado en una melodía de los años 60 del siglo pasado, titulada Jamás, jamás, cuya letra recomendaba no decir que amas a alguien, pues «si tú siembras la duda cosecharás el amor».

 

 

Sin embargo, existen los que actúan de mala fe como se ven por estos días en los sitios de redes sociales donde hay una maquinaria dirigida contra Cuba para intentar entorpecer el cumplimiento de un plan previamente diseñado y actualizado a cada momento para enfrentar y controlar la Covid-19 y pasar a la Nueva Normalidad.

Desde los primeros días del triunfo de la Revolución han aplicado medidas para obstaculizarlo todo, con especial ensañamiento en impedir la entrada de recursos que incluyen los destinados a la producción en general, pero la de alimentos en particular.

No lo han logrado, pero en los últimos tiempos han incrementado las medidas de bloqueo, al mismo tiempo que desatan una guerra psicológica que aprovecha las posibilidades de las nuevas tecnologías con las cuales penetran y tratan de desinformar y controlar las mentes.

Cuando publicamos la información sobre los tres frentes de trabajo integrados por el enfrentamiento a la pandemia, la denuncia del bloqueo recrudecido y el seguimiento a los acuerdos del último congreso del Partido, casi al momento llegaron Comentario Digitales CD que no publicamos, en primer lugar, porque no abordaban los asuntos tratados, y en segundo lugar, por ser las ya gastadas acusaciones a las cuales dedicaremos próximas guaguas.

Con una Verborrea de la Impotencia llena de resentimientos arremetieron contra las medidas de los primeros momentos diciendo sin ningún fundamento, una enorme cifra de enfermos y muertes que habría en Cuba si no hacía lo que este o aquel país.

La mejor respuesta a esos llamados al miedo están en las cifras demostrativas de que

Se ha ido ganando experiencia con una estrategia eficaz, con la intervención de muchos actores, entre ellos el personal médico, los científicos, entre otros. También se ha aprendido a enfrentar la enfermedad, superando el primer pico, y ante el rebrote se aplicaron las experiencias del primer momento, con un incremento de tres a cuatro veces en el número de pruebas de detección del nuevo coronavirus, con un índice menor de personas fallecidas.

También en nuestros espacios para Comentarios Digitales arremetieron contra la reanudación del curso escolar cuyo desarrollo en condiciones de Nueva Normalidad debe de haber acrecentado los resentimientos de quienes se dedicaron a sembrar dudas sobre el cumplimiento de las medidas por parte de los docentes y los alumnos, y luego quisieron abonarlo con el miedo a que hubiera infinidad de focos y eventos en las escuelas.

Lo que ha hecho el sector educacional es adelantar una muestra de cómo vivir en la Nueva Normalidad que ahora se extiende a toda la sociedad.

En resumen: Si han tratado de sembrar malsanamente la duda, no lo han logrado, pues ha servido para revisar mejor una y otra vez las medidas y su cumplimiento en busca de ir superando el rebrote y evitar otros.

Al despejar dudas en el sentido de disipar lo que ofusca la claridad, en vez de miedos, se gana en confianza de que como mismo los niños han sabido desenvolverse en sus clases, los demás podrán hacerlo en sus respectivos centros de producción o servicios.

Por tanto, bienvenidas las dudas que estimulan a revisar mejor lo que se está haciendo. Estas dudas también sirven para enfrentar y controlar la pandemia.

 

Si usted no llegó a tiempo para abordar guaguas anteriores, puede leerlas aquí

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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