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Camino seguro al Día Cero de la unificación monetaria y cambiaria

Por Ania Fernández Torres

Como símbolo de modernidad y el uso de las tecnologías de la información cientos de comentarios, con diversas matrices de opinión, aparecen en las redes sociales, si aprestas el oído en la guagua, la bodega o cualquier lugar de la ciudad escuchas otros razonamientos y hasta Pánfilo, con esa genial capacidad de hacer reír con cosas serias, se pregunta: ¿Cuándo le haremos, de forma oficial, la despedida de duelo al peso convertible (CUC)?

 

Foto: Alexis del Toro

 

La fecha exacta se dará a conocer con tiempo, evidentemente no será una muerte súbita, pues ha sido un proceso muy largo para catalogarlo así y, además, para los cubanos no hay peligro de “acostarse con un valor del dinero, levantarse con otro y enterarse por los diarios”, como le sucedió a mexicanos, estadounidenses, franceses e incluso ingleses, para no hablar de los países subdesarrollados.

No obstante, para esclarecer dudas dialogamos acerca de la unificación monetaria y otros temas, con el Doctor en Ciencias Económicas Hugo Pons Duarte, director del Centro de Superación Postgraduada de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) en Holguín, quien se desempeña, desde 1973, en el mundo de la Economía, fue profesor titular de la Universidad de la Habana y ahora de la Universidad de Holguín.

¿Qué esperar después del llamado Día Cero?

Lógicamente, se producirán cambios, movimientos y actualizaciones en correspondencia con el marco regulatorio acondicionado para dicha transformación y que no se circunscriben solo a la dualidad monetaria y cambiaria.

La unificación monetaria y cambiaria no es una medida que resuelve por sí sola todos los problemas actuales de la economía, pero su aplicación es imprescindible para restablecer, paulatinamente, el valor del peso cubano y de sus funciones como medida de valor, medio de circulación, medio de pago y de acumulación.

En el sector no estatal se puede lograr con una decisión administrativa, que conlleva al unísono convertir a Pesos Cubanos los precios de los bienes y servicios fijados en Pesos Cubanos Convertibles en las tiendas recaudadoras de divisas, algo que ya sucede, pero esta medida no tiene efecto alguno en el incremento del poder adquisitivo del Peso si el nivel general de los precios minoristas se mantiene inalterable.

El otro ángulo del problema es el sector estatal donde la eliminación de la dualidad monetaria es mucho más complicada, mientras que no existan las reservas en divisas suficientes que posibiliten que el Peso Cubano pueda canjearse libremente por el dólar al tipo de cambio que se fije.

Se establecerá el Peso Cubano (CUP) como la única moneda para realizar las transacciones monetarias y financieras entre las personas jurídicas, naturales y la población; la utilización de los nuevos precios mayoristas formados, preferiblemente por correlación con productos similares y por excepción por el gasto, y la conversión de los precios minoristas fijados según el tipo de cambio vigente.

Esto representa la continuidad del proceso para alcanzar la máxima efectividad en la Actualización del Modelo Económico Cubano. Y ello se reflejará, en primer lugar, en alcanzar una valoración razonable de nuestra moneda, el Peso Cubano, en relación con las monedas extranjeras, y, por tanto, poder medir con precisión los valores de nuestras producciones de bienes y servicios.

Facilitará, además, disponer de una sola moneda con fuerza liberatoria ilimitada en nuestro país. Acertadamente se comienza con las entidades jurídicas (empresas, unidades presupuestadas y las cooperativas) y posteriormente, acorde con el incremento de la productividad y la producción, se incorpora a los productores personales (pequeños campesinos y trabajadores por cuenta propia) y a la población.

 

Para la economía de Cuba supone poder medir con mayor objetividad todos los indicadores macroeconómicos. ¿Y para la economía empresarial?

Los empresarios pueden utilizar los estados financieros como un verdadero instrumento de dirección, sin tener que efectuar operaciones no validadas por los registros contables, para conocer con mayor precisión el valor de sus producciones, su rentabilidad y competitividad.

Además, se puede lograr una participación activa y efectiva de los trabajadores en el proceso productivo, pues éstos estarán conscientes del valor que realmente crea su trabajo expresado en el Valor Agregado Bruto.

En los procesos económicos, generalmente, solo se ven los resultados a largo plazo. Al revalorizarse el dinero, esto permitirá aplicar medidas que contribuyan a estimular los procesos productivos a través del propio salario, que se eleva en función de la productividad, de la calidad, pues, al producir más valor, pago más valor proporcionalmente.

 

Sin embargo, algunos expertos aseveran que el momento cero puede significar una especie de “temblor de tierra” para algunas entidades estatales. ¿Qué recomienda la ANEC al sector estatal del territorio?

Para usar la analogía de su pregunta, hoy en día hay países que tienen observatorios para los movimientos telúricos y nosotros, por ejemplo, tenemos el Sistema de Alerta Temprana, pues así debe funcionar este “temblor” para las empresas, que deben asimilarlo, reponerse y aprovechar todas sus potencialidades.

Algunas de estas medidas y transformaciones se han demorado para que las entidades estén bien preparadas, se atengan a los marcos regulatorios, dominen el que le es congruente, fortalezcan el trabajo contable, capaciten a sus miembros y eleven la productividad, entre otras acciones.

La unificación monetaria es un cambio de status quo porque homogeniza todas las entidades estatales, reduce las diferencias, por ello el impacto mayor es en el sector empresarial,

En el último congreso de la ANEC, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel hablaba de que los economistas están en todas partes y es así, y estamos para alertar, generar ideas, ayudar en los procesos productivos.

Las economías hay que analizarlas como a las familias, son entes vivos y sus dinámicas cambian y no es lo mismo ahora que en los años 80’ o a partir de los 90’, cuando todo fue muy difícil. Esa es una gran prueba superada y ahora tenemos más conocimiento y más reservas.

Sí hay que estar claros que todas estas medidas no van a generar por sí solas riquezas, dependen del trabajo, de la eficacia y la eficiencia. Se habla de una reforma salarial, y que la mayor parte de los ingresos sean de los salarios, porque el trabajo tiene que recuperar su papel de principal generador de riquezas.

 

¿Qué significa la afirmación de algunos especialistas sobre la necesidad de “poner un colchón” para evitar la inflación, o sea, que los costos de producción se eleven y con ellos los de los bienes y servicios?

Va a haber una obligatoria inflación, pero una inflación controlada que es uno de los grados de este fenómeno. Las medidas antinflacionarias, son ese “colchón” que busca atenuar el efecto que tendría el despegue inflacionario y conforma ese estado de control hasta el punto permisible.

Hay un tiempo para usar ese “colchón”, que me atrevería a decir no es una tabla rasa, sino que tendrá un material mullido y será lo suficientemente ancho para amortiguar el impacto.

El discurso no está por un lado y la realidad por otra, nunca se adoptan medidas que van en contra de la mayoría, es el principio que ha estado en nuestra estrategia de supervivencia y desarrollo.

Hubiera sido muy fácil decir, se acabó el plan, que cada quien produzca lo que alcance y eso es lo que va al mercado y que cada quien se salve como pueda, con el mecanismo neoliberal de dejarle todo al mercado y nunca hemos hecho eso. Todas las medidas son para bien y no para mal, para que nadie quede desprotegido en la sociedad.

Se respetará la tasa de cambio para todo el mundo, la máxima de dirección del país ha insistido en eso. No hay que creer las fake news, aquí todo se explicará en detalle y con tiempo a la población.

El salario debe ser la mayor motivación que permita vivir y cumplir los sueños, porque socialismo no es sinónimo de pobreza, es necesario tener nivel de vida aceptable, hay miles de cosas que influyen en el salario o deben influir como la experiencia, la calidad del trabajo, la productividad, entre otros detalles.

Pero creo que las diferencias más marcadas hoy no están entre quienes trabajan sino entre los que trabajan y los que no lo hacen. No es posible que un individuo sentado en una esquina, en una cola, o en alguna maniobra ilegal se busque, en 1 o 2 horas, mi salario de un mes. No es un problema de tasa de cambio o reunificación monetaria, son fenómenos más complejos, que ameritan investigaciones profundas y soluciones eficaces.

En todas partes del mundo la riqueza deviene del trabajo, otra cosa es cómo se distribuye la riqueza. Hay un conjunto de medidas para el reordenamiento de la Economía en términos reales, cuyo objetivo fundamental es el mejoramiento de las condiciones de vida en la sociedad, pero también depende de nosotros, pues el trabajo es primordial y al menos aquí, en esta Cuba revolucionaria, no hay que temerle a las transformaciones.

(Tomado del periódico Ahora)

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