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La Guagua: El SARS-CoV-2 no entra por la manos, pero…

El lavado de las manos forma una trilogía junto al distanciamiento y el uso del nasobuco para evitar la propagación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que ha tenido un repunte en Cuba luego de que se lograran resultados favorables en su enfrentamiento y control.

 

 

Los comentarios digitales a bordo de esta guagua no están dirigidos a las causas de que fuera echado por tierra lo que las mayorías habían conseguido frente a la Covid-19, sino a lo que está considerado una defensa muy efectiva contra esta y otras enfermedades aunque no lleguen al nivel de epidemia o pandemia.

A la pregunta ¿Cómo lograr la cultura del lavado de las manos si lo normal ha sido que no se hace por parte la mayoría?, hubo en los sitios de redes sociales las más diversas respuestas y opiniones, entre ellas las siguientes:

Iván Paz Nogueira dice:

Así mismo es, no hay cultura del lavado de las manos y eso es imprescindible para eliminar las miles de baterías que se nos pegan al tocar cualquier superficie o simplemente estrechar la mano de alguien. Hoy y siempre hay que lavarse las manos constantemente.

 María Elena Bayón Mayor dice:

Se logra si tu madre te «cae arriba» diciendo: lávate las manos, ¿ya te lavaste las manos? y así sin parar hasta que se va colando en el subconsciente y vas solito a hacerlo.

Si ya no tienes el placer de contar con su presencia, utiliza el método con otro y como tienes que dar el ejemplo, al final todos se lavan las manos. Praxis pura.

 

Otros comentarios digitales apuntaron hacia las dificultades para lavarse las manos cuando se está fuera del hogar, y algunos señalaron alternativas cuando por cualquier motivo es imposible acceder a agua, jabón o algún recurso para secarse.

Lo cierto es que todos admiten que ni el SARS-CoV-2 ni otros muchos elementos dañinos atraviesan la piel, pero sí los ojos, la nariz y los oídos, y que son las manos el medio más generalizado por el cual se trasladan.

Algunos aluden a textos de Psicología en los cuales se refieren a la cantidad de veces que una persona se toca la cara, sobre todo los tres puntos más vulnerables sin poder dar una explicación de por qué lo hicieron o, cuando más, dicen que por sentir picazón.

Otro consideran vital la desinfección, y hay quienes dicen haber leído que lo mejor es tocar objetos lo menos posible, o hacerlo siempre con una de las manos, es decir, si somos derecho, hacerlo con la izquierda y viceversa.

En resumen: hay muchas recomendaciones que son alternativas, pero ninguna sustituye tener el hábito de lavarse las manos, por lo cual nunca será suficiente lo que se dedique a crear esa costumbre desde que nacemos.

Las guaguas anteriores pude buscarlas aquí

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo:«Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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