El Consejo de Defensa Provincial (CDP) en Matanzas indicó en las últimas horas escalar un peldaño superior en el manejo de los 10 hogares de ancianos con los cuenta el occidental territorio, a fin de poner los ojos en el más mínimo detalle que evite el contagio y propagación de la Covid-19 en tan vulnerable población.
Se analizó el paquete de medidas ya puesta en vigor, entre las que figuran la eliminación total de los hacinamientos y el correspondiente traslado de ancianitos para centros donde puedan habitar con holgura.
Una de las acciones de mayor rigor se asocia a un posible cambio en el régimen laboral del personal sanitario y de apoyo en estas instituciones, que, de aprobarse, pasarían a trabajar 14 días de manera seguida, y luego descansarían por igual período.
La posibilidad implica, según lo dicho, la revisión urgente de las plantillas de cada uno de las 10 casas que acogen a los abuelos, para garantizar la viabilidad del propósito.
Considerada la quinta provincia más envejecida de la nación, ya en Matanzas se había decidido suspender las visitas del personal ajeno a los hogares, se acondicionaron áreas para el aislamiento de quienes presenten síntomas respiratorios, y se realizaron charlas para explicar el necesario y celoso cuidado en el uso del nasobuco.
Otro paso en el camino de la prevención consistió en la administración de gotas homeopáticas a abuelos y empleados y, como es lógico, se continúa insistiendo en extremar acciones higiénico-sanitaria y de prevención, todo pensado para impedir la entrada del SARS Cov 2.
La provincia cerró la jornada de este 20 de abril con un total acumulado de 76 personas confirmadas con la Covid-19, y se ubica en la sexta posición según las tasas de incidencia de la enfermedad , con 10,9 infectados por cada 100 mil habitantes
